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El artículo más caro del periodismo

ANA FUENTES (SEÚL, COREA). 10/04/2011

SEÚL. Mientras en Occidente el periodismo ciudadano se considera una alternativa no siempre fiable, adoptada para ahorrar costes, en Corea del Sur tiene una reputación excelente gracias a él. Yeon-Ho Oh (Gokseong, 1964) es un antiguo reportero de investigación que hace 11 años lanzó una empresa en la que trabajan desde amas de casa a obreros de la construcción pasando por cajeros de supermercado: más de 70.000 coreanos que escriben, corrigen y financian Ohmynews. (Esta entrevista ha sido publicada por la revista 'Consejeros', quien ha autorizado su reproducción por Valenciaplaza.co).

-¿Cómo se le ocurrió la idea de montar un diario así?
-En 1999 llevaba trabajando casi 12 años en la revista mensual Mahl [Diciendo la verdad, en coreano], en el departamento de investigación. Me dedicaba fundamentalmente a cubrir historias sobre los soldados estadounidenses en Corea del Sur y las relaciones Corea-EEUU. No podía trabajar en medios tradicionales porque durante la dictadura militar escribí muchos artículos en contra, pasé un año en la cárcel y me vetaron. Lo bueno de estar en un medio minoritario es que me permitía investigar, entrar en contacto con gente que tenía muchas ganas de hablar, de participar. En Corea del Sur ocho de cada diez medios de comunicación es conservador y sólo el 20 por ciento progresista. Siempre pensé que lo ideal era que fuese 50-50 y que el proceso informativo debería ser más democrático. Así nació la idea de montar un medio basado en los ciudadanos

-Por entonces un diario serio sólo se concebía en papel. Nadie apostaba por Internet en Corea ¿Por qué se decantó exclusivamente por el soporte electrónico?
-De 1995 a 1997 fui corresponsal de Mahl en Estados Unidos y preparé allí mi doctorado. Me di cuenta de que la Red iba a ser el futuro. Cuando volví a Corea le comenté el proyecto a otros compañeros. Pensamos que si enarbolábamos la bandera de la participación, mucha gente se subiría al carro.

-¿Cómo funciona una empresa en la que el 90 por ciento del personal trabaja desde casa?
-Tenemos la central en Seúl y tres delegaciones locales. Empezamos siendo cuatro de plantilla, ahora somos 80. Los dos pilares de Ohmynews son, por un lado el personal fijo y por otro, los propios ciudadanos: más de 70.000, en 100 países de todo el mundo, aunque la mayoría está en Corea. Estos reporteros ciudadanos pueden o bien mandarnos artículos o bien escribir su propio blog usando las herramientas y el espacio de Ohmynews. Los blogs son libres, no nos responsabilizamos de los contenidos. Los artículos, sin embargo, son editados por la redacción, que comprueba los hechos. A día de hoy recibimos más de 200 artículos y unas 500 entradas de blog.

-¿Y cómo le pagan a 70.000 reporteros?
-Depende de la repercusión de lo que envíen. Si su historia es muy importante, reciben 50 dólares. Si tiene una relevancia mínima, tres. No es mucho comparado con lo que pagan los medios tradicionales en Corea, pero nosotros hemos introducido una variable nueva: los lectores contribuyen económicamente cuando les gusta un artículo. Junto al texto siempre hay opción de votar y de hacer una donación con tarjeta de crédito. Y tiene éxito: cada día entre 10 y 20 artículos reciben ese bonus de los lectores. Si pagan 10 dólares, 4 dólares van a parar a Ohmynews y 6 al redactor.

-Pero si los artículos pueden leerse gratis, ¿por qué la gente pagaría por ello?
-Bueno, para apoyar este tipo de periodismo y de modelo de negocio. En Corea es normal, tiene que ver con nuestra mentalidad. Mire, hace unos años un profesor escribió un artículo y más de 7.000 lectores votaron. Recibió 30.000 dólares, casi el salario anual de un coreano de clase media. Posiblemente fuera el artículo más caro de la historia del periodismo, y encima no fue la empresa la que lo abonó (se ríe).

-Así que su empresa va mejor cuanto más interesantes sean los artículos de los ciudadanos y más se impliquen los lectores...
-Efectivamente. La clave es que hemos creado un sistema en el que la gente siente que contribuye. Pero claro, tenemos otras formas de financiarnos, como el llamado Club de los 10.000 socios. Lo creamos hace dos años y es un club de lectores que pagan 10 dólares al mes para apoyarnos y a cambio pueden acudir a charlas sobre temas de actualidad y a seminarios relacionados con la educación y el periodismo. Esto supone el 6% de nuestros ingresos. Este año queremos que se triplique. Además, contamos con una editorial que edita libros de análisis y debate.

-Suena muy idílico pero ¿consiguen beneficios? ¿qué hay de los anunciantes?
-Hemos tenido anuncios de grandes corporaciones coreanas como LG, pero en general son bastante reticentes a contratar publicidad con medios que no le bailen el agua al gobierno. No tengo ninguna prueba fehaciente, pero es algo que se sabe en Corea. Aun así, el 70 por ciento de nuestros ingresos viene de la publicidad y de eventos que organizamos. El 20 por ciento, de la publicación de libros. El 10 por ciento, de las suscripciones y el pago que hacen los lectores por los artículos.

-Ustedes fueron pioneros apostando por Internet hace una década. Sin embargo, ahora Corea del Sur es el país más conectado del mundo. ¿Qué aporta Ohmynews hoy?
-En Internet siempre hay espacio para mejorar. El futuro pasa por la participación y nosotros en eso hemos marcado tendencia. Hace diez años creamos el concepto en el que se basan las redes sociales. Ya estamos posicionados, y creo que esa es la clave. Cada vez habrá más y mejor presencia de los internautas. Las nuevas generaciones en Corea no sólo usan las redes sociales conocidas en Occidente como Facebook o Twitter, sino las propiamente coreanas como Naver o Me2day. Eso no supone un peligro para nosotros. Yo creo que más bien generará una situación de win-win: si ofrecemos buenos contenidos, la gente los moverá en las redes sociales. Este año además vamos a introducir un cambio importante: nos movemos a un edificio de dos plantas en el centro de Seúl. La oficina será un espacio abierto con mesas y ordenadores, parecido a un cibercafé. La idea es que los reporteros ciudadanos puedan venir a escribir cuando quieran y que nadie, incluido yo, tenga sitio fijo.

-Ohmynews se pone como ejemplo de éxito en Corea del Sur. ¿Le han salido competidores?
-Sí, pero todos han fracasado. No se trata sólo del concepto sino de reputación.

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