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Jorge Martí y Pau Alabajos: charla del Botànic entre el enfermero y el político de la música valenciana

A un lado, el líder de La Habitación Roja. Al otro, uno de los nuevos iconos de la música en valenciano. Conversan de su oficio y sus vidas junto a un roble de 180 años

17/07/2016 - 

VALENCIA. Cuando la conversación iba a empezar ellos dos, representantes de segmentos distintos de la música from Valencia, llevaban un buen tajo de charla comenzada. Recorriendo un Botànic que en ocasiones se transforma en bosque, deteniéndose ante un roble de 180 años que está muriéndose por la edad y los hongos pero que permanece poderoso como un aviso fulminante del tiempo.

Jorge Martí es el líder de uno de los grupos emblema en España, La Habitación Roja, pero es también enfermero a tiempo parcial en Noruega, en una bipolaridad de oficios que a él mismo le sobresalta. Pau Alabajos mantiene una dualidad entre su música y la política, donde entró (aunque siempre había estado dentro, aclarará) para ser concejal de su pueblo, Torrent.

Jorge Martí: No sé si he estado seguro de que me iba a dedicar a la música. Es más, creo que haces canciones porque nunca estás seguro de que te vas a dedicar a la música. No me cuesta nada dedicarme a ello, de hecho tengo fama de ser muy obstinado y meter mucha caña, quizá no soy así en todo lo demás. Simplemente, lo mamé. Y en un momento, en un campamento de la parroquia de mi pueblo, mi prima tocaba la guitarra, hacían misas en la montaña y me parecía un rollo, pero tocando el Padre Nuestro con la música de Simon and Garfunkel tomé atención… y me entraron la ganas de aprender unos acordes. 

Con Dios empezó todo…

Foto: EVA MÁÑEZ

Jorge Martí: A Catholic Education es un disco de Teenage Fan Club que mola mucho. No sé, la vida al final es muy sencilla: tienes unas necesidades fisiológicas y luego hay algunas pocas cosas que te hacen feliz. Para mí el amor, viajar y la música. Simplemente llega un momento donde dices “me voy a dedicar a esto”. Éramos la oveja negra de la familia, en plan “oye, búscate un trabajo”...

Pau Alabajos: … algo serio

Jorge Martí: Y al final lo hemos superado todo. 

Pau Alabajos: Al final es la voluntad de expresarte. Tienes cosas dentro y las vuelcas sobre una melodía que las cristaliza y las saca del corazón. Pero si no fuera la música, posiblemente sería otra cosa. 

Jorge Martí: Ya no una cosa económica, es también de salud mental. Sacas lo que tienes, lo que te aflige, y te sientes mejor. 

Pau Alabajos: Las canciones que son más privadas, más íntimas, que incluso tienen claves internas que solo tú conoces, suelen ser con las que el público más se identifica porque llenan los espacios que son incógnitas en sus propias vidas. 

Foto: EVA MÁÑEZ

Jorge Martí: Sobre las canciones que haces hay una parte de la gente que te sigue que quiere que te mantengas en los mismos parámetros de siempre y cuando cambias es como “hostia, a mí me gusta lo de siempre”. No puedes estar a expensas del público ni de las modas. Es como el surf, has de esperar y cuando viene la ola buena la pillas si puedes, pero si vas detrás de la ola siempre llegas tarde.

Pau Alabajos: La primera vez que sacas un disco eres completamente puro y si a la gente le gusta hacen una interpretación de lo que tú eres. Pero tú no eres solo eso, eres lo que vas viviendo, evolucionando. 

Jorge Martí: Siempre me ha gustado la música que puede parecer deprimente pero que te hace feliz. Yo con The Cure tengo esa relación, están cantando canciones súper depresivas pero te siente bien. Eso ha impregnado un poco en mí. De La Habitación Roja a veces nos han dicho “hacéis canciones tristes que ponen contento”, y es una definición que me representa bien. 

Alabajos y Martí se hidratan a la vera del roble mortecino. A la vuelta aparecen sobre el diálogo Noruega y Torrent. 

Foto: EVA MÁÑEZ

Jorge Martí: Hace dos años convalidé mi título de enfermero en Noruega, hice un curso de noruego… mi mujer no puede trabajar y entre gira y gira aprovecho para hacer alguna guardia como enfermero. Están muy bien pagadas y Noruega es muy caro. Es una sensación de bipolaridad porque del mundo de la música, del éxito, pasas a trabajar en lugares duros donde ves enfermedad, muerte… Y la música es todo lo contrario, emoción, la gente disfrutando de la vida. En mi cabeza tengo una especie de guerra. “Vosotros acabaréis como mis pacientes, pienso”. 

La gente en Noruega me pregunta a qué me dedico. Me llaman para para darme contrato fijo y yo les digo que no y se quedan flipados. Les digo que soy músico y piensan “no quieres trabajar, qué tío tan raro”. Mi vida está llena de contrastes. Mira dónde estamos ahora… y después me voy a Noruega, muy bonito pero muy hostil. Al final modela y le da aristas a una vida. 

Alabajos, ¿tú porque siendo músico entras en política?

Foto: EVA MÁÑEZ

Pau Alabajos: Yo siempre he estado en política. Una de las cosas que te queman por dentro es colectiva, es la gente, y es el ver que hay tanta sufriendo. En mi pueblo (Torrent) hay 10.600 personas desempleadas y eso es muy fuerte. Fue un paso muy natural. Tenía la sensación de que vivía la política desde una atalaya porque el escenario te hace estar como dos metros por encima de los demás. Tampoco tienes interlocutores, porque tú lanzas tus mensajes y los demás los reciben. Me parecía peligroso porque me sentía que era como un prestidigitador. Decidí dedicarme a la política municipal porque aquellas cosas que haces sabes que van a revertir automáticamente en tus vecinos. La situación pedía dar un paso adelante. 

Jorge Martí: Porque no podemos ser tan naïf de creer que una canción puede cambiar las cosas. En La Habitación nos hemos posicionado cuando lo teníamos que hacer y hemos sufrido consecuencias por ello. Estando en Noruega me he dado cuenta de que la política en España enfrenta, hay un rollo enquistado que hace que la política siempre lleve al enfrentamiento. Debe venir de las dos Españas… Tan polarizado. En Noruega te puedes posicionar políticamente y la gente que es de otro partido seguirá comprando tus discos y yendo a tus conciertos. La peña aquí odia mucho.

Foto: EVA MÁÑEZ

Pau Alabajos: Como siempre me había posicionado muy a saco no tenía demasiado miedo a las consecuencias de entrar en política. Hay un verso en mi último disco, de Gramsci, que es mi modus operandi: vivir quiere decir tomar partido. 

A todo esto, ¿hace falta volver a hablar de lo que supone cantar en valenciano en Valencia…?

Pau Alabajos: Yo canto en mi lengua porque sueño en mi lengua. La lengua es una manera de codificar el mundo. Y la canción se hace con una materia prima que es tu lengua. Es más mimético. No tengo una voluntad de crear una cultura cantando en valenciano, si no que es lo natural para mí. Cuando te vas a Alemania, a Estados Unidos… te das cuenta de los prejuicios que tenemos. Cantas en valenciano y están vibrando con el concierto. La lengua es un vehículo de emociones y ya está.

Jorge Martí: Toda mi familia habla valenciano por una parte y por la otra, pero me educaron en castellano, como era habitual en los setenta. Me hablaban en castellano. Escribo en castellano porque sueño en castellano. ¿Por qué mis padres solo nos hablaban en castellano?, me pregunto. ¡Si lo hubiéramos hablado igual! Quiero hacer más canciones en valenciano y sí lo quiero hacer por una reivindicación. Siempre he visto a mi padre, valencianoparlante, venir a Valencia y cambiarse al castellano: “señorita, ¿me puede poner un café?”. Es una cosa muy de aquí que haya dos valencianoparlantes hablándose en castellano. Es triste, ¿no? Ir en contra tuya. 

Foto: EVA MÁÑEZ

Y entonces, mientras concluye su charla del Botànic, aparece como un sobresalto el momento más brillante en la vida musical de Martí y Alabajos. A ver.

Jorge Martí: Estábamos en un festival de México, tocaba otro grupo y luego íbamos nosotros. Estaba lleno pero cuando acabaron ellos, todos se fueron. Y dijimos “qué bajón, se han ido”. Pero volvieron. Y qué sensación estar a 12.000 kilómetros de casa y que haya gente que ha hecho propias tus canciones. Ahí pensé que debíamos crecer a lo ancho y no a lo alto. Que somos los chicos de un pueblo que van por ahí con sus guitarras…

Pau Alabajos: En una gira en Alemania, en una actuación en Berlín, cantando en valenciano, de repente una chica alemana que no entendía lo que decíamos se emocionó y se puso a llorar. Te entra un ataque de euforia, darte cuenta de que el sentimiento que estás transmitiendo es universal. 


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Para este verano Martí recomienda escuchar el álbum Carrie & Lowell de Sufjan Stevens. Alabajos sugiere las canciones de Emma Get Wild.


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