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VIII Jornadas Internacionales de Investigación en Educación Artística

Historia del arte, penes con pincel: la EASD reflexiona sobre feminismo y diseño

6/11/2017 - 

VALÈNCIA. “El falo es tendencia en todos los museos”. Ya lo decía el dúo Las Bistecs cuando entonaban el macrohit Historia del Arte (“penes con pincel”, añadían), una reivindicación que no se aleja tanto de aquella efectuada por las Guerrilla Girls en los años 80. Bueno, sí cambia: han pasado casi 40 años. En torno a esta temática tuvo lugar la conferencia ‘Mujeres en el diseño y la educación artística’, como parte de las VIII Jornadas Internacionales de Investigación en Educación Artística acogidas por la Escola d’Art i Superior de Disseny de València (EASD), que contó con la participación de la diseñadora y docente Marisa Gallén y Amaia Arriaga Azcárate, de Universidad Pública de Navarra. "Por supuesto que a la pregunta de si soy feminista siempre he respondido que sí, ¿cómo no voy a serlo? [...] Sin embargo no había profundizado en la teoría feminista porque estaba claro: somos iguales, solo es una cuestión de tiempo que todo el mundo lo acepte. Se ve que a mi me pareció suficiente”, reconoció Gallén.

Sin embargo, ese fue un punto de partida al que llegó el de inflexión: en su caso, conocer la historia de ‘Las sinsombrero’, "las mujeres de la generación del 27 que fueron totalmente ninguneadas por sus propios compañeros". Si en una reciente entrevista con el diario Ara, la considerada primera fotoperiodista del país, Joana Biarnés, expresaba que uno podía notar la diferencia de la mirada femenina en las fotografías, no es esta una frase con la que ni Gallén ni Arriaga se sienten especialmente cómodas. "Es una pregunta habitual, pero yo no sé distinguir quién hay detrás de un diseño. Si hay un hombre o una mujer". Es en este punto en el que entra en el debate la cuestión del tratamiento que se ha hecho –y se hace- mediáticamente e históricamente de la producción de las creadoras. “Nunca se dice si la mirada de los hombres es diferente: es la de las mujeres. Otra vez para reforzar la excepción”, recalca Arriaga.

Marisa Gallén.

"La Historia del Arte era narrada como una sucesión de estilos con unos héroes que eran siempre hombres. Lo vivía como algo natural. Teníamos una asignatura que era 'Arte y mujer' y que ahora me doy cuenta de que ayudaba a reforzar esa narrativa: era lo excepcional", indicó la investigadora Amaia Arriaga durante una jornada que, también organizadas por CREARI Grup de Recerca en Pedagogies Culturals (GIUV2013-103) y Institut de Creativitat I Innovacions Educatives de la Universitat de València, busca integrar los conceptos de investigación y educación en el diseño, revisando lo hecho y gestionando propuestas de futuro. “Creo que nunca me hablaron de una mujer artista... ni Frida Kahlo. Estaban totalmente desaparecidas”, reconoce la investigadora. Por ello Arriaga se esfuerza -“y digo que es esfuerzo porque no es fácil”- en sumar a su discurso las figuras que un día no le mostraron y, en su labor de investigadora, en incluir el nombre de pila en las referencias bibliográficas.

Por supuesto, salió a relucir la cuestión de la representación femenina en los espacios expositivos, especialmente aquellos de gestión pública. Los datos no son para menos. A fecha de enero de 2016, el porcentaje de piezas firmadas por mujeres expuestas en los principales museos de la Comunitat Valenciana era de tan solo el 5,19% del total. Esto es sumando las obras del Museu de Belles Arts de València, el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), el Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante, el Museo de Bellas Artes de Castellón y el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. Si bien museos como el IVAM se han tomado en serio la tarea de revertir esta vergonzante cifra, programando exposiciones de mujeres artistas con el fin de divulgar su obra o explicitando el compromiso en sus compras de obra (en su última partida, de aproximadamente 600.000 euros, compraron a 13 artistas hombres y 13 artistas mujeres). Cuestión de porcentajes, también el Festival de Jazz impulsado por el Ayuntamiento de València solo sumó un 4,3% de presencia femenina en su sección oficial.  

Pero en este caso no solo se trata -solo- de rellenar los huecos vacíos en la historia, sino de repensar también el relato asumido como oficial y que en última instancia ha constituido “un traje construido a la medida de los hombres”, tal y como incide la investigadora navarra. "No me interesa solo introducir mujeres a esa narrativa sobre el arte sino también cuestionar la narrativa tradicional. No vale nada meter mujeres en el canon si no cuestiono cómo ha sido construido [...] La historia del arte contemporáneo se nos ha contado como ese camino hacia la abstracción con estos héroes, un camino hacia la virtud del desapego de lo mundano. Toda esa progresión de obras está plagada de imágenes de prostitutas, de mujeres desnudas, de niñas desnudas... ¿cómo se nos ha contado esto?". Cuestión de repensar la representación de las masculinidades y las feminidades y el cómo se nos ha contado la historia, no cabe duda de que todavía queda mucho camino por recorrer y reeducar. 

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