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VALENCIA. El recién elegido alcalde de Valencia, Joan Ribó, es también desde este sábado presidente del patronato de Feria Valencia, cargo al que accede de forma automática como vocal nato. Con el nombramiento del alcalde de Compromís, que se formalizará en una futura reunión de este órgano, termina una etapa de 24 años marcados por la enorme influencia que Rita Barberá ha ejercido sobre el gobierno de la institución.
La llegada de Joan Ribó se produce en un momento especialmente relevante en la historia del recinto, inmerso en el proceso para convertirse en un consorcio público dependiente de la Generalitat, una suerte de ‘banco malo' que quedará como titular del recinto y cargará con la deuda generada con la ampliación, que supera los 580 millones de euros.
La explotación del negocio se cederá posteriormente a un operador privado a cambio del pago de un canon sobre sus beneficios en un porcentaje por decidir. La primera patata caliente que tendrá que afrontar Ribó será impulsar o abortar ese proyecto.
Ese es el plan que el PP trazó desde el Ayuntamiento y la Generalitat cuando, a finales del año pasado, ambas administraciones acordaron poner en marcha el proceso para convertir Feria Valencia en un consorcio público una vez el Consell Jurídic Consultiu (CJC) se pronunció a favor de considerarla una asociación privada de utilidad pública.
No obstante, el proyecto de transformación apenas ha arrancado. Pese a que el PP trató de acelerar para aprobar los nuevos estatutos del recinto antes de las elecciones autonómicas de mayo, lo único que existe por el momento es un borrador en los que se define la estructura del nuevo consorcio.
A LA ESPERA DEL DICTAMEN DE LA ABOGACÍA DE LA GENERALITAT
De momento, la propuesta de estatutos ya está siendo analizada por la Abogacía de la Generalitat, así como el resto de la documentación que regula el proceso de integración de Feria Valencia en el sector público. Entre otros, está el borrador del convenio que Generalitat y el Ayuntamiento suscribirán para generar el consorcio donde se detalla qué aporta cada uno de los entes consorciados al nuevo ente.
Una vez emita su dictamen la Abogacía, el nuevo reglamento debe ser aprobado por el conseller competente en materia de comercio, tal y como establece el decreto autonómico sobre ferias comerciales, y por el nuevo pleno municipal.
El futuro desarrollo del plan dependerá, por tanto, de la voluntad política de Compromís y el PSPV como nuevos inquilinos del Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, respectivamente. El presidente de la Feria, José Vicente González, da por sentado que habrá retrasos, pero no teme por la primera parte del plan. La segunda, la privatización parcial de la gestión, ofrece muchas más dudas tras el giro a la izquierda de las instituciones.
CAMPO DE BATALLA DEL PP
Según los borradores que se han intercambiado las consellerias de Hacienda y Economía y el Ayuntamiento en los últimos meses, la nueva Feria Valencia será un ente público controlado por la Generalitat, lo que pone fin a décadas de tutela municipal.
La cesión del control del consorcio a la Generalitat fue la solución acordada para compensar a la administración autonómica por el pago de las obras en unos edificios que acabarán siendo de propiedad municipal una vez acabe la concesión de la que es titular Feria Valencia en el año 2051, ya que la alcaldesa se negó a negociar la propiedad del suelo y los edificios. Mientras Feria Valencia no sea capaz de generar recursos propios que le permitan devolver los créditos, las obras de ampliación le costarán a la Generalitat más de 30 millones al año.
Pero ese nuevo equilibrio de poder queda en el aire mientras los nuevos gestores en el Ayuntamiento y la Generalitat no den el visto bueno a los estatutos. Según el texto provisional, el patronato actual sería sustituido por una junta de gobierno en la que la administración autonómica y la local se reparten los ocho puestos de vocales con voz y voto, mientras que a agentes económicos como la Cámara de Comercio o la patronal se les reserva un papel consultivo.
El cambio más sustancial sería, siempre según la versión provisional de los estatutos, el cambio en la presidencia, que pasaría a estar ostentada por un representante de la Conselleria de Hacienda en lugar de por el alcalde o alcaldesa de Valencia como sucedía ahora.
SOBRECOSTES MILLONARIOS
Mientras se alcanzó esa solución, Feria Valencia fue durante meses el campo de batalla en el que el Ayuntamiento y la Generalitat controladas por el PP escenificaron sus diferencias, hasta el punto de comprometer la viabilidad de la institución.
El punto álgido del enfrentamiento fue el informe de la Intervención encargado por la Conselleria de Hacienda que reveló sobrecostes millonarios en la ampliación durante la etapa en la que Barberá, como presidencia del consorcio, tenía un control total sobre el diseño de la ampliación y el nombramiento de presidentes.
Las irregularidades detalladas en el informe motivaron el inicio de una investigación penal por parte de la fiscalía que todavía está en marcha y que podría prolongarse durante meses, ya que después de una primera versión provisional del informe, el Ministerio Público decretó que se solicitara a Feria Valencia todas las facturas relacionadas con la ampliación y el equipamiento del recinto, así como el detalle de los pagos efectuados por los directivos con las tarjetas del recinto.
Desde entonces, PSPV y Compromís venían reclamando a la alcaldesa que asumiera responsabilidades políticas como máxima responsable del patronato, algo a lo que Rita Barberá siempre se negó alegando que el patronato no tenía competencias de control ni ejecutivas sobre la Feria.
Ninguna de las grandes ferias europeas tiene un gestor público. Mete a un político en temas privados y el fracaso esta asegurado y la deuda también. Un capazo de enchufados es lo que tenemos.
Más que feria se hereda un circo diría yo.
Fer politiques com la dels scialistes en Barcelona o Sevilla es lo que te. Ni grans events, ni quaranta edificis per a la mateixa funcio , una bona feria per eixemple al costat del port de Valencia a on la formula 1
La feria anà be en temps n'hi havien diners, lo que passa es que açi no podem rebre els diners de la generalitat de Catalunya i del rest de l'estat espanyol com per eixemple la de Barcelona. Pero passa en la formula 1, Port aventura, grans events de Barcelona .Clar que ara , hem passat de dependre de Madrit i Barcelona.... a sols Barcelona.Canviem de jefe .Mai a soles.
El encabezonamiento de Rita Barberá de mantener la feria en su actual emplazamiento es en parte una de las razones de la decadencia de la institución. Al margen de mangancias de todo orden, desafueros, despilfarros de toda índole y una gestión nefasta. Mientras que en toda Europa se renovaban los recintos feriales en zonas de fácil acceso y con edificios modulables en una sola planta, aquí se hizo todo lo contrario, con un gasto brutal en accesos, voladuras, cimentaciones ... en un recinto que adolece de los mismos males que el anterior. Pero así tuvo que ser porque la presidenta del Patronato se negó a ninguna otra alternativa más razonable en las cercanías de Valencia, pero no en su término municipal.
QUE SALGAN YA CUENTEN LA VERDAD Y DEN LA CARA DEL PUFO Y FRAUDE DE FERIA VALENCIA.: ALBERTO CATALA-BELEN JUSTE Y RITA BARBERA. NO SE ATREVERAN PORQUE SE AUTOINCULPARIAN DE UN CAPAZO DE DELITOS. QUE ACTUE FISCALIA Y LA GVA Y EL AYTO. COMO DEFRAUDADOSN Y ESTAFADOS.
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