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Así es Xufatopía, la horchata que te espera al llegar a casa

Con las mismas cualidades que las bebidas de horchatería, Xufatopía by Panach puede permanecer un mes en la nevera sin alterar sus propiedades, y por ello es perfecta para el consumo doméstico.

| 07/07/2023 | 5 min, 44 seg

Juguemos a imaginar, porque el verano es para jugar. Después de un día en la playa, todavía con salitre en el pelo y arena en los pies, la merienda de la infancia vuelve a cobrar sentido. Pues bien, el ejercicio de nostalgia ya no requiere salir de casa para visitar una heladería. Hace tiempo que el consumo de horchata se ha trasladado al hogar, sin necesidad de renunciar a la frescura ni al sabor, porque hay una fórmula que resiste al envasado y a la nevera. Las mejores características organolépticas se quedan en la botella, gracias a una empresa valenciana de larga trayectoria y receta ancestral. La madre de todas las horchatas es Xufatopía By Panach, que garantiza el sabor de toda la vida, pero una mayor practicidad en casa o donde quieras llevarla.

¿Sabes cuando llegas tarde a casa y tu madre te está esperando? O tal vez seas tú quien se queda despierta hasta que los más jóvenes entran por la puerta. Pues algo así pasa con Xufatopía By Panach, la marca responsable de que en el frigorífico de cualquier domicilio puedan encontrarse botellas de horchata con el mismo sabor que la original. Y también la responsable de que se pueda transportar fuera de casa, ya sea un pícnic en la playa o en un parque, o para una tarde de oficina entre quienes todavía trabajan, gracias a los envases fácilmente transportables. La inversión en innovación por parte de la empresa valenciana By Panach ha propiciado varias investigaciones, hasta dar con el método de envasado adecuado para que este producto ancestral no pierda propiedades.

En palabras del propio José Ramón Panach, segunda generación horchatera,”hemos cubierto un espacio que la gente estaba reclamando”, porque nada tiene que ver con otros intentos anteriores.“Ha habido un exceso de horchatas envasadas que, a los que reconocemos y apreciamos su sabor, no nos convencía”, admite Panach. Por eso, en su empresa se pusieron manos a la obra y descubrieron, I+D mediante, que envasar al vacío y sin oxígeno permitía ampliar la fecha de caducidad. “La horchata pasa de mantenerse cinco días a todo un mes, siempre y cuando no se rompa la cadena de frío”, explica. Lo dice alguien con un sentimiento de pertenencia brutal, criado dentro de una horchatería,  cuya obsesión ha sido que el sabor “sea el original”. Y parece que lo ha conseguido, porque Xufatopía by Panach prevé vender más de cuatro millones de botellas en 2023.

Un mundo de sabores

Hablamos de un producto con multitud de posibilidades, que tiene el valor añadido de ser una bebida sin gluten, sin lactosa y origen 100% vegetal, algo que el consumidor valora mucho en la actualidad. Sana, saludable y de proximidad, en el caso de todos los valencianos, pero no así en el del resto de España. Son muchos los visitantes que quedan prendados de esta receta autóctona y quieren rememorar en sus hogares, repartidos por toda la geografía española, el sabor que les conquistó y las tardes a la fresca. Xufatopía By Panach se lo quiere poner muy fácil a quienes meriendan en el barrio de Triana, Gràcia o Malasaña, “porque en Andalucía, Cataluña y Madrid tenemos mucho público. Y a ellos les ofrecemos un producto tradicional en sus mismos domicilios”, asegura Panach.

Además, la innovación no acaba ahí. La madre de todas las horchatas, que está detrás de todas las que se venden en los lineales de las grandes superficies, tiene una peculiaridad: es fácil incorporar un sabor distinto, como fresa o chocolate. Una costumbre que, hasta la fecha, solo se practicaba en los establecimientos de Alboraia, donde se suele añadir una bola de helado sobre la propia bebida para disfrutar de infinidad de combinaciones -siempre que el vaso lleve una bola, sea del sabor que sea, estamos ante un flotaor-. “No sabíamos cómo hacer eso en horchata envasada, pero descubrimos un camino y lo recorrimos. Ahora disponemos de horchata con sabor a cúrcuma o café”, desvelan.

La horchata es una bebida que, aunque hunde sus raíces en la noche de los tiempos, se adapta perfectamente a las nuevas circunstancias. No solo por ser totalmente vegana y no tener gluten ni lactosa, sino también por el modelo de consumo en relación a la vida moderna. Así, Xufatopía by Panach es una marca que surge del deseo de un hombre bien pegado a la tradición, pero sumamente emprendedor, que ha querido distribuir la horchata por todos los hogares y hacer más accesible este producto de su tierra. Al final, ha logrado que la bebida salte de los campos de l’Horta Nord al mundo entero, lo que tiene mérito, dado que su negocio primigenio era continuar con la horchatería familiar.

Una historia arraigada

“Somos horchateros de pura cepa, es lo que hemos vivido desde pequeños”, comenta Panach. Y literalmente: su padre, José Panach Riera, fue quien decidió, en 1970, construir la primera máquina  para recolectar chufas. Quería aprovechar la producción de su propio campo para ofrecer un producto de mayor calidad en la horchatería que regentaba, y así es como nació la vertiente comercial del proyecto. José Ramón echó los dientes en el local que su familia abrió en Alboraia. Tanto él como sus hermanas, Amparo y Rosa, se unieron a la empresa en 1989, con el firme propósito de diversificar la oferta e incorporar las nuevas tecnologías. Si bien profundizaron en el I+D de producto, nunca olvidaron de dónde venían ni descuidaron la horchatería: el establecimiento va a cumplir 52 años.

En 2013 apareció la primera horchata envasada; tres años después, llegaría la horchata fresca embotellada. Decidieron llamarla Xufatopía By Panach, marca divertida y creativa, que apuesta por la innovación y jamás renuncia a la tradición. También una promesa de recuperar las tardes de merienda en Alboraia en los hogares de todo el mundo, o tal vez de trasladar esa costumbre al parque o a la playa, donde resiste a la perfección. Y es que las familias de ahora son muy diferentes a las de antes, pero algo no ha cambiado: las madres, y también los padres, son como la horchata. Siempre te esperan al llegar a casa.

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