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JOAQUIN IBORRA / director de banca privada en levante de bank degroof petercam spain

«La recuperación ya se empieza a percibir en la banca privada»

Lo suyo es vocación. Su padre le transmitió la pasión por el mundo financiero. Lo de ‘mundo’ es literal: el cada vez más exigente mercado financiero no conoce fronteras. 

| 19/12/2017 | 5 min, 1 seg

VALÈNCIA.- A Joaquín Iborra Navarro (València, 1972) la pasión por el mundillo financiero se la transmitió desde muy joven su padre, que fue responsable de La Caixa en la plaza local. «En mi casa siempre se ha hablado de mercados y del mundo de la banca privada, por lo que desde muy temprano tuve claro que quería trabajar en este sector», comenta. Pero, además, también le inculcó lo que ofrece esta exigente profesión: «Te da la posibilidad de conocer a grandes profesionales de sectores muy diversos que te permiten crecer como profesional pero, que, sobre todo, te ayudan a desarrollarte como persona».

Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universitat de València y Máster en Business Administration en el Instituto de Empresa, comenzó su andadura por la extinta Morgan Stanley Dean Witter —cuna de grandes profesionales valencianos—, pasó por Banif —la otrora división de grandes patrimonios del Banco Santander—, posteriormente llevó las riendas de la oficina local del gigante suizo UBS, para acabar haciendo lo propio con Bank Degroof Petercam Spain. Se trata de una entidad belga especializada en banca privada y que a primeros de octubre pasado mudaba su domicilio social de Barcelona a València.

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Este apasionado del fútbol —«pero sobre todo de los partidos de mi hijo que juega en la escuela de fútbol del Caxton College»— reconoce que UBS fue su primera gran escuela —«donde sigo manteniendo grandes amigos»— antes de incorporarse a Bank Degroof Petercam Spain en 2012. Desde entonces, trabajar en este gran grupo internacional le ha permitido proporcionar a los clientes «un mayor abanico de soluciones, desde sinergia con otros países hasta fiscalidad internacional, operaciones de corporate finance, así como proyectos y oportunidades de inversión junto a inversores extranjeros. Además, y desde un punto de vista personal, me ha enriquecido al permitirme tener contacto con compañeros y profesionales de distintos países».

Desconecta de los mercados, además de jugando al golf y al tenis, pasando el tiempo libre con su mujer y sus tres hijos. Quién sabe si alguno seguirá sus pasos en el competitivo sector financiero. Para ellos, y para todos aquellos jóvenes que quieran dedicarse a gestionar grandes patrimonios, su recomendación es clara: «Tener una buena formación porque en este trabajo estamos continuamente en procesos de aprendizaje (fiscalidad, mercados, productos…), por lo que tenemos que estar al día para ofrecerle el mejor servicio al cliente; que les guste relacionarse con la gente y que tengan una gran capacidad para empatizar».

Como valenciano y gestor de grandes patrimonios, tiene claro que se ha profesionalizado mucho en la plaza financiera local en los últimos años y «no solo cuantitativamente hablando sino que cualitativamente y, por poner un ejemplo, ahí están los family offices que han visto la luz. Cuanto mayor es la exigencia por parte de los clientes, mejores son las capacidades de los profesionales que trabajan en este sector, porque si queremos satisfacer esa demanda tenemos que estar muy preparados».

A lo largo de los últimos años han ido llegando a València nuevos players de banca privada que, lógicamente, han aumentado la competencia. Sin embargo, Iborra entiende que «lejos de ser una amenaza, ese nuevo escenario nos ha ayudado a crecer y nos ha hecho a todos ser mejores profesionales. Los clientes se benefician de estas capacidades y encuentran un asesoramiento profesional de mejor calidad y con distintos puntos de vista». 

«Nuestro espíritu emprendedor ha ayudado a la economía valenciana a recuperarse y renacer»

Pero hasta llegar a estos días el sector ha pasado por una de sus mayores crisis, por no decir la mayor. «Desgraciadamente la economía valenciana fue una de las que más sufrió. Sectores como el turismo, la construcción o el sistema financiero, con una gran influencia en esta región, fueron los que más se vieron afectados y convirtieron a València en una de las zonas más golpeadas por la crisis». A su juicio «el espíritu emprendedor de los valencianos ha ayudado a la economía valenciana a recuperarse y renacer. Estamos viendo como poco a poco vamos dejando atrás los peores años de la crisis y la recuperación ya se empieza a percibir también en la banca privada».

Mientras tanto, Bank Degroof Petercam Spain, al igual que el resto de entidades del sector financiero, tiene marcada en rojo la fecha del 1 de enero de 2018. Es decir, la entrada en vigor oficial de la directiva europea MiFID II que, a priori, promete poner patas arriba el asesoramiento financiero para proteger los intereses de los inversores/ahorradores. «Con la MiFID II el sector financiero se enfrenta a varios retos y, entre los principales, se encuentra el de ofrecer a los clientes una mayor transparencia respecto a los productos: costes, definición clara del perfil al que va destinado cada producto, clasificación... A partir de 2018, el cliente recibirá una información más amplia, completa y transparente, por lo que podrá tener un mejor conocimiento de cada uno de los productos».

Para terminar, y como experto en banca privada, la pregunta es obligada: ¿Se han calmado las aguas en el trato a las sicavs o siguen estando tan demonizadas? «En mi opinión es una cuestión política. La tributación de las sociedades de inversión de capital variable es la misma que la de un fondo de inversión». No le falta razón.  

* Este artículo se publicó originalmente en el número 39 (XII/17) de la revista Plaza 

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