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'Pasado, presente y futuro DE RTVV'

El regreso de Canal 9:
¿por qué y para qué?

CARLOS AIMEUR. 06/07/2015 La vuelta de la cadena se enfrenta a la insensibilidad del Gobierno e 'influencers' de Madrid, así como de parte de la sociedad; un libro desmonta tópicos y mentiras

VALENCIA. Este sábado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reiteró de nuevo en una entrevista con la agencia Efe su intención de que la cadena pública valenciana RTVV esté funcionando ya el 9 de octubre, aunque sea de manera provisional. Y lo decía la misma semana en la que fueron despedidos los últimos trabajadores del ente. La intención del Consell de retomar la televisión, incluida en los programas electorales, se enfrenta a al menos tres obstáculos: la disponibilidad presupuestaria, la división interna y la indiferencia nacional, con lo que conlleva de nulo apoyo del gobierno central.

En general, la sensibilidad en el resto de España hacia la comunidad valencianoparlante es nula. Los ejemplos se suceden. El último se puede hallar en el libro Mañana será tarde, de José Antonio Zarzalejos, un supuesto ensayo en profundidad sobre la situación política nacional que dedica una página al caso de RTVV plagada de informaciones sesgadas, cuando no ignorantes, sin conclusiones útiles y que repite los mantras esgrimidos por el consell de Alberto Fabra para el cierre de la televisión, la infausta Operación Telefunken.

En su breve pero esclarecedor análisis, esclarecedor porque revela a la perfección la perspectiva estatal, Zarzalejos confunde Canal 9 Internacional y Canal 9 HD con unas cadenas al uso (no tenían prácticamente coste porque la primera era un refrito de programas y la segunda es sólo una réplica de la cadena madre), omite la censura ejercida por el PP (a la que alude de manera indirecta pero sin dar nombres), evita mencionar la audiencia de los primeros años de RTVV, soslaya el papel de RTVV de difusor de la lengua valenciana (de hecho resalta que Canal Nou 24 era en valenciano y significativamente llama en todo momento a la televisión RTV, quitando la V de Valenciana), no alude nunca a los más de dos millones de valencianoparlantes, habla de Canal Nou 2 y no de Punt 2 y da por buena la tesis de Fabra de que el ERE tenía un coste inasumble (el proceso de liquidación va a costar de cinco a seis veces más que haber readmitido a los trabajadores y haber hecho un nuevo ERE), además de incluir en el mismo paquete a Ràdio 9 (que no tenía prácticamente déficit) y Canal 9. "RTV (sic) llegó a tener una plantilla de 1.700 empleados (...). El servicio ha sido tan lamentable como perseguible por los tribunales, porque se pasó de la manipulación y el clientelismo directamente a la requisa", escribe Zarzalejos, sin decir desde cuándo y por parte de quién.

La opinión de Zarzalejos, difundida por la editorial Planeta en un libro prologado por Antonio Muñoz Molina que la editorial vende como "un diagnóstico valiente para un país imputado", no es empero una rara avis sino un epítome del sentir de buena parte de los españoles hacia RTVV, especialmente entre la comunidad castellanoparlante nacional e incluso local, que en ningún momento han tenido en cuenta lo que ha supuesto para esos más de dos millones de personas que usan habitualmente el valenciano para expresarse la pérdida del único canal de difusión en su lengua propia, una vez el PP, de nuevo el PP, consiguió cancelar las emisiones de TV3 y Catalunya Ràdio en la Comunidad Valenciana. Zarzalejos no hace sino que reproducir la opinión mayoritaria entre un sector de la población que en el fondo, de manera inconsciente o no, no ve con malos ojos el cierre de RTVV, al contrario, lo aplaude aludiendo a supuestos beneficios económicos inmediatos, a sabiendas de que es un golpe de muerte al valenciano. En la práctica se podría decir que para estas personas la Operación Telefunken fue una nueva Batalla de Almansa, con los usos y maneras civilizados del siglo XXI, pero batalla a la postre, y que una vez ganada hay que dejar que desaparezca el valenciano de manera definitiva, aceptando su extinción como algo natural no condicionado por las rutinas productivas del sistema de libre mercado.

En ese contexto la refundación de RTVV se convierte en una acción quijotesca que parte, de entrada, con la oposición de influencers, políticos y medios nacionales, y con el único apoyo de contados grupos de presión locales, siempre locales, y la división dentro de la propia Comunidad Valenciana. ¿Para qué abrir RTVV?, se preguntan algunos. Se ha cerrado Canal 9 y la vida sigue, aseguran los defensores del cierre. Cierto, del mismo modo que se puede vivir con las piernas rotas y desplazarse en silla de ruedas.

Alberto Fabra, el día que anunció el cierre de RTVV. FOTO: FOTOAGENCIA VALENCIA.

Ante este muro de escepticismo, ignorancia y o desafección, la propuesta de refundación de RTVV exige una sólida argumentación así como una hoja de ruta incontestable. En ese afán por hallar la solución perfecta, el metro de platino, intelectuales y profesionales valencianos han intentado establecer los pilares para la reposición de la cadena y explicar el porqué de su desaparición. A los libros 12:19 Manipulació,Saqueig I Mort De RTVV (Editorial Llibres de la Drassana; Pura Requena), Reset RTVV (Onadaedicions.com. Biblioteca La Nau; Col.lectiu Ricard Blasco), Adéu, RTVV (Universitat de València. Servei de Publicacions; Borja Flors García y Vicent Climent i Ferrando editores) o La crisis de la televisión pública. El caso de RTVV y los retos de una nueva gobernanza (Universitat Autònoma de Barcelona, Universitat Jaume I, Universitat Pompeu Fabra; Javier Marzal Felici, Jéssica Izquierdo Castillo y Andreu Casero Ripollés, editores), entre otros muchos, se ha unido ahora un nuevo volumen, Pasado, presente y futuro de RTVV, coordinado por Josep Rodríguez i Santonja y publicado por Uno y Cero Ediciones que tiene a gala ser una visión poliédrica, completa y, esta vez sí, documentada sobre qué sucedió y cómo puede volver RTVV.

El libro, que está ya disponible en formato digital y en papel a partir de septiembre, ha sido redactado por una quincena de personalidades, desde profesores de la Universitat a periodistas, pasando por ex profesionales de la cadena que en algunos casos aportan sus testimonios (la escritora Fani Grande, la nueva consellera de Cultura de Baleares Esperança Camps...) y en otros, como el de Julià Alvaro, nuevo secretario de Medio Ambiente de la Generalitat, su visión de cómo debe ser la refundación de la cadena.

Pasado, presente y futuro de RTVV se abre con un prólogo del que fuera el presidente del comité de empresa, Vicent Mifsud, el día del cierre de RTVV. En él Mifsud alude a la última entrevista que concedió Joan Fuster en abril de 1992 a El Temps, poco antes de morir, en la que dijo: "El País Valenciano será en pocos años monolingüe en castellano". La cita no resulta exagerada. Si bien es cierto que la predicción fusteriana está lejos de cumplirse, en la actual coyuntura se dan elementos suficientes como para que la defensa del valenciano no tenga un futuro muy prometedor. Los estudios matemáticos incluso hablan de que en poco más de tres décadas se reducirá la población valencianoparlante al 10%.

La salvaguarda del valenciano es uno de los seis motivos que esgrime Andrés Boix Palop para que regrese RTVV en su artículo ‘¿Por qué una Radiotelevisión Pública Valenciana?'. En él señala esa perentoriedad "dada la situación del valenciano en los medios privados, incluso tras los programas de fomento, las subvenciones y un reparto de licencias locales y autonómicas condicionado a su uso que no ha permitido que la mitad valencianohablante de la población pueda informarse con normalidad en su lengua".

Pero también incluye el fomento de la industria audiovisual propia, la vertebración del territorio ("hacer país"), cubrir los vacíos informativos de las televisiones privadas, la pluralidad del panorama audiovisual o la información de proximidad. Con respecto a este último punto Boix recuerda que en la actualidad "RTVE hace media horita mal contada —mayoritariamente en castellano, por cierto—, incumpliendo manifiestamente lo que dice el art. 23 CE sobre lo que ha de ser la cobertura social, territorial y lingüística de la televisión pública estatal. Las televisiones privadas de ámbito estatal aún hacen menos. Tampoco las televisiones privadas de ámbito local o autonómico, ni tan siquiera en ausencia de RTVV, se han puesto las pilas, y el panorama continúa siendo muy decepcionante por no decir casi inexistente a efectos prácticos y económicos, probablemente con la única excepción de las tertulias sobre el Valencia CF". Y no, no es una broma. Es lo que hay.

Protestas de trabajadores de RTVV el día del anuncio del cierre. FOTO: FOTOAGENCIA VALENCIA.

La tan manida justificación económica al cierre encuentra sobrada respuesta en el artículo de Germán Llorca ‘Modelo empresarial, financiación y gestión' que desmonta la tesis de una televisión deficitaria per se. "(...) Lo que explica el déficit no es el carácter público/privado del servicio, sino el abuso que han hecho o pueden hacer del mismo sus gestores", escribe. "(...) No es cierto que el déficit de RTVV fuera exclusivo o se desprendiera únicamente del hecho de hacer televisión. Los 234 millones malgastados en una esperpéntica negociación de los derechos de fútbol; la, objetivamente hablando, excesiva plantilla de trabajadores y la sospecha de prácticas corruptas redundantes en un vaciado ilícito de los fondos del ente, son el resultado de una gestión malísima que, por fuerza, ha conducido a un endeudamiento estratosférico. Y no por el hecho de que la tele fuera pública", agrega.

No sólo eso. Llorca desmonta otro mantra, el del alto coste de RTVV y tira por suelo y ridiculiza a todos los que se definen partidarios del cierre de los canales autonómicos por lo que suponen de gasto para el ciudadano, evidenciando su osada ignorancia y su desconocimiento de la realidad europea. "La BBC le cuesta 169 euros por año a cada británico. La ADR y ZDF 216 a los alemanes. Pero hay más cifras y aún más llamativas. A los portugueses su radiotelevisión les cuesta 21 euros al año. A los daneses más de 300. Sin haber una tasa explícita, a los españoles la televisión estatal nos cuesta aproximadamente unos 43 euros por cabeza y año, en la línea de países como Polonia, Eslovenia o Grecia. Los valencianos, además, tendríamos que sumarle a esta cifra los cerca de 30 euros que hasta hace poco costaba RTVV. Tomando como referencia los 43 o la suma combinada de las dos cifras [73] y haya o no una tasa específica, la realidad es que el gasto por persona y año nos sitúa muy lejos de la inversión de los, digamos, países europeos de referencia".

Son argumentos que cabe esgrimir y volver a mostrar porque no toda la sociedad es consciente de la debacle social innecesaria y gratuita que fue el fin de RTVV. En este sentido es muy esclarecedor el artículo del colaborador de ValenciaPlaza.com Guillermo López García, en el que incluye testimonios de alumnos de Periodismo que advierten que la clausura de la cadena no fue traumática en todo el territorio valenciano ni para todas las personas. "(...) La mayoría de los estudiantes ya no veían Canal 9 desde hacía años. Y hay que tener en cuenta que aquí no lo hacían por desinterés respecto del entorno social y político valenciano, sino por desafección frente a una visión informativa particularmente sesgada", escribe.

Pese a tener la inevitable dispersión de las obras corales, Pasado, presente y futuro de RTVV tiene a gala ofrecer desde análisis del impacto de la cadena en la industria local, hasta los modelos en los que podría encajar una nueva televisión pública. Va incluso más allá y José María Vidal Beltrán ofrece un análisis jurídico sobre las posibles ilegalidades que han rodeado al cierre así como las consecuencias de una reversión del mismo. "(...) Cualquier paso que quiera darse en esta línea parece precisar una nueva Ley que derogue, de manera clara, la renuncia de la Generalitat a la prestación del servicio público de radio y televisión establecido en la Ley 4/2013, para, acto seguido, determinar el modo y manera de realizar dicha prestación", dice Vidal Beltrán.

Con todo, la solución no será sencilla porque recuerda que cualquiera de las decisiones que se tomen "van a levantar una importante polémica política y la denuncia de despilfarro por las fuerzas políticas que se opongan, pero también darán pie a innumerables demandas por los posibles derechos vulnerados si no se reconoce la posible continuidad de la actividad societaria o por los derechos que puedan vulnerarse si se reconoce."

El regreso a Ítaca, la vuelta a RTVV, se plantea pues como poco menos que una odisea que conllevará muchos sacrificios, un viaje en el que los valencianos estamos solos ante la insensibilidad de buena parte del resto de España y la indiferencia de algunos en la propia Comunidad Valenciana, y que además se realizará con la oposición, las manipulaciones y la demagogias de quienes precisamente han hundido la televisión. De ahí que ante un reto de esa envergadura, algunos como Jordi Cabezas, adviertan ya desde el título de su artículo: ‘Yo firmo, pero no para el Canal 9 de antes'. Esta vez, si lo hacemos, que valga la pena.

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14 comentarios

JOSE MANUEL escribió
27/07/2015 12:03

NO HACE NINGUNA,NINGUNA FALTA LA REAPERTURA. FUE MALA,CARA,PARTIDISTA Y NIDO DE ENCHUFADOS,AMIGUISMO Y DERROCHE. ¿ALGUIEN LO DUDA?

quevienequeviene escribió
07/07/2015 20:37

Mucho artículo para un triste realidad NHD. NHD. NHD. NHD. NHD. Por si alguien necesita traducción: NO HAY DINERO.

Lola Revert escribió
07/07/2015 13:24

Excelente artículo, esperemos que si abren la neuva TVV no caigan en el mismo error de "amiguismos" para hacer pesebre. Queremos una televisión valenciana pública sin servilismos al poder.

Josele escribió
07/07/2015 12:45

No creo que entre las principales preocupaciones de los valencianos este rtvv, y si que estan los barracones , la sanidad y el paro. Y entre las preocupaciones de los políticos?

Fran Saurí escribió
07/07/2015 09:28

Reconozco no haber leído nada de la bibliografía citada, excepto el artículo de Guillermo López García. Igualmente, reconozco el valor del artículo, pero no me ha movido a interesarme más en el asunto y, consiguientemente leerme lo que sugiere. ¿Alguien puede tener la más remota esperanza de que una televisión pública en el Reino de España se parezca, siquiera remotamente, a la BBC en rigor informativo? Todo depende de la buena voluntad del gobierno de turno y el caso de RTVE es suficiente. Deberían certeras todas las cadenas públicas incluyendo la RTVE.

Olivia Sola escribió
07/07/2015 02:09

Mientras no niegue la pluralidad del pais como hace TV3

Esteroide feroide escribió
06/07/2015 22:19

Boro inot de las Marismas, no més tinc que dir-te que ame el meu País i la meua Llengua. Visca el País Valencia.

pss escribió
06/07/2015 19:45

Pinta una TV local idílica y rentable que podía haber existido y nunca existió por culpa del PPCV. Cierto que los datos que dejó fueron de ruina pero aún así la historia de las teles públicas está escrita. No existe una sola TV pública que no sirva a los intereses electorales del partido gobernante. Tampoco existe ni una solaTV pública que no sea una ruina financiera y mucho menos existe una sola TV pública que consiga audiencias significativas. Lo Único que efectivamente justifica la TV pública valenciana es la divulgación del idioma local, la cuestión es saber si con los datos de audiencia que tenía efectivamente cubría esa necesidad o si salía insostenible económicamente hacerlo por este medio de comunicación..¿Ninguna persona seria se va a creer que una nueva RTVV no va a ser un mero aparato de propaganda del PSPV? .por favor vean la TV andaluza. TV3, Tele Madrid, ect..

Boro Inot de las Marismas escribió
06/07/2015 16:12

Cuando había que mantenerlo, había que mantenerlo sin reparar en costes.... y ya lo creo que costaba, está costando y costará... y los niños en barracones y el gasto sanitario desbocado y cien mil cosas vitales más. Cuando había que cerrarlo, había que cerrarlo, costase lo que costase,..... y está costando y costará... y los niños en barracones y el gasto sanitario desbocado y cien mil cosas vitales más. Ahora hay que volverlo a a abrir a toda costa.... y va a costar, pero a base de bien... y los niños en barracones, el gasto sanitario desbocado y cien mil cosas vitales más. ¿Verdad que no nos preocupamos tanto por los libros? ¡ La televisión (esta y todas) que la pague quien quiera verla!

alejandro escribió
06/07/2015 15:12

Canal 9, de seguir, tiene q tener un modelo de negocio y propuesta clara, rentable y independiente politicamente hablando...es decir, debe ser gestionada con los mismos criterios de cualquier empresa y por personas capaces...no lo visto hasta la fecha ....reto, utopía o milagro?...en función de la respuesta será un gasto o una inversión.

Frandis escribió
06/07/2015 15:10

No puede haber una RTVV, ni políticas sociales, ni mayor bienestar para la sociedad valenciana, si no se consigue una financiación justa para la Comunidad Valenciana (Vid. 'El finançament valencià', de Vicent Cucarella http://wp.me/p4n4JW-eb). Para ello, el Posicionamiento de la CV tiene que dar un giro de 180º (http://wp.me/p4n4JW-5y)

domingo filiu escribió
06/07/2015 11:58

Gran articulo, y me parece muy acertado el destacar lo de informaciones sesgadas, que es a lo que nos estan acostrumbrando, a un periodismo de titulares y "tuits".

Alfredo escribió
06/07/2015 10:21

El problema que yo veo es que ahora RTVV (si se abre) se llenará de gente de izquierdas (que no es malo, per se) pero se convertirá, otra vez en un arma del partido del gobierno. Cuando vuelva el PP y los eche por ser subjetivos se quejarán de ser superprofesionales y habrá manifestaciones, etc,e tc, pondrán los suyos. Cuando vuelve el PSOE/Compromís, los volverán a echar por ser del PP y éstos se quejarán ... etc etc etc Hasta que haya otra vez un agujero económico que nos ahogue a todos

Hunter S. thompson escribió
06/07/2015 08:21

Los valencianos ya nos tenemos a nosotros mismos para hundirnos en la miseria. El menyfotisme valenciá existe. Brillante artículo. Gracias.

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