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El pacto entre el PP y Vox en el Ayuntamiento de València encalla entre tensiones 

Foto: KIKE TABERNER
20/09/2023 - 

VALÈNCIA. Oficialmente no ha ocurrido nada durante los últimos meses. Pero la realidad es que sí. La posibilidad de un pacto entre el PP y Vox en el Ayuntamiento de València lleva circulando desde el pasado junio, como ha venido informando Valencia Plaza. Ambas partes, sin embargo, han evitado abrir la boca hasta la fecha, intentando que el asunto no se hiciera público ni que trascendiera más de lo necesario. El problema ha venido cuando las chispas han saltado y la situación parece que no avanza. 

La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, siempre ha incidido en tratar de dirigir el consistorio en solitario con acuerdos puntuales. Eso sí, nunca llegó a descartar un pacto global con Vox que suponga que ostente responsabilidades. "Iremos viendo" fue su frase para sortear esa pregunta. Catalá ha querido probar su fórmula, y ha comprobado en poco tiempo que, como era de esperar, no resulta sencilla. Sin un pacto con Vox, es difícil para el PP lograr una estabilidad institucional que no solo permita aprobar unos presupuestos cada año para impulsar las políticas deseadas –los primeros se abordarán ya en breve–, sino también las iniciativas que se lleven a las comisiones previas al pleno de la corporación local. Por no hablar de las posturas unánimes dentro de la derecha en asuntos fundamentales para la ciudad o relevantes a nivel de imagen y discurso –y dado que gobiernan conjuntamente en la Generalitat–. 

Con el paso de las semanas desde que Catalá tomó posesión en junio, diversas decisiones supusieron que preparara el terreno para la entente. Por ejemplo, asignar a los concejales de Vox el 100% del sueldo. Entonces los tildó de "socio preferente". Pero hasta ahí. Las especulaciones sobre el cierre de un acuerdo se dispararon a finales de julio, aunque llegaron las vacaciones de verano y entonces diversas fuentes lo situaron en septiembre. Y lo cierto es que en este momento todo se encuentra encallado a la espera de si se produce algún avance en las próximas semanas. 

El PP y Vox han llevado en total discreción las negociaciones. Tanto que no las quieren denominar ni con ese concepto. No ha habido, aseguran, una mesa en la que se hayan sentado equipos de los dos partidos a intentar alcanzar un entendimiento como sí ocurrió para el Gobierno autonómico. Las conversaciones se han producido entre Catalá y el portavoz voxista, Juanma Badenas, en primera persona. Fuentes de las formaciones las tildan de informales, de pasillo. Tal vez por ello en Vox los ánimos no es que sean los mejores.

El portavoz de Vox, Juanma Badenas. Foto: KIKE TABERNER   

La versión oficial es que ni el PP le ha ofrecido nada a Vox ni estos últimos le han pedido nada a los populares. La extraoficial es que el PP, si diera entrada a Vox, querría hacerlo con competencias menores en lugar de concejalías completas. Por ejemplo, alguna delegación o alguna de las empresas o entidades públicas que dependen del consistorio. Los "socios preferentes" de los populares no están de acuerdo y, según admiten fuentes voxistas, si acabaran entrando quieren hacerlo con concejalías para que se respete la proporcionalidad.

El hecho de que Catalá los eluda y de que los ofrecimientos no sean de su agrado ha coincidido en el tiempo con que Vox se esté desmarcando claramente del PP en varios asuntos relevantes y que además ya han provocado focos de tensión entre ambos partidos. El primero y más evidente ha sido el del Valencia CF. Badenas reapareció la semana pasada después de dos meses con la convocatoria de una rueda de prensa para recordarle a Catalá que gobierna en minoría y advertirle de que no contará con su apoyo en una posible renovación del convenio urbanístico del Nou Mestalla entre el Ayuntamiento y el Valencia CF.

¿Influencia de Camps en Vox?

Se da la circunstancia de que el posicionamiento de Badenas fue calcado al que pocas horas antes había trasladado Marea Valencianista, la plataforma capitaneada por el empresario Miguel Zorío y que cuenta con la asistencia jurídica del despacho del abogado Pablo Delgado, donde trabajan el expresidente de la Generalitat Francisco Camps y Belén Gil, hija del diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro.

Badenas mantiene buena relación con todos ellos y este cúmulo de vínculos personales ya ha despertado multitud de comentarios en los círculos políticos. Especialmente en los del PP, donde hay quien se pregunta si Camps –el cual no es que mantenga la mejor de las sintonías con Catalá– está teniendo influencia directa en determinadas posiciones que Vox está adoptando en la ciudad, como la del Valencia CF

La alcaldesa de València, María José Catalá. Foto: KIKE TABERNER   

No fue este el único rejón de Badenas a la alcaldesa de València la semana pasada. El portavoz voxista hizo hincapié en que sigue sin ponerse en contacto con su grupo para negociar los presupuestos municipales que deberían aprobarse a final de año. Quiere que se siente a debatir "partida por partida". 

La tendencia de desmarque sigue. No sólo en avisos sino ya en la práctica. Este mismo martes a colación de topónimo de la ciudad. El PP quería cambiar la denominación para que esta pudiera utilizarse en valenciano y castellano. Actualmente, la denominación es València, con tilde abierta, de manera que las dos opciones que los populares querían eran las de Valencia/València. Sin embargo, Vox apostaba por la tilde cerrada (Valéncia). El PP no lo compartía. 


El asunto ha derivado en un enfrentamiento en el que ha acabado por imponerse la voluntad de Vox, pero que este martes provocó una discusión entre dos concejales de ambos partidos y que acabó con Badenas rompiendo en pedazos un papel que un edil del PP le había tendido minutos antes. 

Los grupos llegaron finalmente a un acuerdo antes de que se pusiera en peligro otra iniciativa clave para el PP ante el riesgo de que Vox pudiera no aprobarla: declarar alcaldesa honoraria a Rita Barberá y rebautizar el Puente de las Flores para que lleve su nombre. Eso sí, el buen ambiente no es que sea en este momento muy palpable. 

Y en esas están los "socios preferentes" de los populares. Marcando territorio y a la espera de un pacto de gobierno que Catalá siempre ha querido evitar pero que el tiempo –más pronto que tarde– dirá si es inevitable. Mientras, desde el PP se llega a hablar de "exceso de personalismos" en Vox, aunque evitan la confrontación directa. No sea que los luego los necesiten para todo o acaben gestionando juntos un Ayuntamiento. 

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