La capital del diseño es una cuestión de amor propio

VALÈNCIA.-No son pocas las veces que desde estas páginas u otros medios se ha hablado de València como la capital del diseño, el epicentro mundial del diseño o el foco internacional del diseño, siempre un poco a la ligera y coincidiendo con algún gran certamen puntual o con acontecimientos anuales como Feria Hábitat o la Valencia Disseny Week.

Pero ahora va de bo, y es que el mes pasado vio la luz la iniciativa privada que hemos puesto en marcha un grupo de diseñadores y empresas para postular la candidatura oficial de València como Capital Mundial del Diseño para el año 2022, un reconocimiento que otorga bienalmente la organización internacional World Design Organization a una ciudad y con el que nos hemos propuesto hacer del diseño un agente principal en la innovación urbana, aspirando también con la candidatura a incorporar los intereses de todo el territorio de la Comunitat Valenciana actuando como impulsora del conjunto de todo el territorio valenciano.

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Es cierto que en el largo plazo será la organización de actividades y eventos para dar contenido a un intenso año de capitalidad, pero recurriendo a una idea de mi compañero de dirección en este proyecto, Pau Rausell, lo interesante a día de hoy es pensar en esta candidatura como la activación de un proceso, un proceso con el que demostrar, por grandilocuente que suene, que una ciudad puede ser mejor gracias al diseño.

* Lea el artículo completo en el número de enero de la revista Plaza