AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar
Más información
VALENCIA. Los esfuerzos denodados por parte del líder del PPCV, Alberto Fabra por conseguir la suspensión de militancia del presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, ofrecieron este martes sus primeros frutos: el hasta ahora barón del PP, ya fuera del partido, no estuvo en el acto. Pero raro fue el corrillo en el que no se mencionó su nombre.
Un murmullo general del que no se hizo eco el presidente nacional del partido, Mariano Rajoy, que se limitó a reconocer "errores" en modo genérico y a pasar de 'puntillas' -como es tradición- sobre las reivindicaciones valencianas aparte de alabar a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Tantos pulsos internos para comprobar que, pese a la autorización de Génova en la operación Rus, la relación no ha mejorado especialmente con la cercanía de las elecciones autonómicas y locales.
Así, el presidente nacional del partido no realizó mención alguna al caso en su intervención. A la salida del acto, apretó el paso protegido por su séquito para evitar el 'canutazo' con los medios de comunicación: algún periodista trató sin éxito de alargar el brazo micrófono en ristre hacia Rajoy para apenas proferir: "Presidente... ¿qué opina de Rus?". A saber.
En el lugar del presidente de la Diputación, caído en desgracia por su presunta implicación en el caso Imelsa, se situó el nuevo líder -en funciones- del PP provincial, el espigado Vicente Betoret, justo a la izquierda de Rajoy cuando Rita Barberá tomó la palabra. El sustituto de Rus también formó parte de la comida posterior en el restaurante La Muñeca de la Malvarrosa, en la que participaron, además del propio líder nacional, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, su ahora mano derecha en el consistorio, Alfonso Novo, la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, los barones provinciales, José Císcar (Alicante) y Javier Moliner (Castellón), y el delegado del Gobierno, Serafín Castellano. Una comida en la que, según fuentes conocedoras del encuentro, se habló "muy poco de política" y "mucho de otros asuntos", cómo no, en un "ambiente distendido".
En cuanto al acto en sí, el Veles e Vents hizo honor a su nombre -a Rita Barberá casi se le vuelan los papeles del discurso-, se continuó el perfil de mítines en lugares reducidos, coquetos y simbólicos -la proclamación de Fabra fue en el claustro de San Miguel de los Reyes-. La terraza de este emblemático edificio fue el espacio elegido para albergar a los pocos cientos de personas que acudieron a escuchar al presidente del Gobierno. Poca tropa del partido de fuera del Cap i Casal, apenas alcaldes y, eso sí, abundante personal de las consellerias -por ejemplo de Bienestar Social- que acudieron en bloque al mítin del PP. No habría nada mejor que hacer.
En lo que se refiere a las intervenciones, Barberá anunció una bajada de impuestos en su discurso y volvió a disparar con brío a Ciudadanos (C's): "Alientan pactos contra el Partido Popular para echarnos y eso es letal para la economía", afirmó, para apelar por primera vez al voto "útil" -aunque usó la palabra "apoyo"- para el PP "frente al batiburrillo". "Estamos solos contra todos, todos están contra nosotros: quieren el pacto anti PP o el pacto anti Rita", sentenció.
Fabra, por su parte, sacó pecho ante Rajoy asegurando que el PPCV, aunque ha cometido "errores" es el partido "de los resultados, del empleo, de la regeneración y del futuro". Además, se atrevió a interpelar al presidente del Gobierno durante la intervención: "Mariano, serás el presidente que traiga la financiación".
En cuanto al presidente del Gobierno, como suele ser habitual en él, deshizo en elogios hacia la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá: "Está con más fuerza e ilusión que nunca", destacó, además de valorar su "excelencia gestión" en el Cap i Casal. Sobre el jefe del Consell, Rajoy fue más comedido y se limitó a considerar "justo" el reconocer a Fabra las medidas adoptadas "en el peor momento". La financiación, que fue la frase más aplaudida del presidente de la Generalitat, ni siquiera fue mencionada por el líder nacional, que tejió un discurso basado en la defensa de las medidas del Gobierno central para el crecimiento económico y la creación de empleo.
Vete a galicia Mariano aquí no nos has hecho ni caso en 4 añazos, después que sacaste un buen puñado de votos.Traidor!
Resumen: que ni un duro.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.
imprimir
meneame
whatsapp
