Jesús Terrés: “Estrenar FAMILIA en Filmin es un sueño hecho realidad”

Es una verdad indiscutible: comer es vivir. Partiendo de esta premisa FAMILIA trata de contar lo que se cuece tras cada persiana, cada cocina, cada barra. Una mirada sensible, atrevida y llena de matices sobre lo que significa comer, disfrutar y, en definitiva, vivir.

Cocinado a fuego lento, FAMILIA cuenta las historias de algunas las personas que han hecho (y hacen) de este oficio una forma de vida. Ricard Camarena, La Salita, 2 Estaciones, Askua, Kaido, Arrels, Casa Carmela, Riff, Nozomi, Saiti, Fierro, El Bressol, Llisa Negra, El Poblet de Quique Dacosta y Luis Valls, Rausell, Gran Azul, Napicol… nos abren las puertas de sus hogares y nos hablan sobre equipo, materias primas, procesos creativos y (por supuesto) amor por la cocina.

Hablamos con Jesús Terrés, fundador de Guía Hedonista y creador de la idea original del documental.

- ¿Por qué una película documental sobre algunas de las principales familias de la gastronomía valenciana?

Porque había que contar todo lo que hay tras el foco, porque hay mucho más componente humano de lo que parece tras el plato que ves en Instagram, porque es necesario dar protagonismo a familias gastronómicas menos habituales y porque es maravilloso verlos en la trastienda de sus casas: verlos comer a deshoras, hacer bromas, ser parte del esfuerzo y la pasión que hay tras cada persiana.

Ha sido un lujo rodar este documental dirigido por Albert Trencadís, producido por Ediciones Plaza y la agencia Lobo, y en el que han participado (nosotros también somos una familia) Paula Pons, Olga Briasco, Vicent Molins y Lidia Caro.

- El estreno ha sido en pantalla grande, en un evento al que acudió gran parte del sector... ¿cómo fue y cuáles fueron las reacciones después de verla?

Me hacía especial ilusión verla en pantalla grande, hacerlo en un cine tan especial para todos los valencianos (¡En los ABC Park! Anda que no hemos ido veces todos y todas a ese cine, ¿verdad?) y sobre todo que ellos y ellas se viesen en pantalla grande: una de las cosas más bonitas de todo lo relativo al estreno fueron las preguntas que nos hacían los invitados: “¿Podemos llevar a nuestra familia?” “¡Pero por supuesto! Va justo de eso”.

Así que allí se plantaron con toda la familia; con sus mamás, sus hijos y sus compañeros... fue genial eso y las reacciones, básicamente, giraron en torno a dos comentarios: “¡Qué hambre me ha entrado!” y “¡A este no lo conocía!”, muchos salieron de la sala ya pidiendo la reserva en un restaurante que no conocían —y eso es buenísimo. Bebimos buenos vinos (de Vicente Gandía), comimos buenos quesos y buen jamón (de Jamones Gargallo) así que poco más le podemos pedir a una noche de verano.