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VALENCIA. 26 (o 27) años después, Albert Pla es el mismo músico y actor desconcertante que pasó de caer en gracia -por irreverente- a la censura -por manosear el concepto de terrorismo- en la década de los 90. De provocación televisiva en TV3 a descarnado contar de historias, necesario por campar creativamente espacios deshabitados de generaciones posteriores.

"Eran otros tiempos, pero estos son un poco peores", comenta en declaraciones a ValenciaPlaza.com nada más despertarse de una breve siesta que le pilla en la carretera. De su residencia, cerca de Girona, surca kilómetros para actuar en Granada. Nada parece haberle cansado en este cuarto de siglo, al contrario: "hacer lo que hago, actuar, crear, me divierte más que nunca".

Durante los últimos meses ha sido carne de titular, aunque de una u otra forma siempre se haya convertido en un filón para los medios. En declaraciones a Europa Press, el pasado mes de septiembre aseguró que "mataría a los de Podemos [...] ahora que todavía no tienen guardaespaldas". La razón, ahora puntualiza: "desconfío de cualquier estado social. No me hago ninguna ilusión de todo lo que vaya más allá de las cinco personas que caben en la furgoneta".

A Pla 'se "la suda la política y la economía. No entiendo por qué hemos entrado en esta espiral de darle tanta importancia a algo que no la tiene". Le preocupan más otros asuntos, los que conciernen al hecho artístico, y comenta: "lo que más sorprende de la época actual es que ahora por cada 25 escuelas de teatro hay un par de personas haciendo un bolo. Antes no sabíamos hacer música ni actuar, pero no parábamos de hacer bolos".

LA CASITA EN PORT SAPLAYA, ROBE INIESTA, LOS 90 Y LA CENSURA

No mucha gente recuerda -o sabe- que Pla vivió durante algunos meses en Port Saplaya, preparando el que fue su primer papel protagonista como actor: Caracuero, de Helmut Krausser, una obra basada en el asesinato de un joven alemán disfrazado del asesino de La matanza de Texas y que la policía creyó no estaba precisamente de fiesta. Quien dirigió aquella histora, Pepe Miravete, volverá a orquestar la nueva propuesta escénica que el cantante de Sabadell prepara en estos momentos.

"Le acabamos de dejar en casa", apunta Pla con total naturalidad. En su visión parecen no haber pasado más de dos décadas, aunque reconoce que "la experiencia siempre aporta". Y en esa suma, el artista nacido en Sabadell ha mantenido una constante a lo largo de su carrera, ya sea haciendo una performance, una canción o embarcado en una producción cinematográfica: todo lo hace rodeado de amigos. En Valencia, de hecho, se presenta con el guitarrista Diego Cortés con el que no ha dejado de cruzarse en los escenarios.

Cortés, "un Hulk del flamenco", ha actuado con Paco de Lucía, Santana o Mike Olfield, pero ahora gira con Pla: "la razón es que conmigo se siente cómodo, tranquilo". Él también reconoce sentirse arropado y despelgar el lado más escénico de sus canciones en conciertos absolutamente únicos: no hay setlist, ni guión. "Intento empezar la canción en otro tono, cantar canciones que nunca hemos tocado, pero nunca falla Diego. Él es así. Pero, bueno, hay que tener en cuenta que todo lo que sabe se lo enseñé yo", ironiza abiertamente el también actor.

Los duetos son una horma en la que Pla se siente cómodo. De vuelta a la influencia de Valencia en aquel momento iniciático (y hasta le puso 'Alboraya' al cierre de su mítico disco censurado, Veintegenarios en Alburquerque), con Robe Iniesta compartió mucho más que su casita en Port Saplaya. Corredorías a la orilla del mar, deambulando por la ciudad -como auténticos desconocidos- y poco antes de grabar una reinterpretación de uno de los temas clásicos de Extremoduro en ese falso directo legado a la posteridad:

"Se abrió un claro entre las nubes,
hemos vuelto a ver el sol.
Como dos presos comunes,
en el tejao de una prisión."

La producción de Pla parece no agotarse nunca: "ahora mismo tengo más ideas que nunca. Tengo 800 canciones, 400 obras de teatro y 200 performances en la cabeza. Lo que determina que esté haciendo esto en este momento es que todas las personas implicadas estaban disponibles. Y eso es todo, aunque lo importante es no dejar de sorprenderse con lo que haces".

Hace tan solo unos meses estrenaba como actor de reparto la comedia Murieron por encima de sus posibilidades, de Isaki Lacuesta. El laureado director, conocido por films como Los pasos dobles o La leyenda del tiempo se estrellaba contra la crítica en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Esta percepción hundió el ya de por sí limitado recorrido comercial que podía tener la película: "a mí la crítica siempre me ha tratado igual. Siempre estaba todo mal acabado. Las canciones están mal acabadas, las películas están mal acabadas, hago declaraciones mal acabadas... soy un tipo muy mal acabado, la verdad".

Quizá por ello, quizá no, Pla prefiere tomar las riendas de su propio espectáculo y elegir el orden de las canciones según percibe al público: "vamos cambiando, probando. Vas sintiendo cómo funciona lo que cantas y me gusta la idea de hacer un recorrido con ellos", destaca. 26 años de canciones, deconstruidos y reconstruidos con el apoyo de Cortés que se sonarán distintos en la cita de la Rambleta el próximo 6 de marzo. 26 o 27: "el año pasado me hicieron un homenaje con lo del 25 aniversario. Yo creo que eran 26, pero había tanta gente involucrada e ilusionada con ello que no dije nada...".

Actualmente, esta preparando un musical interactivo en 3D bajo el nombre de 'Guerra' junto a músicos como Refree y Mala Rodriguez.