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Presencias y ausencias en la junta del Banco de Valencia

LUIS A. TORRALBA/JOAQUIM CLEMENTE (FOTOS: EVA MÁÑEZ). 15/05/2012 Pequeños y grandes accionistas jugaron su última baza para evitar la pérdida de la entidad, acompañados por personajes de diversos ámbitos desde la política hasta la abogacía pasando por el mundo empresarial. (Galería de Imágenes)

VALENCIA (VP). Nunca antes una junta de accionistas del Banco de Valencia (BVA) había despertado tanta expectación como la que se celebró ayer. Ni el hecho de pasarla a un lunes -los últimos años siempre se había realizado en un sábado-, ni la ubicación en el Palacio de Congresos -prácticamente a las afueras de Valencia frente al destino habitual del Palau de la Música- lograron restar afluencia a tan histórica junta.

A lo largo de cinco horas y media -comenzó a las 11:35 y acabó a las 16:57 horas- cerca de cuarenta accionistas tomaron el micrófono para básicamente mostrar su repulsa por la situación que ha llevado a la centenaria entidad a ser intervenida por el Banco de España.

RESPONSABILIDADES PENALES 

Pequeños y grandes titulares de 'bancos de valencia' coincidieron en manifestar públicamente su impotencia, mientras más de uno fue más allá al exigir responsabilidades penales a la antigua cúpula del banco.

Algunos bastantes más vehementes que otros en sus discursos -echando mano en todo momento de la 'valencianidad'-, otros más nostálgicos -recordando que sus acciones han pasado por varias generaciones-, otros sin perder el humor -al grito de ¡Amunt Valencia!-, también los hubo que tocaron la fibra -"mantener la marca del banco es conservar el alma fundacional de la entidad" como apuntó Luisa Carlota de Dios.

Prescisamente fue un pequeño accionista, Enrique Fernández Iniesta, el primero en tomar el turno de palabra para lanzar una pregunta que fue toda una declaración de intenciones: "¿Cómo se puede tener fe en un banco que no atiende a sus clientes?". Fernández declaró que le habían comprado sin su consentimiento un 'producto financiero' -no dijo cual pero todo apunta hacia las preferentes o subordinadas-, por lo que se había dirigido al banco hasta en 16 ocasiones para reclamarlo sin recibir respuesta alguna.

POLÍTICOS, SINDICALISTAS, JURISTAS... 

Tras él fueron tomando el micrófono una larga lista entre periodistas (Francisco Pérez Puche, exdirector de Las Provincias), políticos (Pere Mayor, exlíder del Bloc), empresarios (Vicente Boluda, presidente de AVE), notarios (Alfonso Maldonado), sindicalistas (José María Puchades, de CCOO) y juristas (Vicente Garrido, presidente del Consell Jurídic Consultiu).

Asimismo también lo hicieron ex consejeros del BVA (Àgnes Noguera y Ana González, por el Montepío de Loreto) y representantes de los dos grupos de minoristas (Vicente Simó por Pro Banco de Valencia y Francisco Javier Moya por Apabankval), por citar algunos.

CAUSA COMÚN 

Todos haciendo causa común para evitar lo que parece inevitable: la desaparición del Banco de Valencia como tal.

Además también se dejaron ver -pero sin intervenir- rostros conocidos de la capital como los representantes empresariales José Vicente González (Cierval), Salvador Navarro (CEV), José Vicente Morata  (Cámara de Valencia) y Juan Eloy Durá (Fevec); el líder de Compromís Enric Morera o el abogado Manuel Broseta, entre otros.

NI RASTRO DE LA ANTIGUA CÚPULA 

Pero de la antigua cúpula del Banco de Valencia (José Luis Olivas, Domingo Parra, Aurelio Izquierdo y Antonio Tirado), ni rastro. Como tampoco del principal accionista como es el Banco Financiero y de Ahorros (BFA).

Entre los antiguos consejeros del Banco de Valencia que no se les vio en la junta destacó Celestino Aznar, mientras otros como Marita Boluda, Federico Michavila, Maite Girona, José Luis Quesada y Silvestre Segarra sí que estuvieron presentes, pero no tomaron la palabra salvo el último, que por alusiones se vio obligado a hacerlo. Segarra coincidió con Agnès Noguera a la hora de manifestar que él no dio nunca órdenes, pero allí estaba dando la cara.

Al igual que los otros 566 accionistas allí presentes -y 12.322 representados-, lo que supuso el 79,77% del capital social del banco, que acabaron dando su aprobación a la reestructuración propuesta por el FROB, cuyo administrador y presidente de la junta -Juan Antonio Iturriaga- trató de 'consolarles' con un mensaje de optimismo para el futuro, pero que para mucho sonó más a una sentencia: "Que el futuro sea halagüeño para todos". 

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