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MADRID. El Ibex 35 está atravesando por una de sus mejores rachas de los últimos tiempos gracias a las palabras del presidente del BCE, el italiano Mario Draghi.

La cita, que se presentaba como una de las más importantes del año, cumplió e incluso superó los pronósticos más optimistas y agradó de sobremanera a un mercado que por el momento se da por satisfecho.

Si hace dos semanas nos contentábamos con cotizar en cinco dígitos (con el Ibex 35 cotizando arriba dle 10.000), en esta pedíamos un esfuerzo añadido al selectivo nacional que permitiese alcanzar la cota de los 10.400 puntos, soporte importante el año pasado y campamento base para plantear nuevas subidas. Dicho objetivo ha quedado más que cubierto y nuestro índice cotiza ya claramente por encima de los 10.500 puntos.

ANTICIPÁNDOSE A DRAGHI

La excelente semana bursátil pasada vino impulsada por un BCE que se ha decidido a echar toda la carne al asador. Los inversores se anticiparon a la reunión del jueves tomando posiciones desde principios de semana y esto les permitió recoger los frutos un día antes de lo previsto, ya que las bolsas subieron con fuerza el miércoles, al calor de una filtración que apuntaba compras de deuda por parte del BCE por valor de 50.000 millones de euros mensuales.

Tras este rumor, ni confirmado ni desmentido por el organismo europeo, la reunión del jueves se planteaba más trascendental si cabe, ya que las probabilidades de defraudar al mercado crecían al descontarse ya gran parte del discurso.

AS EN LA MANGA

Sin embargo, una vez más el italiano guardaba un as en la manga y tras mirar sonriente a los periodistas que le esperaban, pronunció lo que todo el mundo deseaba oir.

El programa de compra de deuda tanto pública como privada se pone en marcha el próximo mes de marzo dedicando unos 60.000 millones de euros mensuales, 10.000 millones más de lo esperado y se extenderá al menos hasta septiembre de 2016.

FUERTE REACCIÓN CON LA BANCA AL FRENTE

Las bolsas reaccionaron con fuerza al alza, en especial el sector bancario, mientras que en el mercado de renta fija el bono español marcaba nuevos mínimos históricos cercanos al 1,4%. En mitad de la fiesta montada por el BCE la cuenta fue a parar a manos de la moneda única, el euro, que tras esta decisión incrementa sus caídas desde el 1,1640 del jueves por la mañana hasta rondar las 1,12 unidades. Más incentivos si cabe para que las empresas exportadoras de Europa mejoren su competitividad.

Tras esto el siguiente punto de interés en la agenda del inversor son las elecciones en Grecia -este artículo está redactado en la tarde del viernes- donde una clara victoria de Syriza podría añadir algo de tensión a unos parqués que por el momento siguen cotizando tranquilos.

Si por el contrario somos testigos de un resultado algo más favorable para los partidos europeístas, la formación del Gobierno heleno podría dilatarse en el tiempo y tendríamos sin lugar a duda tema de conversación para rato.

CONTINUIDAD ALCISTA

Para esta semana apostamos, por tanto, por la continuidad del movimiento alcista en la bolsa española aunque en un grado de intensidad bastante menor. La conquista de los 10.800 puntos serviría como punto de apoyo para comenzar el próximo mes de febrero exigiendo al índice el nivel de 11.000 puntos.

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Javier Urones es analista de XTB