Todos los bolsillos
Tras ese letrero caduco de Droguería Muñoz se esconde un restaurante con alma, con una decoración ecléctica y manteles de cuadros blancos y rojos que me devuelven a los bares de barrio —y también italianos—. Hay luz, la de sus ventanales, pero también la que irradia el propio restaurante, abierto en 2017 por Sergio Mendoza. La jefa de cocina, Andrea Castellanos, está a cargo de una carta que mira a Perú y a la cocina nikkei y en la que no faltan los ceviches, la causa limeña o una original ensaladilla rusa.
En confianza: Como decía Van der Rohe: «Menos es más», filosofía que aquí se aplica al menú, pero se come de lujo y no se echa en falta nada, así que... ¿para qué añadir más cosas?
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Croqueta de pollo asado con alioli