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INSTALACIONES ABANDONADAS

El 'otro' barco varado en
la playa de Pinedo

A. MOHORTE. 26/10/2012 El último resto de la extinta escuela de estibadores permanece abandonado después de casi 30 años de su construcción 


VALENCIA. La retirada de los barcos encallados durante el pasado temporal marítimo ha animado a muchos curiosos a acercarse a la playa de Pinedo de Valencia para ver sus imponentes estructuras a escasos metros de la arena. Sin embargo, no son los únicos que han estado encallados en la zona, ni los que más tiempo han permanecido en el lugar.

En la playa de Morro de gos, a escasos centenares de metros hacia Valencia, otro buque de más de 80 pies de eslora (unos 40 metros de largo) espera su destino desde hace casi treinta años. En su caso, no vino del mar, sino que fue construido en hormigón como complemento de la Escuela de Estibadores, un centro de formación que nunca llegó a abrir sus puestas.

El complejo original estaba formado por una serie de edificios, fruto de la remodelación que en los años 80 se hizo de la zona, y que también permitió la renovación de los chiringuitos de la playa, una de las pocas fases del proyecto que aún sobreviven.

FRACASOS Y ABANDONOS

Además de las aulas y los servicios administrativos, el complejo contaba con esta estructura que debía servir para realizar las prácticas de carga y descarga de buques. Con este objetivo, además de la imponente estructura del casco, la instalación reproducía a escala real la cubierta de un carguero, sus bodegas, compartimientos y otros espacios idénticos a una nave como las que fondean en el puerto de Valencia.

El complejo se concluyó, pero nunca llegó a tener uso por los problemas normativos que generaba su proximidad a un espacio protegido como el de la dehesa de El Saler y la condición que adquirió como arma arrojadiza de la oposición contra el entonces gobierno socialista de la Generalitat. La victoria electoral del Partido Popular en la Comunitat Valenciana hizo que se zanjara el futuro de la instalación ordenando su demolición parcial en 1997.

Propiedad de la Conselleria de Infraestructuras (entonces Conselleria de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes), la nueva administración decidió conservar el arca para destinarla a Centro de Información de la Zona Marítima del Parque Natural de la Albufera. Con este fin, fue adaptado en 2000, añadiéndole un cerramiento en la popa, cubiertas de cristal y madera, además de otras obras de adaptación para que dispusiera de salas de audivisuales, laboratorio, oficinas y zona de exposiciones.

EL MERCANTE SOLITARIO

Sin embargo, este tampoco iba a ser el destino de la construcción, que terminó por ser ofrecido a la Cofradía de Pescadores del Palma, aunque estos renunciaron a él por el deterioro que ya presentaba entonces y los altos costes de mantenimiento que exigía. Aunque la obra contó con vigilancia durante algún tiempo, finalmente se dejó a su suerte hace casi una década, con lo que ha sufrido diversos episodios de vandalismo.

El deterioro ha ido en aumento en los últimos años, tras el abandono en 2010 del contiguo Colegio Sebastián Burgos, situado en zona de dominio marítimo terrestre por el retraimiento de la costa a causa de las obras de ampliación del puerto de Valencia.


De hecho, uno de los muros del colegio quedó a la orilla del mar, lo que afectó a la cimentación, generando grietas en las columnas, desprendimientos de techos, paredes y vigas. Esta situación llevó al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a financiar con 506.873 euros el derribo en marzo de 2012.

Así fue que el barco quedó sólo, dando la imagen de un buque encallado cada vez más cerca del mar por la pérdida de arena. Sin utilidad definida y en franco estado de abandono, de no darse una utilidad al complejo, la Conselleria de Infraestructuras deberá decidir si mantenerlo en pie o iniciar su demolición por estar a menos de 100 metros de la línea orilla, como establece la Ley de costas.

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