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MITIN CENTRAL DE PODEMOS EN VALENCIA

El show de Pablo Iglesias:
pasión y cartas marcadas

A. MOHORTE/FOTOS: EVA MÁÑEZ. 16/05/2015 El líder de Podemos entusiasma a sus fieles en Valencia con mensajes sencillos, duras críticas a sus oponentes y una ronda 'cocinada' de preguntas espontáneas  FOTOGALERÍA

VALENCIA. Estudiantes y jubilados asoman la nariz entre los hombros de los hombres y mujeres de Podemos a las puertas del salón de actos Joan Fuster de la Facultat de Geografia i Historia del campus de Blasco Ibáñez de Valencia. Uniformados con petos morados, bloquean el paso a los menos puntuales. "La sala está llena, pero se puede seguir el mitin en las aulas. Hay streaming", repiten.

Tras exigir el ‘carnet de prensa' solo franquean el paso a los periodistas, que se encuentran una sala con capacidad para unas 300 personas, hasta la bandera de emocionados seguidores que bromean y señalan las cámaras de televisión y los micrófonos de radio. "La semana pasada no vino nadie, pero, claro, como hoy está Pablo Iglesias..."

De hecho, la zona de prensa ha sido ocupada en buena medida por señoras y jóvenes que se niegan a dejar su puesto, mientras distintos cámaras y fotógrafos aficionados se cuelan entre los profesionales que terminan por acomodarse en el suelo de los pasillos o contra las paredes de la platea.

COMIENZA EL ESPECTÁCULO

No han pasado ni cinco minutos de la hora prevista, las 12.00, y una puerta lateral del escenario se abre y, tras unos segundos de emoción, surge Pablo Iglesias con su camisa color vino y su puño en alto. El público rompe a aplaudir y comienza a corear en pie un "sí se puede" que pronto pasa a ser un "presidente, presidente" a pleno pulmón.

A los lados del líder, los flases de las cámaras iluminan a los candidatos al Ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat, Jordi Peris y Antonio Montiel, que escuchan corear también sus nombres en nuevas salvas de aplausos; en los extremos quedan las aspirantes a diputada y concejal, Fabiola Meco y Áurea Ortiz.

Una intérprete del lenguaje de signos pide calma para empezar a traducir las primeras intervenciones, marcadas por un tono de apasionada asamblea estudiantil y un lenguaje florido y en ocasiones un punto cursi. "Faltan 9 días para tirar a Rita" porque "en Valencia se incumplen los derechos humanos", clama Peris; mientras que Meco advierte de quienes "trabajan, hacen, crecen... pero en Suiza" o de los que "cuelgan su chaqueta azul y se visten de primavera... de naranja", aclara.

Los nervios traicionan en ocasiones a los candidatos, que se trabucan y aceleran para cumplir los tiempos, pero los más de 30 organizadores enchalecados no necesitan impulsar el aplauso en un público entregado, que ovaciona a cada pausa. Sólo alguno de los presentes lamenta con su compañero de asiento que no se ha hablado otra lengua que el castellano... hasta que llega Montiel.

PABLO IGLESIAS NO QUIERE DAR UN MITIN

A pesar de ser jienense, el aspirante a presidir el Consell opta por comenzar su parlamento en valenciano. Aunque menos pasional y con un punto institucional que marca diferencias con sus antecesores. Habla de sus tiempos estudiantiles en Historia y, después, en Derecho; de su lucha durante la transición como botones/cartero en la factoría Ford; de la vuelta a las calles con el 15M...

Su discurso gana en intensidad y dureza, consigue ir ganando el favor del público hasta ponerlo en pie. "Echar al PP es una cuestión de salud nacional", "no podemos aguantar más desprecio por parte de los poderosos", "no podemos confiar en los partidos que llevan 20 años durmiendo la siesta en la oposición"... Hasta que le da la tos y necesita más aplausos, pero esta vez para beber agua y conseguir terminar su intervención y dejar al público 'al punto' para el líder.

Pero Pablo Iglesias no quiere dar un mitin. Tras un muro de micrófonos, habla bajo hasta que una simpatizante grita con firmeza desde el fondo de la sala: "¡Más alto!". Varios asistentes se giran, Iglesias sonríe, el público sonríe y él empieza a hablar un poco más alto.

Dice que, al estar en una facultad, cambia. Prefiere establecer un diálogo y que los que quieran le pregunten. El público se alegra, pero Iglesias no da tiempo a que se levante ninguna mano sino que pone las normas: "Los que quieran, que escriban en un papel su pregunta y una compañera me las pasa".

Mientras hay quien arranca hojas de una libreta y otros piden prestado un boli, Iglesias destina más de un cuarto de hora en contar cómo son herederos del 15M y de la primavera valenciana, critica a Albert Rivera, a Pedro Sánchez, al Partido Popular, ignora a Izquierda Unida...

PREGUNTAS DE SELECCIÓN

Las referencias locales son pocas y centradas en la corrupción sin mojarse sobre posibles pactos postelectorales, cambios en el sistema de financiación autonómica, mejora de las infraestructuras, política hidráulica... Los miembros del equipo de organización recogen las preguntas y acto seguido las llevan a la primera fila.

Es allí donde, de espaldas al público, un hombre las repasa y sólo separa una docena que una chica a su lado vuelve a repasar y ordenar, anotando unas indicaciones en una hoja que suma a las de las preguntas. Otra mujer toma las preguntas seleccionadas y las sube al escenario, entregándoselas a Pablo Iglesias, que termina su discurso con una frase del grupo de rap Los chicos del maíz.

Si alguien esperaba preguntas incómodas, se ha equivocado de acto. En total lee nueve y todas las respuestas vienen seguidas de un gran aplauso para Iglesias:

1.- La madre de un niño de tres años pide ayudas al comedor escolar, y él las promete;

2.- Dice que le reprochan no haber defendido RTVV, y él dice que sí que ha criticado el cierre;

3.-Lee que un padre autónomo lamenta su situación, y él asegura que defenderá a los autónomos;

4.-Quieren saber si "sigue mirando a los ojos a las personas", y él asegura que sí, que sigue haciéndolo;

5.- Otra hoja le reclama que explique "si cree en la clase media", y él asegura que es un concepto ideológico que falsea la percepción que tiene de si misma parte de la clase trabajadora;

6.- Lo siguiente no es una pregunta, sino que el círculo de Podemos de Paterna no quiere que él recuerde este municipio sólo como el lugar en el que mataron a su tío abuelo en la Guerra Civil, y él lo agradece;

7.- Un joven que asegura estar a punto de irse a Alemania quiere saber si volverá, y él le dice que quiere que vuelvan;

8.- En otra hoja lee que una estudiante de medicina dice que le han bajado la beca, y él declara que la educación ha de ser un derecho y no un privilegio;

9.-y en la última hoja lee que le preguntan cómo está, que se le ve cansado; y él dice sonriendo que gracias, que ya es un buen momento para concluir el acto.

Agradece la asistencia, saluda a "las cinco aulas desde las que se está viendo el acto por streaming", y se marcha entre aplausos y peticiones de selfies.

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3 comentarios

petra escribió
17/05/2015 20:51

Otro que nos va a solucionar la vida a los valencianos desde Madrid. Lo va a votar Rita.

Situacionista escribió
16/05/2015 10:50

Demasiado tierno, demasiado inocente, con preguntitas estilo: Cómo están ustedes???… para asambleas de verdad, las de económicas en la calle de La Nave, 1972. Ahí íbamos bien leídos del “Tratado del saber vivir a la usanza de las nuevas generaciones” de Raoul Vaneighem.

JOSE MANUEL escribió
16/05/2015 08:39

DE RISA. REVANCHISTA. MONOTEMATICO. ILUSO. PREDICADOR.LAMENTABLE. !AH...Y PROMETO QUE NO VOTO A PP..!

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