El Ateneo Mercantil y otras 17 empresas reciben la ayuda para implantar la jornada laboral de 4 días

VALÈNCIA. Un total de 18 empresas de toda la Comunitat Valenciana será beneficiaria de la subvención para implantar la jornada laboral de cuatro días ó 32 horas semanales. La Dirección General de Trabajo, Cooperativismo y Seguridad Laboral publicó este lunes la resolución en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) en la que establece el reparto de 790.000 euros entre casi una veintena de entidades. 

Las cifras repartidas oscilan de los 5.000 a los 148.000 euros en función de diferentes criterios, pero principalmente por el número de personal afectado por esta reducción horaria. Y, ahora, será la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo la que reparta estas ayudas, mientras en la legislatura pasada fue la Conselleria de Economía, donde se ubicaban los servicios de Labora. 

El grueso de los beneficiarios se corresponden con empresas de consultoría de gestión empresarial, o consultoría informática y marketing. Sin embargo, dos de las beneficiarias destacan especialmente por la cantidad que percibirán: la primera, Casda, la Asociación Ciudadana Contra el Sida de Castellón, que recibirá 148.289 euros; la segunda, el Ateneo Mercantil de Valencia, que con 61 puntos, será subvencionado con 126.320 euros.  

A partir de estas, ninguna de las empresas receptoras superan los 100.000 euros. Gesem consultores legales y tributarios recibirá una ayuda de 87.875 euros; Acceseo Projects más de 71.000 euros; y Favertrans cobrará 65.906 euros. El resto se encuentran en la horquilla de 30.000 y los 50.000 euros, salvo alguna pyme a la que apenas le corresponden 5.000.  Y en total, 144 trabajadores se beneficiarán de la medida, según detalló este lunes la Conselleria. 

En cuanto a la cuantía de la subvención, la Conselleria ofrece por el primer año completo de aplicación del programa una subvención de 5.492,19 euros por cada persona trabajadora incorporada al Plan de reducción de la jornada laboral; 2.746,10 el segundo año; y 1.373,05 euros el tercero. De esta manera, el importe total máximo de la subvención que podrá percibir la empresa beneficiaria será, por cada trabajador adscrito al plan de 9.611,34 euros.

Mejora respecto al primer año

Con todo, lo cierto es que el número de beneficiarias sigue sin reflejar una gran acogida de la medida por parte de las empresas. Sin embargo, también lo es que la cuantía de receptores de este ejercicio ha logrado multiplicar por seis a las 3 empresas que fueron beneficiarias en 2022, cuando arrancó el proyecto piloto impulsado por el departamento que entonces dirigía Enric Nomdedéu. 

Para este año, el anterior gobierno reservó una partida de 1,5 millones de euros, por lo que con el reparto asignado logrará ejecutar más del 50% del presupuesto. El año pasado, de los 4 millones que reflejaron las cuentas, las tres empresas beneficiarias recibieron un importe global de 30.000 euros.

Según se estableció en las bases, para poder recibir la subvención, la reducción de la jornada ordinaria que apliquen las empresas deberá afectar a un mínimo de la plantilla. Así, en el caso de empresas de hasta 49 personas trabajadoras, obligatoriamente el 30% de la plantilla deberá de ser afectada por la reducción horaria. Este porcentaje se reducirá al 20% en el caso de empresas de 50 o más trabajadores.

En todo caso, la propuesta del número de personas trabajadoras participantes en el programa habrá de contar con una participación similar de hombres y mujeres en relación con la distribución de género preexistente en el conjunto de la plantilla de personas trabajadoras con contrato de trabajo a tiempo completo. En este sentido, se permite como máximo una desviación del 10%.

Plan de Reducción

Las bases de la ayuda también establecían que las empresas que se acogieran debían elaborar un 'Plan de Reducción de la Jornada Laboral y Mejora de la Productividad' que recogiera las medidas organizativas o formativas que implementaría en caso de resultar beneficiaria para optimizar el tiempo de trabajo.

Este debía además indicar una serie de indicadores -incluyendo la evolución de la productividad del trabajo en la empresa- que serían evaluados de manera periódica. Del mismo modo, la reducción horaria debía contar para recibir la subvención con un acuerdo con la representación legal de los empleados.