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OPINIÓN

Poco nos pasa

JOSÉ MARÍA GUIJARRO. 09/08/2013 "Una reducción salarial haría que las economías domésticas redujeran considerablemente el consumo, provocando el cierre de innumerables establecimientos..."
VALENCIA. El vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, defendió este miércoles los recortes salariales de hasta un 10% propuestos para España por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y pidió a sindicatos y patronal un gran acuerdo para ello como fórmula para combatir el paro. "Los actores que lo rechacen frontalmente cargarían sobre sus hombros con una enorme responsabilidad nacional por los costes sociales y humanos", aseguró Rehn en un artículo publicado en su blog.

Hace muy poco el profesor Gian-Lluís Ribechini afirmaba que posturas como éstas le llevaban a la memoria una histórica actuación en sentido opuesto que realizó en 1914 Henry Ford cuando incrementó el salario por hora de sus empleados en más de un 100% (pasó de 2.34$ a 5$ al día), que además se acompañaba de una reducción del horario laboral diario de 9 a 8 horas, en lo que se podría considerar fue "la innovación en retención del talento de la época".

Esta decisión permitió un decremento sensible de la rotación de sus empleados, así como, una disminución de los costes de reclutamiento y formación que provocaba la alta rotación que sufría en su empresa; y cuya consecuencia más relevante fue el incremento de los beneficios que pasaron de 30 millones de dólares en 1914 a 60 millones en 1916. En 1922 Ford escribió: "El pago de cinco dólares al día por una jornada de ocho horas ha sido una de las mejores actuaciones de reducción de costes que hemos tomado". Sin duda Henry Ford fue un gran innovador en sistemas de gestión para su época.

Evidencias como estas hay muchas en la historia económica, pero en la actualidad, la I+D y la innovación no existen para el FMI, ni para las distintas Administraciones de nuestro Estado como vías para el crecimiento económico ; de hecho, para el FMI el crecimiento se conseguirá: reduciendo salarios, reduciendo cotizaciones sociales de las empresas y aumentando impuestos. Para el Gobierno de España y para nuestra Comunidad Autónoma de igual forma todo queda reducido a una palabra: recortes.

Hay pocos temas en los que todos los españoles se manifiesten de forma unánime, además de en el fútbol. Una de ellas es la afirmación de que la solución a la actual crisis pasa por la inversión en innovación, I+D y por la exportación. Por tanto, aunque parezca mentira, tenemos un punto de consenso. Sin embargo, si existe esta unanimidad, ¿por qué no estamos ya recorriendo ese camino?

Las partidas de ciencia han sido, tradicionalmente, las que más se han alejado del gasto prometido estos últimos años. De hecho han sido las primeras en sufrir los acuerdos de "no disponibilidad" que han ido aprobando los distintos responsables de hacienda. Pero hay otro motivo. Muchas empresas no han podido optar a las ayudas públicas en I+D por la estrechez económica en la que se encuentran o por los impagos de expedientes de proyectos que desarrollaron y que datan ya de hace más de tres años. Los departamentos de investigación y desarrollo han sido de los primeros en verse afectados a la hora de realizar ajustes. De este modo, todos esos fondos no se llegan a concretar y retornan teóricamente a los presupuestos del año siguiente. A medida que se ha apostado por los incentivos a la investigación por encima de las subvenciones han crecido las partidas que quedan sin concretar, aún así el único plan que se ha presentado por el Gobierno Valenciano insiste en los mismos términos.

Hasta la saciedad se habla estos días del término "rescate" y si una de sus acepciones es "actuar para paliar un riesgo" ¿Por qué no se rescata la innovación nacional y por ende, la valenciana?.Hemos pasado de ser un referente nacional a vernos situados en el entorno de la incertidumbre que impera en todo el Sistema Regional de Innovación.

Es sorprendente que no se proponga la innovación para colocar al país o a una Comunidad Autónoma en una senda de crecimiento y competitividad cuando existen innumerables estudios, como el titulado "La relación entre innovación y variación de los precios" publicado por la revista Economía Industrial del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que demuestran que la innovación es beneficiosa para la economía de un país, porque el incremento de productividad que produce la innovación provoca una reducción del coste, pero el efecto en el incremento de la calidad y en el valor añadido de los productos y servicios son factores que pueden provocar un aumento de la demanda por parte de los consumidores y en consecuencia la necesidad de contratar a más personal.

La solución no es subir los tipos impositivos o seguir reduciendo aún más los salarios, sino aumentar el consumo de los productos y servicios que tributan con un mayor valor añadido. Una reducción salarial obviamente haría que las economías domésticas redujeran considerablemente el consumo en todos los aspectos, sólo hace falta ver el cambio de tendencia que ha habido en el pequeño y mediano comercio urbano como principal afectado de la crisis económica que ha llevado al cierre de innumerables establecimientos. El hecho de que las empresas comercialicen productos y servicios verdaderamente innovadores, o que den a los clientes el valor por el que están dispuestos a pagar más; es lo que debería ser objeto de consideración porque eso es lo que generará más ingresos fiscales.

Así como Henry Ford consiguió aumentar sus beneficios con la "innovación en retención del talento", las empresas pueden incrementar sus ingresos y beneficios innovando en sus productos, en sus servicios, en sus procesos o en sus modelos de negocio; y así también seguir su ejemplo incrementando el salario de los empleados que las ayudan a innovar.

Sin duda, hace falta que nuestros dirigentes aprovechen estas vacaciones para darse un pequeño baño... pero de ¡economía básica!

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1 comentario

Al loro escribió
10/08/2013 17:40

Este es uno de los gurus del I+D de nuestra comunidad: Un supuesto economista enchufado que alguien puso de director en un instituto tecnológico quebrado. Por favor señores de valencia plaza: si quieren que alguien les hable de I+D porgan a un investigador con experiencia reconocida en proyectos con empresas y con una cartera de patentes y/o royaties demostrable. Todo lo demás es bla,bla,bla de este señor que no ha sabido llevar a buen puerto el instituto donde trabaja.

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