X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
BLOG: HABLA POR TI

Mariano Rajoy, el hombre que dice que 'se paga sus trajes'

A. MOHORTE. 03/02/2013 El presidente del Gobierno domina la tensión y opta por amarrar al electorado ‘pata negra' del PP negándolo todo con vehemencia y atacando a su rival en las urnas, Alfredo Pérez Rubalcaba

VALENCIA. La sede el Partido Popular a las 12:30 de la mañana del sábado era un hervidero. Los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del partido habían flanqueado con rostros de inquietud y pocas palabras un muro de periodistas a las puertas de Génova, 13, mientras que a unos metros, el presidente del partido y del Gobierno de España accedía al edificio en coche oficial por la puerta del garaje.

El objetivo era evitar a Mariano Rajoy las preguntas de los informadores y concentrar su respuesta en los 15 minutos de reunión que se emitirían por circuito cerrado a la sala de prensa y, desde allí, a todos los ciudadanos. Tanto las alocuciones de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, como de la tesorera del partido, Carmen Navarro, quedaría limitadas a los presentes en la sala, al igual que el debate posterior.

Siguiendo su costumbre, Rajoy alejaba de este modo tener que dar ningún tipo de explicación que no fuera su discurso, dejando las preguntas de los periodistas para la rueda de prensa conjunta que, forzosamente, tendrá que ofrecer el lunes en Berlín, junto a la canciller alemana Angela Merkel. Una decisión arriesgada, por el peso político de su interlocutora y por haber sido el azote de Hetmul Kohl, cuando el líder de la unificación se vio inmerso en un escándalo de financiación irregular de su partido, la CDU, descubierto en 1999.

A la ventaja evidente de poner tierra de por medio se suma el hecho de poder reducir con esta decisión el tiempo de la rueda de prensa a unas dos o tres preguntas, frente al interrogatorio en toda regla que habría padecido en Madrid a manos de los periodistas que llevan siguiendo su trayectoria desde hace años y de los autores de las informaciones publicas en El País y El Mundo sobre el escándalo que le salpica.

PRIETAS LAS FILAS, MENOS JAVIER ARENAS

La señal de video se activó cuando el presidente estaba ya en el atril y se disponía a iniciar su declaración, privando a los observadores ajenos al comité de determinados detalles, como el abandono por parte de Javier Arenas de su puesto en la presidencia. El objetivo era tan prosaico como evitar que su cabeza asomara en el tiro de cámara y sólo se descubrió al verle aparecer por el extremos contrario de la fila en el momento en el que Rajoy volvió a su puesto y Arenas tomó asiento a su izquierda.

A lo largo del cuarto de hora en el que Rajoy negó la veracidad de los "papeles apócrifos", defendió su gestión, disparó contra el líder de la oposición y reiteró su compromiso en "la lucha para sacar a España de la crisis", el presidente reafirmó su condición de hombre impasible y echó mano de una concreción en sus respuestas que no resulta habitual en el político gallego. Un planteamiento que recuerda al que tomó el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el fondo aunque no en las formas en el llamado 'caso de los trajes', también vinculado al caso Gürtel.

Ni en su tono de voz ni en ningún gesto (a excepción de varios guiños involuntarios del ojo izquierdo al decir, por ejemplo, "dinero negro" en el minuto 6:30) se apreció el más mínimo nerviosismo, aunque, evidentemente, la procesión iba por dentro. De hecho, llegó a justificar esta frialdad al advertir literalmente: "Lo estoy leyendo, porque no quiero pronunciar una palabra más alta que otra", por si el clímax de su intervención, que se había producido en el párrafo inmediatamente anterior no había resultado suficientemente rotundo.

A QUIÉN HABLÓ RAJOY

Los destinatarios de su alocución eran todos los españoles a los que se les han pedido sacrificios, pero los que se planteaban como público preferente eran los votantes del PP que puedan desmovilizarse tras el escándalo. El aspecto es clave no tanto por que puedan irse a otro partido (difícil en un votante conservador), sino porque en las últimas elecciones la victoria se debió al derrumbe del PSOE que a la captación de voto nuevo en el PP, como se puede ver al comparar la cosecha electoral de 2011 con la de 2008.

Por contra, no se cita a ningún colaborador (salvo en el saludo inicial) ni antagonista político o relacionado con las denuncias de corrupción. El motivo esté en no restar protagonismo al propio líder ni para bien ni para mal del señalado. De hecho, la mención más directa es la que se refiere a Alfredo Pérez Rubalcaba, al que se le caracteriza exclusicamente como "jefe de la oposición", sin apuntar siquiera el partido.

Si Rajoy hubiera tenido que poner un titular a su aparición habría optado sin duda por el que eligió el partido para la nota de prensa y la página web: "Es falso". El mismo que han elegido distintos diarios (entre ellos, La Razón) para sus portadas. Sin embargo, no evitó utilizar determinadas técnicas para dar a la exposición un tono épico, evidenciado al repetir enfáticamente por dos veces la frase: "Yo creo en la Justicia" en la recta final del discurso.

SECCIONES DEL DISCURSO

El discurso cuenta con seis secciones fundamentales:

#1 Compromiso personal en despejar cualquier tipo de duda sobre el partido y sobre él mismo (del minuto 0:00 al 3:00 de la intervención). Para ello anuncia una investigación y la decisión de ofrecer al escrutinio público sus declaraciones de la Renta, de Patrimonio "y cuanta información sea relevante a estos efectos" a partir de la próxima semana a través de la página web de La Moncloa, concediendo a las acusaciones una condición de asunto de Estado y no sólo de partido.

#2 Negación pormenorizada de las acusaciones (del minuto 3:00 al 5:00): cuenta "particular" en Suiza y entrega de "presuntos" sobres ("Ahora las infamias se disfrazan de presuntas"), además de la identificación de los beneficiarios de la situación generada "que inflama el fariseísmo más descarado de quienes piensan que tienen algo que ganar en este rio revuelto".

#3 Defensa personal (del minuto 5:00 al 7:45). Es en este punto en que más se juega, ya que se desnuda sentimentalmente y, además de negar con vehemencia las acusaciones ("Es falso"), razona su respuesta desde un punto de vista práctico y de filosofía vital: "No he venido a la política para ganar dinero ni para engañar a Hacienda"; "No quisiera tener que decirlo, pero me están obligando: Yo sé ganarme la vida"; "Ganaba más dinero en mi profesión que como político", lo que reconoce que le da "cierto pudor"; o "Vine perdiendo dinero, pero ocurre que para mi el dinero no es lo más importante en la vida. Para otros, no lo sé. Para mi, no".

#4 Rechazo de la dimisión (del minuto 7:45 al 10:50): "Si alguien piensa que, mediante el acoso, yo me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, tengo que decirle que se equivoca". A partir de esta frase ofrece su plan de futuro y el de su gobierno para los españoles. Resulta interesante como se detiene a la hora de referirse a la Presidencia del Gobierno, ya que no la cita por su nombre ni como algo propio sino como "la tarea que los españoles me han encomendado" y no como un puesto al que él se hubiera postulado, proyectando su imagen de modestia y voluntad de sacrificio.

Además, en este punto incardina su papel de presidente con el proyecto de su Gobierno, del que reconoce que no está dando resultados ("Yo sé que todavía no se ven los frutos"), pero para el que pide tiempo, defiende su honestidad, su actuación al detectarse irregularidades en el partido "con un alto nivel de exigencia que nadie ha igualado" y su rechazo a cualquier intento de amedrentamiento con "técnicas de agitación".

#5 Contraataque (del minuto 10:50 al 12:20): Sus oponentes y los responsables de las acusaciones "sólo van a sacar el mal que esparcen". Lamenta el daño que esta situación está causando a su persona, al partido, al Gobierno y a España y promete no quedarse "con los brazos cruzados". Lamenta "muy sinceramente" el comportamiento del jefe de la oposición (el aspirante mejor situado para pretender su cargo) por el crédito prestado a las "insinuaciones", sin calibrar el efecto que pueden tener para el país.

#6 Valores y futuro (del minuto 12:20 al 15:01): A modo de conclusión, Rajoy eleva el tono épico y declama máximas como "Yo creo en la Justicia"; "Creo en la política"; cita el futuro que se ha de dejar "a nuestros hijos"; que "la sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que ningún español pierda la presunción de inocencia"; y concluye que las acusaciones no van a distraer al partido y al Gobierno de sus obligaciones: "la lucha para sacar a España de la crisis, para crecer, para crear empleo y para devolver a los españoles la esperanza en el futuro".

_____________________________________________

Alvaro Mohorte es periodista y autor del blog Habla por ti

 

Noticias relacionadas

Comparte esta noticia

1 comentario

04/02/2013 09:08

Sr Rajoy los que podemos nos pagamos nuestros trajes ¿procedencia del dinero? cada uno sabe de donde lo saca.Es mejor pagarse los trajes a que te los paguen incluidos cumpleaños de los niños,viajes y el coche del "gatito" (Jaguar).Pero, ese no es el problema con solo la duda uno se debe marchar de la política pero eso solo ocurre en los cuentos y novelas.- Atte Alejandro Pillado Marbella 2013

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad