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VALENCIA. Si la Ciudad de las Artes y las Ciencias supone un derrame de pérdidas anuales graves (51 millones de euros en 2010), la Fundación Palau de les Arts también socava considerablemente las arcas públicas.

Sus elevados costes de personal, aprovisionamiento y otros, como publicidad y promoción, viajes, desplazamientos, suministros... sólo tienen salvaguarda en las aportaciones de la Generalitat. Los ingresos de la venta de entradas y abonos, no son suficientes para el volumen de gasto del complejo musical.

Los gastos de personal en 2010, según los datos de la cuenta general de la Generalitat, fueron de 15,8 millones de euros. Entre ese dinero está el que cobra la intendente Helga Schmitd, 180.000 euros, a los que hay que sumarle dietas que, en el pasado han sido polémicas, porque llegaron a alcanzar los 280.000 euros.

El resto de partidas se reparten entre aprovisionamientos, 7,8 millones, y los otros gastos citados anteriormente, que superaron los 12 millones de euros.

Frente a esto, la venta de entradas y abonos se cuantificaron en 6,2 millones de euros y a través de patrocinios se ingresaron 1,3 millones. Las subvenciones de la Generalitat fueron el punto fuerte de la fundación, que recibió 17,2 millones de euros del Gobierno valenciano.

Una aportación que estuvo por debajo de lo prometido. En total, los gastos presupuestarios fueron de más de 41 millones de euros frente a unos ingresos de 33,7. Atendiendo a la cuenta general de 2010, las pérdidas de la Fundación superaron los ocho millones de euros.

Los sindicatos que representan a los empleados de la Fundación Palau de les Arts han pedido en reiteradas ocasiones a Schmidt que les muestre el plan de viabilidad que, supuestamente, tiene ya elaborado el recinto. Este mismo miércoles hay una reunión entre la dirección y el comité para negociar algunos cambios en las dietas de los músicos cuando se desplazan, momento en el que los sindicatos aprovecharán para reclamar de nuevo más información sobre el futuro.

El Palau de les Arts Reina Sofía ofrecerá en la temporada 2011-2012 un total de 14 producciones operísticas. Schmidt, que ha llegao a plantearse dejar el puesto por el recorte de fondos para ofrecer una programación de calidad, aseguró recientemente que ha tendio que hacer "encaje de bolillos" con el presupuesto, gracias a que los artistas han aceptado reducir su caché y hacer producciones de costes más reducidos. 

Pese a que la llegada del Berklee (escuela de músicos de alto nivel) a Valencia y su instalación en distintos espacios del coliseo, por los que paga 2,5 millones, o la apertura del recinto a eventos privados, bodas incuidas, el descomunal edificio de Calatrava está infrautilizado, mientras que su mantenimiento diario tiene un elevado coste aunque no se celebre nada.

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