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VALENCIA. Se avecina un otoño complicado, pues a una semana de finalizar las vacaciones vemos como siguen de máxima actualidad dos grandes desafíos para la economía europea que parecen confluir en el tiempo, las crisis Griega y China, cuyas repercusiones pueden ser demoledoras, y su tratamiento, en lugar de ser holístico o integral, esta siendo principalmente sintomatológico, más propio de dirigentes cortoplacistas que de estadistas.

En la Historia cuando hay crecimiento, el comercio, las integraciones mundiales y el  aperturismo político progresan, en cambio en las épocas de grandes crisis el gran Leviathan Hobbesiano se agranda, y las autarquías, el nacionalismo y el totalitarismo crecen. Por eso, ante una crisis tan fuerte como la del 2008, cuyos efectos todavía sufrimos y sus causas en parte subyacen, debemos estar alerta si queremos seguir manteniendo nuestro estilo de vida, dado que tenemos un mal precedente en la crisis del 29 y lo que vino después.

Ante las dos crisis citadas, se han anunciado una serie de medidas como si fueran las definitivas, un tercer rescate en el caso griego para evitar su salida del euro y su quiebra, y un trio de devaluaciones sucesivas para el caso chino a fin de reactivar su economía, mediante el incremento de la exportaciones, aunque me temo puedan ser simplemente un parche y una compra de tiempo hasta nuevos episodios de crisis.

El complejo sistema Chino, economía aparentemente capitalista con un gobierno comunista, se encuentra en una encrucijada económica por la serie de burbujas encadenadas que le amenazan, la de crédito (con el consiguiente endeudamiento) combinada con una inicial capacidad de ahorro, que ha ayudado a la aparición de otras burbujas de activos, desde la inmobiliaria a la bursátil (que va explotando por fases), pasando por otros activos, gracias al dinero barato y fácil de conseguir. ¿Les suena de algo? Todo este entorno, aunque adverso, es mantenido en cierto orden gracias al férreo régimen político chino que controla la vida de sus súbditos.

Por otra parte el tercer rescate griego tiene una serie de condiciones, implementar reformas en casi todas las áreas; en el sector público para lograr la sostenibilidad fiscal (equilibrio presupuestario) y la modernización de las administraciones públicas como prestadoras de servicios esenciales, incluyendo la eficiencia del sistema judicial; en el sector privado para salvaguardar el sistema financiero (por la gran morosidad en la banca) y lograr el crecimiento económico, mejorando la competitividad e incrementando la inversión mediante, entre otras reformas, las laborales, de mercados como el energético o la privatización de activos estatales.

Y ¿por qué tantas exigencias? preguntarán ustedes, pues porque Grecia no era viable como venía funcionando hasta ahora, y con los siguientes datos lo entenderán; el coste financiero de la crisis de la deuda griega, sólo entre los tres rescates y la quita, puede ascender a unos 430.000 millones de euros en los últimos cinco años, mientras que el actual PIB anual griego es de 180.000 millones de euros, por lo tanto es una economía artificialmente sostenida.

Ya sabemos que la UE se inició con el propósito geopolítico de mantener la paz en Europa, poniendo en común los intereses de antiguos enemigos. Es así como se aplicó un gran voluntarismo desde su inicio, y muchos de los problemas de la Unión Monetaria que hoy afloran en forma de crisis de deuda, se deben a la falta de una óptima estructura jurídico-política, como es la necesaria unión bancaria y unión fiscal, ante un excesivo deseo de seguir avanzando sin hacer bien los deberes (cortoplacismo).

Por todo ello, no nos hagamos trampas al solitario y miremos lo que realmente puede haber al otro lado de la colina; en cuanto al tercer rescate griego, no se si será el último pero si que es el primero del que el FMI no confía del todo, pues Grecia tiene un negro horizonte que podría poner en dificultades el cumplimiento del acuerdo del rescate, pues el gobierno populista de Syriza ha adelantado las elecciones por las divisiones internas, al ser elegido con la promesa de no ceder ante la Troika, y haber convocado y ganado un referéndum pidiendo el no a los ajustes, y ha terminado aceptando casi más recortes que sus antecesores de centro derecha; y por otra parte China, que tras colonizarnos (con nuestra aquiescencia) como fabrica del mundo transformada en el gran banco global de divisas, pueda contener, o hacer explosiones controladas, de sus varias burbujas especulativas.

Y así, a la vuelta de las vacaciones, esperemos hacer frente de la forma más democrática y firme a las elecciones autonómicas catalanas y posteriormente a las generales, pues las celebraremos posiblemente en un entorno internacional no muy estable.