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VALENCIA. Lis y Peris, empresa patrimonial de la familia de José Peris, ha iniciado la rehabilitación del histórico inmueble que ocupó el Banco de Alicante en la calle Barcas de Valencia para adecuarlo a un nuevo uso. El número 13 de la principal arteria financiera de la capital está vacío desde hace unos años, cuando la cadena de estética Dorsia dejó de ocupar el bajo y el entresuelo comercial. Los pisos superiores también están libres.

La reforma emprendida del edificio, que cuenta con la más alta protección por su interés arquitectónico e histórico, tiene como objetivo adecuar las plantas superiores a uso hotelero. Según confirmó a ValenciaPlaza.com José Peris, propietario del edificio, la obra se ha impulsado tras cerrar un acuerdo con la empresa valenciana Valencia Flats, que explotará las tres plantas superiores como un hotel 'low cost' y apartamentos turísticos. En total 18 habitaciones y cuatro apartamentos.

Valencia Flats cuenta actualmente es, según los datos que facilita en su web, la primera cadena de apartamentos de vacaciones de la ciudad. Tiene en el mercado 167 apartamentos distribuidos en seis edificios en la ciudad. La empresa, dirigida por el empresario José Castelló, ha firmado un contrato de gestión con Lis y Peris para los próximos 15 años.

Opera con las marcas Rooms, una gama más alta, y Hôme, establecimientos de bajo coste pensados especialmente para gente joven y que se concentran fundamentalmente en el barrio de El Carmen y en la calle La Paz. Se trata de un concepto muy próximo a los tradicionales youth hostels europeos y que en Valencia han conseguido consolidarse como alternativa a los hoteles tradicionales especialmente entre viajeros jóvenes centroeuropeos.

"La intención es terminar las obras en el mes de julio para que la empresa que explotará las tres plantas superiores pueda empezar a explotarlas cuanto antes", explicó Peris. De momento el bajo comercial, que incluye tanto la planta que da a la calle como un entresuelo -en total casi 400 metros cuadrados- sigue vacío, ya que los accesos al hotel se han proyectado por la parte trasera del edificio, donde también se ha montado un ascensor tras obtener los permisos de Cultura y de Urbanismo, necesarios por la protección integral del edificio.

UN EDIFICIO SINGULAR EN PLENA CITY

El número 13 de la calle barcas fue adquirido por Peris al BBVA cuando la entidad cerró definitivamente el Banco de Alicante, que ocupaba este histórico edificio. "En su momento [año 1990] pagué 300 millones de pesetas, aunque antes de la crisis llegaron a ofrecerme por él 3.000 millones [también de pesetas, 18 millones de euros]", explica el empresario. "No me arrepiento", asegura Peris, dedicado a gestionar un patrimonio inmobiliario acumulado durante su vida.

Desde entonces, el bajo comercial solo ha estado ocupado en dos etapas, primero por una firma de moda, Bogi, que acabó dejando el local al no conseguir rentabilizar su tienda. Tras unos años sin ocuparse, la cadena de clínicas de estética Dorsia ocupó el local. "Llegaron a hacer una inversión directamente ellos que no llegaron prácticamente a utilizar, ya que al poco de acabarla decidieron cerrar", relata Peris.

Con la reforma actual, que financia el propietario del inmueble, Peris confía en poner en marcha un edificio al que le ha costado arrancar, tanto por el elevado precio de la renta que implica un bajo en un punto tan céntrico de la ciudad, como por las especiales características del inmueble que impidieron durante años realizar reformas para adecuarlo a usos comerciales.

El 13 de Barcas es uno de los pocos edificios históricos que han sobrevivido en esta calle. Anejo al Teatro Principal, a su alrededor vio desaparecer edificios emblemáticos, como la antigua sede del Banco Hispano Americano (donde ahora está la sede del Santander) o casi una manzana enter aque prácticamente ocupaba la bocacalle de Poeta Querol que ahora separa el Principal de la torre del BBVA, ahora en venta.