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 José Roca (presidente de CEC y de la SGR), José Ciscar (vicepresidente del Consell), Alberto Fabra (presedente de la Generalitat), José Vicente González (presidente de Cierval), Rosana Perán Bazán (residenta de Avecal) y José Manuel Vela (conseller de Hacienda), en un acto celebrado recientemente

VALENCIA. Nadie regala nada. El presidente de la patronal valenciana Cierval, José Vicente González, oficializó el hartazgo empresarial hacia la Generalitat Valenciana por sus incumplimientos e impagos. Escoltado por la plana mayor empresarial, recriminó las respuestas que se están planteando desde la Administración y las entidades financieras ante los principales problemas que acosan al tejido productivo de la Comunitat Valenciana.

González concentró en diez argumentos sus elementos de disgusto y crítica:

1– "No pagar puede no ser ilegal, pero no puede ser normal". Aunque las patronales no se plantea ir a los tribunales "todavía", como reconoció González, Cierval denuncia una deuda de la Generalitat de 25 millones de euros (14 millones procedentes de cursos de formación). La cantidad no obedece a subvenciones o ayudas, sino a la gestión de la formación que se descuenta a los trabajadores de sus nóminas y que Cierval está adelantando sin cobrar nada a cambio desde 2010.

2– "Nos consta que los pagos por formación han sido trasferidos puntualmente por el Estado, pero la Generalitat Valenciana ingresa estos fondos finalistas (destinados únicamente para el destino para el que se transfieren) en la caja única que se utiliza para todo tipo de pagos".

3– "Los pagos de la Generalitat a los proveedores llegarán tarde para muchas empresas, porque han cerrado ya". Aunque las medidas adoptadas por el Gobierno de España para que las comunidades autónomas puedan salvar del cierre a las empresas que ya están al límite de su capacidad de resistir, la medida llega con retraso y de forma incompleta: "las patronales hemos quedado fuera y no hemos obtenido ningún compromiso de pago de ninguna cantidad a ningún plazo".

4– "Si los impagos por la formación no se soluciona rápidamente, se puede acabar con el modelo de interlocución social que tanto ha contribuido a la concordia y a la paz social". La situación es tan compleja, según González, que ha puesto en riesgo la pervivencia de muchas entidades.

5– "Con la Sociedad de Garantía Recíproca, es el momento de que la Generalitat cumpla los compromisos de aportación de capital sin dilaciones, pero también de que las entidades financieras aporten otra parte de capital, porque sin duda obtendrán beneficio de ello y además darán una nuestra de compromiso real con el mundo empresarial valenciano". Por su parte, la propia SGR se compromete a realizar "cuantas reformas sean necesarias para seguir siendo una entidad útil, eficaz y adaptada a los tiempos actuales".

6– "El Banco de Valencia ha dejado de ser como era y, ahora, lo mejor es que se la lleve quien la pueda gestionar mejor. Sea de donde sea". Además, exigió que se tomen las medidas para evitar que el valor de la acción caiga a cero, por motivos "sentimentales", pero también pragmática. "Accionistas no contentos pero que apreciaran positivamente la valoración, equivalen a clientes fidelizados. Los empresarios sabemos bien lo que cuesta conseguir un cliente, lo fácilmente que se pueden perder y lo que vale un cliente fidelizado".

7– "Ante una actitud dubitativa del Gobierno de la nación, queremos reafirmar nuestro apoyo al Corredor Mediterráneo", advirtió González. "Primero, no tenemos nada contra ningún otro corredor, pero el corredor prioritario es el Corredor Mediterráneo, como lo reconoció la propia Unión Europea en octubre de 2011. Segundo, prioritario quiere decir que el primer euro disponible que invierta España ha de ser en el Corredor Mediterráneo. Y en tercer lugar, el corredor en su ejecución debe seguir un camino lógico de norte a sur con sus correspondientes accesos a los puertos".

8– "Manifestamos nuestra disponibilidad y disposición para abordar la revisión inmediata de la Estrategia de Política Industrial (2010-2015) para adaptarla a la situación actual", aseguró González. Los recortes son necesarios, pero "sin industria no habrá crecimiento y sin crecimiento no habrá generación de empleo. Podríamos entrar en una espiral de la que nos costaría muchos años y mucho esfuerzo salir. Lo urgente no debe impedir que hagamos lo importante".

9– "Si pagan a los del Servef por el empleo que generan, no cobran ni un mes". Ante la próxima aprobación de la Ley de Participación, González manifestó su sorpresa al ver que se supedita el cobro de actividades de formación de las patronales y sindicatos al número de alumnos que encuentren un puesto de trabajo al finalizar los cursos. "La idea parece sugestiva y los empresarios estamos acostumbrados a los retos y a trabajar por objetivos, pero siempre y cuando sean unos objetivos razonables" y que apliquen en igualdad a todos, también al Servef, a las escuelas de Formación Profesional o a las universidades.

10– "Menos burocracia y mejor adaptación de los cursos a las necesidades de las empresas y los trabajadores". El patrón de patrones valenciano asegura que las patronales están dispuestas a negociar todo lo que permita mejorar el actual sistema de formación porque "la formación es fundamental para incrementar la productividad y asegurar la productividad de las empresas".

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