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VALENCIA. Las aguas no dejan de bajar revueltas por la sucesión en la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). "Lo normal, en vísperas de elecciones patronales", asegura José Vicente González, que deja el cargo el 15 de diciembre para centrarse en su condición de presidente de la patronal autonómica Cierval.
La tensa reunión del comité ejecutivo del jueves terminó con un golpe en la mesa para que todos los interesados en alcanzar el puesto de patrón de los patronos valencianos se estuvieran quietos o, por lo menos, se abstuvieran de echar leña al fuego en público o en los medios de comunicación. González quiere entregar el mando a un candidato de consenso. "Estoy convencido personalmente de que lo habrá", insiste.
A su ritmo, el único aspirante declarado, Salvador Navarro, presidente ahora de Cepymev, sigue buscando ser el elegido y entiende que el silencio de máquinas que se ha ordenado va para otro. "Sigo manteniendo mi candidatura y seguiré buscando apoyos, como he hecho hasta ahora", reconoce Navarro.
Responsables de asociaciones y federaciones se muerden la lengua y lamentan la actitud del presidente de la pymes. "Vamos a luchar porque haya un candidato de consenso, pero que tenga fuerza tanto en Valencia como en Madrid", puntualizan.
DESTERRANDO DRAMATISMOS
González se niega a dar un "dedazo" y señalar a su sucesor. "Al final, esto son unas elecciones y, si se tiene que votar, se vota. No hay porque caer en dramatismo". Lo que no le gusta es que algunas personas tensen la cuerda y, además de exigirle que se posicione decididamente con alguno de los aspirantes, lamentan que la organización no esté manteniendo una actitud más activa "con la que que está cayendo en la economía valencia" (intervención de la CAM, crisis del Banco de Valencia, recortes de gasto público de la Generalitat...).
El actual presidente de la CEV no entiende cómo le reprochan ese posicionamiento, ya que no entrar a valorar estos temas es un acuerdo de los órganos de gobierno de la patronal provincial y de la autonómica. "Los que ahora dicen que hablemos son los que estaban callados hace ocho años", cuando empezó a fraguarse la situación actual.
EL RIESGO DE ESTAR EN VÍSPERAS DEL 20N
Además, la proximidad de las elecciones generales del 20 de noviembre obliga de tener mucho cuidado con las manifestaciones que se realicen. "Hay que hacer las cosas teniendo en cuenta los tiempos, porque cualquier afirmación puede ser malinterpretada", comenta González.
En todo caso, todos los relevos en las patronales están acompañados de multitud de conversaciones cruzadas en restaurantes, reservados y palcos de fútbol. A medida que se acerca el día clave, se disparan estos encuentros y es entonces cuando se cierra el acuerdo. Lo dicho, aún queda más de un mes para resolver la situación.
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