Las mejoras en infraestructuras culturales se atascan en 2017

VALÈNCIA. Habitualmente se habla de la importancia del contenido por encima del continente pero bien es cierto que un espacio en malas condiciones puede lastrar cualquier proyecto cultural. Bien lo saben muchos de los espacios valencianos que, aunque a lo largo de este año han prometido –o se les ha prometido- trabajos de mejora en sus sedes, se comerán las uvas sin haber visto sus deseos cumplidos. Tocará volver a hacer la carta a los Reyes Magos. Esto se da en muchos de los principales espacios expositivos de la ciudad, como puede ser el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM); el Centre del Carme, sede del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana; el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) o el Espai Mutant de Las Naves, entre otros. Todos ellos tienen en común estar a la espera de unos trabajos que están tardando en llegar más de lo esperado.

Uno de los grandes proyectos del Centre del Carme en su nueva etapa, verbalizada por su gerente José Luis Pérez Pont, era la rehabilitación de un espacio cerrado a cal y canto a la espera de que se adecue para poder ser usado. “Las posibles fases de rehabilitación pendiente en el Centre del Carme podrían dar cabida al desarrollo de proyectos más ambiciosos vinculados a la investigación y la formación artística, que se extenderían al resto de salas de la red, en un flujo recíproco de propuestas y actividades”. Esto se extrae del proyecto con el que Pérez Pont se presentó al concurso que acabó ganando. Pocos meses después calificaba de “ruina extrema” el estado de la antigua escuela de Artes y Oficios, diez aulas para las que no se prevé un proyecto expositivo, sino un espacio de autogestión para asociaciones e iniciativas de grupos, talleres y jornadas.

Aunque sí se han realizado los estudios previos y análisis de criterios de intervención tanto en el claustro como en la antigua escuela, se esperaba pasar a la siguiente casilla antes de lo que finalmente se hará, un proyecto que dotará al museo de un buen número de salas más con las que acoger actividad. Cabe destacar que el goloso aumento de presupuesto del Consorci de Museus de cara al próximo año, que ha pasado de aproximadamente dos millones de euros a cuatro, no tiene previsto esta rehabilitación. Cuestión de ampliación y de dotar a los museos de un mayor espacio es el IVAM el que se lleva la palma con los planes frustrados. Con el proyecto de ampliación del despacho de arquitectos Saana olvidado y un futuro incierto por lo que respecta a su absorción del MuVIM, un polémico plan que se ha topado con la negativa de la Diputación de Valencia, queda hablar del jardín de las esculturas.

Rebautizado como Pati Obert, hace dos años que se ha venido prometiendo su puesta en marcha y, consecuentemente, retrasando. Fue en julio de 2015, tras las elecciones municipales y autonómicas, que el actual gobierno anunció el desbloqueo del proyecto de adecuación del “solar de la vergüenza”, tal y como lo definió el director de la pinacoteca, José Miguel G. Cortés. Tras barajar varias fechas se esperaba que a finales de 2017 entraran las máquinas a trabajar en el espacio, pero no ha sido así. En julio el director del museo; el conseller de Cultura, Vicent Marzà; y el alcalde de València, Joan Ribó, firmaron el convenio para la puesta en marcha del proyecto, la creación de un lugar concebido como un espacio con zonas verdes, juegos infantiles, zonas de descanso y que expondrá esculturas de Andreu Alfaro, Ramón de Soto, Miquel Navarro o Vicente Ortí. Sin noticias más allá del mural firmado por Escif en la medianera del museo habrá que esperar a 2018 para comprobar si se pone o no en marcha.

Aunque un retraso de menor calado que el de sus museos ‘hermanos’, también habrá que esperar un poco más de lo previsto para ver el renovado Museu de Belles Arts de València. No hablamos de su soñada ampliación, sino de la reordenación de su exposición permanente prevista desde hace meses, que ahora integrará las obras de la colección privada Delgado, una treintena de piezas entre las que se encuentra la mediática Dama de perfil, atribuida a Velázquez y presentada en el propio museo meses antes. Además de los cambios en las obras de arte de la exposición permanente y en la remodelación de parte del discurso museístico, se llevará a cabo la renovación del sistema de iluminación; la limpieza de rejillas de impulsión y retorno del sistema de climatización; y reparación de desperfectos en las paredes, unos trabajos que estaba previsto terminaran el 15 de diciembre.

Peor parado ha salido el MuVIM con esto de las obras. Si Bellas Artes está en marcha, en el museo de la Diputación de Valencia todavía no se han puesto en marcha los trabajos hace meses anunciados por el diputado de Cultura, Xavier Rius. Se trata de mejoras para atajar los problemas de la instalación del aire acondicionado, para la que se plantea un “cambio total” porque “su vida útil ha sido ultrapasada sin mantenimiento y no aguanta más”, y en la instalación eléctrica, reformas que deberían haber empezado este mismo año y que todavía no se han iniciado. "Da más alegría hacer un jardín que arreglar la canalización del agua porque esto no se ve. Se ha estado primando durante muchos años la política de escaparate porque el estado en el que nos hemos encontrado, por ejemplo, el Escalante, con un deterioro estructural a lo bárbaro, no se produce en dos años, sino por una muy grave falta de mantenimiento", explicaba Rius el pasado mes de julio.

Un caso especialmente peliagudo es el del Espai Mutant de Las Naves, que este mismo mes despedía a tres de sus trabajadores. Dependiente ahora de la concejalía de Acción Cultural, tras haber sido separada de la Fundación Las Naves, el teatro quedó inutilizado por las fuertes lluvias en diciembre de 2016. Y hasta ahora. Se espera que la sala vuelva a abrir el próximo ejercicio, un espacio que a partir de ahora trabajará conjuntamente y compartirá recursos humanos y técnicos con El Musical, que es el otro espacio de artes escénicas que gestiona directamente el Ayuntamiento. Estos son algunos de los problemas de los centros culturales en marcha, pero también están pendientes los prometidos nuevos espacios, ¿qué fue del Museu de la Mar?