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                 EDITORIAL. 'Salvem' el Banco de Valencia

03/01/2012 ¿No queda músculo político, económico y financiero suficientes para intentar mantener dentro de la órbita regional a la única entidad bancaria autóctona aun no controlada por capital foráneo? ¿Están haciendo algo por ello la Generalitat, los partidos, las organizaciones empresariales...  o es que todos han tirado ya la toalla y adoptado el sálvese quien pueda?

VALENCIA. La crisis financiera, el pinchazo inmobiliario, la pésima gestión de los directivos, la ceguera de los consejeros, la deuda descomunal de las entidades y, en fin, la flagrante debilidad de la Generalitat durante los últimos años han tenido como consecuencia la práctica desaparición del sistema financiero valenciano (Bancaja, CAM y Ruralcaja).

Solo queda en pie una única entidad financiera significativa, el Banco de Valencia (BVA), pero intervenida por el Banco de España (BdE) y a punto de ser subastada al mejor postor tras una previsible operación acordeón que reduzca a cero su actual capital, expulse de su capital a la totalidad de los actuales accionistas -grandes, medianos y pequeños- y abra paso a un nuevo propietario del banco.

Pero esto todavía no ha ocurrido. Y mientras sea así, queda una posibilida: que todas las instituciones y dirigentes con capacidad para hacerlo hagan ejercicio de coraje para intentar recuperar lo que están a punto de perder. Políticos, financieros y dirigentes empresariales, habituales protagonistas de acciones de lobby para reivindicar públicamente asuntos considerados vitales para la economía valenciana (trasvase, AVE, corredor...), que vuelvan a hacerlo ahora para mantener el banco bajo control regional, con las limitaciones, esfuerzos y salvedades que la situación haga necesarios pero que permita mantener al menos un centro de decisión financiera ‘real' en territorio valenciano.

Es obvio que el banco no ha estado bien gestionado durante los últimos años. Su presidente y su consejero delegado han pagado con su dimisión forzosa las responsabilidades ‘políticas' en que hubieran incurrido y ahora solo la ley dirimirá si existen o no otro tipo de responsabilidades. Los inspectores del Banco de España hurgan en las entrañas de la entidad y su dictamen será clarificador sobre la cuestión.

Tampoco los miembros del consejo de administración han tenido un papel lucido en la evolución última del banco. Es cierto que ellos no han gestionado el día a día de su actividad bancaria, pero con sus votos han sido aprobados nombramientos, la estrategia financiera, grandes operaciones e inversiones, así como las cuentas y balances año tras año. No puede decirse que no estuvieran informados, salvo que el engaño cotidiano fuera la norma en la relación entre gestores y accionistas/consejeros. Ni siquiera debería quedar fuera del campo de las responsabilidades el auditor del banco, responsable último de la certificación y autenticidad de sus cuentas.

Tampoco el Banco de España ha tenido lo que se dice una comportamiento coherente en sus actuaciones vinculadas con la entidad. No de otro modo se puede calificar que en enero de 2011 los inspectores del BdE situaran las pérdidas del Banco de Valencia en 200 millones de euros a realizar entre 2011 y 2012 y tan solo unos meses más tarde situaran la pérdida en 1.000 millones habiendo autorizado entre medias el pago de un dividendo a cuenta en marzo y una ampliación de capital gratuita en abril.

Sin embargo, lo verdaderamente inquietante sería que los actuales administradores de la entidad decidieran realizar una operación -acordeón- de reducción a cero de su capital para su posterior ampliación por el comprador. El BVA sigue siendo un banco rentable que una vez saneado con préstamos a devolver y encargada su gestión a un equipo profesional y competente puede seguir dando beneficios a sus accionistas -grandes, medianos y pequeños (la mayoría de sus cerca de 50.000 accionistas poseen menos de 25.000 acciones)- y, sobre todo, prestando servicios a la economía regional.

El hecho mismo de que cada día se estén moviendo en bolsa volúmenes de acciones que nada tienen que ver con un banco intervenido expresa bien a las claras el interés de los inversores por una entidad a la que ven con futuro (nadie compra ni recomienda comprar algo que podría llegar a valer cero). ¿Va la Comunidad Valenciana a realizar semejante regalo a inversores de otros ámbitos? ¿No vale la pena al menos intentar que este interés que suscita se quede en casa?

Al margen de las responsabilidades que pudieran derivarse de la anterior gestión del BVA y que le han conducido a su intervención preventiva por el Banco de España y el FROB, la economía de la Comunidad Valenciana no puede permitirse prescindir de una entidad financiera ‘nacional' que dé cobertura desde una óptica de solvencia, eficiencia y confianza al futuro de la economía regional.

Aún en crisis, España sigue siendo una de las grandes economías del mundo. Y la Comunidad Valenciana la décima parte de ella. ¿No habría que luchar por conservar una herramienta que permita a los valencianos seguir ocupando esa posición? Si nadie lo hace ¿para qué sirve tener autonomía?

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5 comentarios

jose escribió
03/01/2012 10:44

Los valencianos somos muy de palabrería, pero cuando pides que la gente se rasque el bolsillo,...... desaparece la valencianía. Y lo digo como Valenciano....

SO. ANDRES CASTELLANO MARTI escribió
03/01/2012 10:22

En otro apartado de este periódico los comentarios de LUIS A. TORRALBA, sobre el Banco de Valencia, están de lo más acertados y concisos en la información que dan. Artículo que sumado a este da muchas luces. Y si bien no hacen leña en la directiva, dejan entrever que bien la mala gestión es fruto de la incompetencia, o bien es una maquiavélica intención para que alguien de el pelotazo. Pues si todo cuanto posee aun el banco da potencialmente a las acciones un valor de 1,52 E, esto quiere decir que el timo a los accionistas que han vendido sus acciones es mayúsculo. Y el pelotazo de quien compre el Banco es del 200 al 300 %. Demasiadas cosas le están ocurriendo al banco para que sus accionistas se estén quietos y traguen. So. Andrés Castellano Martí.

Juan Pérez escribió
03/01/2012 10:12

¿Verdaderamente cree el editorialista en la rentabilidad del BVA?¿Si es rentable, está dispuesto a invertir SU dinero en el BVA? O lo que se plantea es que se invierta el dinero de los demás, de todos los ciudadanos, vía impuestos, ayudas etc. Si el BVA ha perdido dinero, hasta la camisa según parece, los primeros que deben padecerlo son los accionistas. Y exigir la responsabilidad que toque a los administradores, BdE y auditores. Solo después deberían utilizar el dinero de los ciudadanos para sanear el banco. Y si hay algún voluntario que quiera poner dinero, que lo ponga.

Comentarista 1 escribió
03/01/2012 09:33

La Generalitat Valenciana no está en condiciones de salvar a nadie, sino que está ocupada en que la salve Rajoy, e intentando por todos los medios que nadie se entere de su situación financiera real, tratando de guardar las apariencias hasta el final.

Josep escribió
03/01/2012 08:55

La proposta de la linia editorial està clara, el que no diu res és respecte a "com" és te que executar eixa proposta. Espere noves lectures per asabentar-nos.

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