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Brad Bird, Britt Anderson, George Clooney y Raffey Cassidy. FOTO EFE. 

VALENCIA (CP/EFE). Decía Brad Bird en Los Ángeles que Santiago Calatrava le parecía un arquitecto "brillante", que les había costado convencer a los responsables de Disney para trasladar a todo el equipo a Valencia, pero que creía que había valido la pena. Y tras ver la película se confirma que sí, que la Ciudad de las Artes y las Ciencia era importante para el cineasta, para su concepto de ciudad del futuro. Que el complejo iba a ser algo más que un decorado. Que los edificios del de Benimàmet iban a formar parte de la nueva fantasía de Hollywood de una manera tangible.

Tomorrowland se presenta este martes en Valencia tras sus estrenos en Los Ángeles y Londres. La presencia en esta ciudad no sólo es contractual. Es un peldaño más de la campaña de lanzamiento del largometraje. La Ciudad de las Artes y las Ciencias es el decorado en el que transcurre buena parte de la película. Un complejo que luce más remozado que el original, con el trencadís en el Palau de les Arts, y cuya estética se reproduce en buena parte de los decorados de interiores. Las barandillas del Museo Príncipe Felipe se duplican y para viajar de este edificio a L'Hemisfèric se recorren kilómetros en dirección inversa.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias fue escenario de parte del rodaje de la película de ciencia ficción de Disney, en la que una adolescente inteligente y curiosa y un antiguo niño prodigio se sumergen en una aventura futurista, con saltos en el tiempo y universos paralelos. Protagonizada por George Clooney, un esporádico Hugh Laurie, la joven Britt Robertson y, especialmente, la niña Raffey Cassidy, el gran descubrimiento del largometraje, desde Disney se ha considerado a esta película como una de sus grandes apuestas del año.

A nivel local el estreno de Tomorrowland remite a otros años, ya que toma el relevo del estreno nacional de la película de la saga del agente 007 Quantum of Solace, que se celebró en el Palau de les Arts. Si en aquella ocasión el evento carecía de justificación, en esta ocasión el estreno en Valencia es más que oportuno. De manera singular, el complejo cobra un especial protagonismo en una película que se ha rodado en Estados Unidos y Canadá y otras localizaciones como Bahamas, que deja reflejadas sus playas en la cinta, o París, donde en su monumento más emblemático, la torre Eiffel, transcurre una de las escenas más espectaculares de la cinta de Disney.

En los 130 minutos de metraje de la película, el espectador es capaz de descubrir todos los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de manera fragmentada pero constante. El balcón del museo Príncipe Felipe y su edificio, las largas escalinatas interiores, las arcadas del Palau de les Arts, los lagos o L'Hemisfèric, se perfilan como parte de la inmensidad de una ciudad del futuro. Si bien el skyline de Calatrava queda sepultado en los planos generales bajo capas de efectos digitales, no ocurre así en los planos cortos donde se les puede ver prácticamente desnudos, sin más ornamento que carteles alusivos al argumento del largometraje.

En los títulos de crédito se agradece la colaboración del Ayuntamiento de Valencia y se cita la ciudad como una de sus localizaciones, además de mencionar expresamente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y su arquitecto Santiago Calatrava. En L'Hemisfèric donde este martes se celebrarán todos los actos que envuelven el preestreno del film, los operarios trabajan contrarreloj para desplegar una alfombra roja que, como en Estados Unidos, será azul. Serán 55 metros de longitud por los que pasearán Clooney y sus compañeros de reparto, así como el director. Con este acto público, el equipo de rodaje completará su breve pero intenso idilio con los edificios de Calatrava, que se inició el día que uno de sus productores, Tom Pitzman, vio un anuncio en el que se empleaba la Ciudad de las Artes y Ciencias como decorado. Fue entonces cuando comenzó todo.