Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• PSPV, Compromís y Podemos presentan la proposición de ley para recuperar RTVV 
• El Gobierno manchego recurrirá el nuevo trasvase del Tajo al Segura
• Montiel (Podemos), con 67.500 euros, el portavoz con más retribuciones en 2014

VALENCIA. Nuevos tiempos, nuevos proyectos. La propuesta de creación de una zona franca en el municipio de Paterna que el alcalde de la localidad, Lorenzo Agustí, y su concejal de Hacienda, Contratación, Patrimonio y Empresa, el empresario Manuel Palma, están presentando a los representantes empresariales valencianos se enfrenta a no pocos problemas burocráticos y políticos, aunque parte de un calendario que espera empezar a dar sus frutos para las próximas elecciones municipales, previstas para el 24 de mayo de 2015.

Después de cinco meses de elaboración de estudios y de la redacción de los aspectos urbanísticos, técnicos y justificativos de la propuesta para convertir los antiguos cuarteles de La muela en la quinta zona franca de España, el pistoletazo de salida se dará la próxima semana, con la presentación de la solicitud oficial ante el Ministerio de Hacienda.

"El objetivo es que a finales de 2013 se hayan completado los trámites y sea aprobado por el Consejo de Ministros", señala Palma. De este modo, en 2014 ya se podrán poner en marcha las obras de adecuación y comercialización del millón de metros cuadrados disponibles. Aunque reconoce que el proyecto no podría estar completado para las elecciones de municipales de 2015, los ciudadanos podrán constatar que ya está en marcha.

POSIBILIDADES DE INVERSIÓN

Los primeros contactos para la implantación de empresas ya se han iniciado, como muestran los acuerdos alcanzados con las autoridades económicas de la provincia china de Wuxi para que establezcan centros productivos en la futura zona franca. De este modo, se prevé generar más de 10.000 empleos directos y un gran número de indirectos.

La intención de los inversores chinos, en su mayoría empresas de productos de calidad, es poder realizar el ensamblaje y montaje de las piezas en España y comercializarlas como europeas, debido a la mala fama de la producción Made in China. Además, la condición de zona franca evitaría pagar los impuestos exigidos por la aduana española al llegar a puerto, aplazándolos hasta la salido de los productos de la propia zona franca, cuando ya estén vendidos.

De acuerdo al plan previsto, la puesta en marcha de las empresas instaladas coincidiría con la ejecución del Corredor Mediterráneo, según las previsiones transmitidas desde el Ministerio de Fomento, que actualmente tiene previsto licitar un tercer carril ferroviario de ancho europeo que llegará inicialmente desde la frontera francesa hasta la provincia de Valencia.

En favor de la buena predisposición del Gobierno central a la iniciativa se apunta que los terrenos son del Ministerio de Defensa, ya desafectados, lo que le permitiría al Ejecutivo encontrar una inesperada fuente de ingresos frente el estado actual del negocio inmobiliario.

OBSTÁCULOS BUROCRÁTICOS

Aunque el proyecto así planteado cuadra, lo cierto es que su camino no se prevé tan fácil por motivos ajenos a las bondades de la iniciativa, basada en la industria y desde un planteamiento económicamente más meditado que otros de los grandes proyectos ejecutados en el pasado. La burocracia, la falta de financiación de las administraciones públicas y los equilibrios de poder en el Partido Popular pueden terminar por meterle palos en las ruedas.

Respecto a su tramitación, hay que tener en cuenta que actualmente hay en España sólo cuatro zonas francas que se establecieron en su mayoría en la primera mitad del XX: Cádiz (1929, pero puerto franco desde 1829), Barcelona (1916), Vigo (1947) y Gran Canaria (1998, pero puerto franco y de régimen especial desde 1852).

Sin embargo, Valencia sí cuenta con uno de los cinco depósitos francos del país, gestionado en este caso por concesión administrativa por FCC, en el que se almacena para tránsito portuario productos que no tienen como destino Europa. Esta instalación, situada en el acceso sur del puerto junto a la nueva Zona de Actividades Logísticas (ZAL), sería tenida en cuenta para trabajar conjuntamente y ofrecerse apoyo mutuo, según Palma.

Sobre la posible candidatura de la propia ZAL para acoger la zona franca, Palma asegura que no tiene un tamaño suficiente, a pesar de sus 683.232 metros cuadrados escasamente utilizados. A pesar de que la instalación portuaria estaba terminada desde hace casi 10 años, los problemas surgidos entre las distintas entidades responsable del mismo (la estatal Sepes y la autonómica Sepiva) ha comercialización no se ha podido realizar hasta hace poco más de un año, ya en plena crisis.

SUSPICACIAS POLÍTICAS

Con la propuesta ya presentada, sus impulsores quieren seguir haciendo lobby para convertir la iniciativa en "un objetivo estratégico tanto empresarial como político para la Comunitat Valenciana que capitanee el presidente Alberto Fabra", como apunta Palma. Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso advierten que la figura de Agustí despierta recelo en la Generalitat, donde se le ve como un potencial aspirante al cargo que actualmente ocupa Fabra.

De hecho, Agustí amagó con presentar una candidatura alternativa a la del presidente en el último congreso regional de la formación que finalmente no se concretó. En todo caso, Agustí no ha entrado de forma directa en los enfrentamientos que se han producido entre las distintas tendencias del partido, pero su crecimiento a la sombra de Francisco Camps y sus relaciones cordiales con el presidente provincial Alfonso Rus (pese a no haberle incorporado a su equipo en la Diputación provincial) no le sitúan entre los hombres de mayor confianza de Fabra.

Propulsar un proyecto de esta envergadura catapultaría la imagen de Agustí y le permitiría obtener unos réditos electorales en 2015 que podrían destacar frente al desgaste que la crisis puede hacer al Partido Popular a escala autonómica, según distintas encuestas con las que trabajan los partidos.