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GRUPO PLAZA
REFINANCIACIÓN

La antigua Sedesa apura el preconcurso sin un acuerdo con los bancos acreedores a la vista

JOAQUIM CLEMENTE. 28/09/2011 El lunes se cumplen cuatro meses desde que Ezentis Infraestructuras y Asedes Capital, las dos empresas del antiguo grupo de Vicente Cotino, iniciaron el inicio de negociaciones para salvar la suspensión de pagos

VALENCIA. Ezentis Infraestructuras y Asedes Capital, las dos empresas del grupo Ezentis que formaban la antigua Sedesa de Vicente Cotino, han entrado en la recta final del plazo límite para lograr un acuerdo de refinanciación de su deuda y evitar así entrar en concurso de acreedores.

Las dos compañías anunciaron el pasado 3 de junio que se habían acogido a la situación de preconcurso, una figura recogida en la Ley Concursal que permite establecer un periodo de hasta cuatro meses para negociar con los acreedores bajo el amparo judicial pero sin declarar la suspensión de pagos.

Esos cuatro meses se cumplen este fin de semana y según las fuentes oficiales de la empresa consultadas por ValenciaPlaza.com en Ezentis no hay ningún avance en las negociaciones que apunte a una salida airosa de la situación de su filial de obra pública.

Ezentis Infraestructuras comunicó a la Comisión Nacional Mercado de Valores (CNMV) que se disponía a renegociar su deuda, estimada en 100 millones de euros con la voluntad de alcanzar un convenio con sus acreedores sin necesidad de llegar a la situación concursal.

Los tres meses de negociación y el cuarto en el que se debe comunicar si se han superado las dificultades de caja o se declara el concurso están a punto de expirar. Con todo, los expertos en derecho concursal consultados por este periódico coinciden en que hay un margen a la interpretación de la ley que queda en manos de los juzgados en lo que se refiere a los plazos.

 

Desde el grupo Ezentis ayer se limitan a señalar que, dado el carácter de empresa cotizada, se comunicará a la CNMV la decisión final, si bien se reconocía que los cuatro meses de límite formal están a punto de acabarse. Las mismas fuentes reconocieron que no podían dar ninguna noticia que haga suponer que en los próximos días se pueda anunciar un acuerdo.

Ezentis Infraestructuras y Asedes Capital presentaron el preconcurso "al verse afectadas por la falta de liquidez provocada por el descenso de la inversión tanto en obra pública como privada, los impagos de clientes y la restricción del crédito", comunicó el grupo en su día. La información remitida a la CNMV añadía que "tras meses buscando fuentes de financiación y ante las dificultades encontradas, sus órganos de administración han decidido acogerse al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que concede un plazo de hasta cuatro meses para negociar con los acreedores a fin de alcanzar una propuesta anticipada de convenio".

El grupo informa de que esta situación de preconcurso afecta únicamente al área de infraestructuras y que no compromete la rentabilidad y viabilidad del resto de los negocios, al gestionarse independientemente las sociedades.

Los problemas de Sedesa, y por tanto de Ezentis Infraestructuras, vienen de lejos. El grupo de la familia Cotino, se enfrentó a una grave crisis de financiación hace unos tres años. Entonces, la deuda acumulada le llevó a vender activos (incluido una participación en una empresa de parques eólicos o su parte en Astroc) y a refinanciar su deuda bancaria.

Sedesa y Ezentis hicieron público en junio del año pasado el acuerdo por el que la empresa que presidía entonces Mario Armero, recién dimitido, integrara en su grupo el 100% de Asedes Capital, la tenedora de acciones que controla más de cien sociedades propiedad de la familia Cotino, articuladas alrededor de Sedesa.

En el pacto incluyó todas las actividades nacionales e internacionales del grupo: la obra civil, la edificación, la conservación de infraestructuras e inmuebles, energías renovables y concesiones de distinta índole, incluidas residencias geriátricas. Sólo quedó fuera de la integración la división inmobiliaria. Esta rama de actividad conllevó un deterioro de más de 21 millones por depreciación de activos en las cuentas de Asedes, según la memoria de 2008, la última depositada.

Era una salida para Vicente Cotino, que percibió 30 millones de euros en acciones de Ezentis (el 11% del capital). Ahora aquella decisión se antoja como una huída hacia delante. La persistencia de los problemas del negocio de Sedesa se hizo patente en las cuentas del primer trimestre de este año de Ezentis. Multiplicó por más de dos sus pérdidas, un 135%, hasta cuatro millones de euros, "por el incremento de los gastos financieros tras la integración de Ezentis Infraestructuras realizada en junio de 2010".

"Sin incluir la adquisición de Ezentis Infraestructuras, los ingresos hubieran crecido un 11%, hasta los 47 millones de euros, mientras que el Ebitda también habría sido positivo, con 800.000 euros", destacó entonces Ezentis, que adelantaba que "uno de los principales objetivos para los próximos meses es fortalecer su balance y reducir su deuda mediante planes de financiación, nuevos recursos propios y la rotación de activos no estratégicos."

El auditor de Ezentis mantiene una salvedad en su informe del año 2010 en la que pone en duda la viabilidad de la compañía por la imposibilidad de atender el coste financiero.

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