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VALENCIA. El ladrillo planta cara. Después de semana y media de especulaciones, la construcción ha presentado su propio candidato a la presidencia de la patronal valenciana CEV. El hombre elegido ha sido Juan Manuel Real. No ha sido ninguna sorpresa ya que era el candidato mejor posicionado, pero tiene el interés añadido de ser vicepresidente de Cepymev, la organización que preside el otro aspirantes: Salvador Navarro.
Relacionado desde hace años con la vida patronal, Real destaca por ser un hombre discreto y prácticamente desconocido. Disfruta del valor añadido de representar tanto a las pymes como al ladrillo, pero tiene en su contra no ser miembro ni del comité ni de la junta de la CEV, aunque sí forma parte de la asamblea.
La relación que mantiene con Navarro es cordial y podría ofrecer un cambio en el equilibrio de fuerzas que, lejos de descabalgar a Navarro en la carrera (ya que sigue siendo el mejor posicionado), Real generaría un grupo de presión constructor que deberá tenerse en cuenta en la formación de la próxima junta directiva.
EL HOMBRE DE LA REACCIÓN
El negocio de la construcción ha pasado en tres años de ser la tierra prometida en la que todo el mundo quería meter el pie a encarnar todos los males de la economía valenciana. Esa es al menos la sensación compartida por muchos patronos de este sector que sienten que se les ha "criminalizado" dentro de la patronal y exigen "un trato más justo".
Juan Eloy Durá, presidente de la patronal de la construcción Fevec e impulsor de una candidatura alternativa para las elecciones patronales del 15 de diciembre, ha sido durante tiempo el eterno candidato de su sector, pero ha preferido pasar el testigo, pero no las armas.
Aunque Durá agrupa al sector como pocos, hace meses que ha planteado distintos candidatos con vocación de consenso. Este fue el caso de Juan Cámara (expresidente de la patronal de obra pública Fecoval y miembro de Fevec), que dio un paso atrás ante la negativa de Navarro de retirarse para dejarle la presidencia.
Durá y sus hombres piden un presidente con influencia en Valencia, pero también en Madrid y Bruselas. Hay que tener en cuenta que la captación de inversiones para infraestructuras va a ser vital para su sector y se niega a cualquier experimento.
Sus críticos le reprochas haber sacado a relucir los "trapos sucios" de la lucha por la presidencia, pero sus partidarios alaban de él su defensa de los intereses de los suyos, los constructores, "porque también son los intereses de la economía valenciana, le pese a quien le pese", aseguran sus afines.
Lo he tenido como jefe hace unos años, y es, probablemente, el mejor empresario del Pais.
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