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VALENCIA (EP). La VIII legislatura comenzó ayer con la constitución de Les Corts, marcada por la presencia de un crucifijo presidiendo la Mesa y por la presencia de simpatizantes del movimiento del 15M. Ambos hechos han acabado con polémica.

A primera hora de la mañana se congregaban una treintena de personas 'indignados' a las puertas de las Corts para pedir un Parlamento libre de "corruptos". Los agentes les impidieron acercarse a las inmediaciones de las dos entradas del Palacio de Benicarló -sede de las Corts- con un cordón policial.

En el hemiciclo, los diputados comenzaron a llegar pasadas las 10.00 horas y se encontraron con que un crucifijo presidía la Mesa de las Corts, junto con la Constitución, el Estatuto de la Comunitat Valenciana y la Biblia, sobre la que Juan Cotino ha jurado su cargo de presidente de la Cámara y que provocó las protestas de los líderes de Compromís y EUPV, Enric Morera y Marga Sanz, respectivamente.

El crucifijo lo llevó el propio presidente de la Mesa, Juan Cotino, que lo trasladó de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Vivienda y Urbanismo para ubicarlo en su nuevo despacho de las Corts. Morera, cristiano confeso, mostró su "incomodidad" por la presencia del crucifijo porque "considera que los símbolos religiosos "no deben de estar en las instituciones". Este "no es lugar" para este símbolo, sentenció.

Por su parte, Marga Sanz, lamentó que en un Estado que se define como aconfesional, "hayamos visto una cruz que, con todo el respeto a aquellas personas que tienen creencias religiosas, presidía el acto de constitución de las Corts". Así, apuntó que ese símbolo "tiene que desaparecer de la Mesa de las Corts por respeto a los valencianos, a nuestra Constitución y nuestro estatuto".

Otro de los que se llevó una sorpresa fue el miembro de Compromís, Fran Ferri, que se encontró a su llegada al hemiciclo con que en su escaño no había butaca. Un asunto que fue arreglado por los trabajadores de la Cámara antes de iniciarse la sesión.

La mañana continuó con la composición inicial de la Mesa, formada por el diputado de más edad, Rafael Maluenda, que había solicitado el crucifijo, y los dos más jóvenes, Fran Ferri y Esther López, de EUPV. Además, la parlamentaria de EUPV Marina Albiol vestía una camiseta con el logotipo 'Rumbo a Gaza', lugar al que ella viajará con la Flotilla de la Libertad; y los diputados de la oposición lucían una chapa sobre sus solapas con el lema: 'Sí al valencià', en protesta por la nueva línea educativa del Consell.

El propio Maluenda abrió a sesión de constitución con una intervención de cerca de 20 minutos en la que felicitó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, su victoria electoral.

En el exterior, la Policía detenía a una joven 'indignada' por negarse a dejar pasar a los trabajadores de les Corts, mientras la tensión crecía porque los agentes les cortaban el paso a la entrada del recinto parlamentario, en cuyo interior se preparaba un ágape para los diputados e invitados que, según comentó EUPV, ha costado "tres millones de las antiguas pesetas".

Tras la intervención de Maluenda, se procedió al juramento del cargo de los diputados que, en el caso de EUPV añadieron a la fórmula clásica de jurar o prometer sobre la Constitución, una promesa para "trabajar por la clase trabajadora, la ética y el valenciano".

PAPELETAS PROTESTA

Posteriormente se pasó, en tres votaciones sucesivas en urna, a la elección de los componentes de la Mesa. En cada una de ellas -primero presidente, luego vicepresidentes y después los secretarios- los componentes de Compromís escribieron en las papeletas las palabras 'democracia, decencia y transparencia', respectivamente, lo que se saldó con la nulidad de sus votos en cada una de las elecciones.

En un intento de la diputada Esther López de que Maluenda leyera lo que estaba escrito en las papeletas, el diputado más longevo de la Cámara le ha indicado a su joven señoría que no tenía turno de palabra. Pero, a partir de ese momento, el diputado 'popular' ha mostrado a ambos parlamentarios -López y Ferri- los contenidos de las papeletas nulas.

Fuera de las Corts continuaban las protestas, que iban subiendo de tono con gritos y silbidos, especialmente en la zona de la calle Navellos, junto a la Casa de los Caramelos, que marcaba el límite de acceso a los indignados.

El ambiente, un poco crispado, desembocó en un enfrentamiento entre la Policía y los manifestantes, que terminó con 'indignados' y agentes heridos, 10 y ocho, respectivamente, según fuentes de ambas partes. De esta manera, la jornada parlamentaria concluyó con la protesta de Esquerra Unida y Compromís por la presencia del crucifijo y la de los acampados por la actitud de la Policía.