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VALENCIA (VP). A poco más de un mes para que la Generalitat Valenciana arranque su 'emisión-renovación' de los 1.500 millones de euros de bonos minoristas se complica la operación ante la actual 'fiebre patriótica' entre las comunidades españolas, que se han lanzado a darle a la 'máquina de papel' bajo el mismo patrón: una emisión a un plazo de uno y dos años respectivamente.

Mientras la Generalitat de Cataluña está a punto de colocar los 3.700 millones de euros -lo que ampliaría la emisión hasta los 4.000 millones-, la Región de Murcia anunció ayer que va a sacar 100 millones de euros -ampliables a 200 millones- en bonos para minoristas, que precisamente va a ser coordinada por Bankia.

Además, alguna que otra CC AA más no descarta la idea de darle a la 'máquina de papel', tal y como han hecho este año -además de Cataluña y Valencia- Madrid, Baleares y Andalucía. Por ejemplo, al Gobierno canario le vencen el próximo 17 de noviembre 70,2 millones de euros en bonos a cinco años y otros 125 millones más el 13 de diciembre del mismo activo y plazo.

A CASTILLA LA MANCHA LE VENCEN 100 MILLONES EN ENERO

Por su parte, la Comunidad Foral de Navarra se enfrenta este mes a un vencimiento de 30 millones de euros en obligaciones a diez años; mientras que a Castilla La Mancha le vencen 100 millones el próximo 31 de enero; y Galicia tendrá que esperar a diciembre de 2012 para devolver 200 millones de euros en bonos a cinco años.

Con los mercados cerrados a cal y canto junto con las contínuas rebajas de la calificación crediticia, las CC AA no tienen más remedio que intentar captar liquidez de manos de los pequeños inversores, pero no de liquidez nueva sino para tapar los vencimientos que se les avecinan.

Si a todo ello se añade la renovada fiebre de 'pagarés de empresa' y la insistente 'guerra del pasivo', lo que está dando lugar a una sobreoferta de las entidades financieras, la situación se complica todavía más.

El apetito minorista por los 'bonos patrióticos' contrasta con la postura de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que en su reciente memoria anual correspondiente al pasado ejercicio advertía que no supervisa tales emisiones porque no cuentan con el pertinente folleto informativo que sí se les exige, por ejemplo, a las compañías que debutan en el parqué, tal y como sucedio recientemente con Bankia y Banca Cívica.