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ofensiva de inversiones para contrarrestar conflictos

Los tres caballos de batalla del Ayuntamiento de València en las pedanías 

2/08/2018 - 

VALÈNCIA. Ocurrió en mayo, a mediados. El alcalde de València, Joan Ribó, visitaba la pedanía de Castellar-l’Oliveral. Acompañado del alcalde pedáneo, Alejandro Ramón, y de la concejal de Pueblos, Consol Castillo, Ribó recorrió la pedanía y anunció la inclusión de una partida específica para los pueblos de la ciudad en los próximos presupuestos participativos. Ribó quería que quedase bien claro su implicación con el desarrollo de los núcleos poblaciones que forman parte de la ciudad, tantas veces olvidados.

Hace tan solo un par de semanas el consistorio valenciano anunciaba cinco actuaciones en sendos pueblos (Benifaraig, Pinedo, Carpesa, Mauella-Tauladella y Castellar-l’Oliveral) por valor de 144.328,66 euros, financiadas por el Plan Provincial de Obras y Servicios para municipios de más de 50.000 habitantes (SOMOS +) de la Diputación de València. Y esta misma semana, de nuevo, el Govern de la Nau anunciaba la adjudicación de otras cinco obras de remodelación para otros tantos pueblos (Borbotó, el Palmar, el Perellonet, Benifaraig y Poble Nou) también dentro del mismo plan y con un valor, en este caso, de 93.563,27 euros. En total, cerca de un cuarto de millón de euros.

El ascendente de la concejal Consol Castillo dentro de la coalición que es Compromís explica en parte esta voluntad inversora en las pedanías de la ciudad. Cuando Castillo habla, se la escucha. Una querencia que el consistorio ha querido plasmar además con las visitas del alcalde a estas localidades, donde no ha tenido reparos en respaldar algunas de sus decisiones más criticadas en estos mismos pueblos. Así, no se paró en mientes a la hora de reafirmarse en la prohibición del bou embolat en Borbotó, una de las pedanías donde estaba más arraigada esta costumbre.

Desde el Govern de la Nau hablan de una estrategia de descentralización de la actividad municipal, estrategia que ha tenido su correlato en la vida administrativa con la descentralización a su vez de las juntas. Por citar un caso, se ha creado una junta de distrito propia para los Pueblos del Norte que se ha ubicado en Carpesa. Por primera vez en su historia, los Pueblos del Norte se han equiparado con los del resto de la ciudad.

“Ya empezamos este procedimiento en Casas de Bárcenas con la adquisición de un inmueble para que albergue la alcaldía del pueblo y donde pueda estar alojada la Policía Local”, explica Castillo. Una línea de inversiones y de incremento del patrimonio municipal que seguirá. Según revela, el Ayuntamiento ha comenzado las negociaciones para adquirir La Trilladora del Tocaio en El Palmar, edificio histórico de L'Albufera ligado al cultivo del arroz. Unas negociaciones que “están muy avanzadas”, dice la regidora de Compromís.

Dudas sobre si Consol Castillo quiere repetir 

En la actuación de la regidora confluyen varias circunstancias. La primera de ellas es su propia situación personal. Son varias las voces en el consistorio que aseguran que Castillo no quiere repetir la próxima legislatura. Así lo ha planteado en privado a algunos miembros del gobierno municipal. La regidora, a la que le gusta recordar que se pasa la semana yendo de pueblo en pueblo, se habría tomado su labor como algo personal. Tiene algo de legado, dicen estas fuentes. Quiere que cuando se inicie la próxima legislatura haya una huella de su preocupación y esfuerzo por las pedanías.

Asimismo, explican, hay algo también de estrategia política. Castillo es una de las voces de referencia dentro del Bloc, una de las patas de la coalición Compromís, y la más histórica. En su concepción de la política, y más allá del rédito electoral inmediato, Castillo quiere impulsar un Compromís fuerte con más presencia en las pedanías, uno de los distritos electorales donde más creció la coalición en las últimas elecciones municipales y se impuso en El Saler, La Torre-Faitanar, Benimàmet, Beniferri, Benifaraig o Carpesa. Se trata pues de consolidar el terreno ganado.

Frente a estas expectativas, Castillo quiere también contrarrestar los grandes caballos de batalla que están minando la consolidación del Govern de la Nau. A la hora de realizar estimaciones y proyecciones de futuro, son varias las voces del gobierno municipal que alertan del castigo que podría recibir el Govern de la Nau y muy especialmente Compromís por algunas decisiones de sus concejales más urbanitas que han sido mal recibidas en las pedanías. Más allá del sempiterno abandono en cuestiones como el transporte público (los Pueblos del Norte sólo cuentan con una línea de la EMT que da cada vez menos servicio y más espaciado, los del Sur la tienen desde hace solo unos años), desde el Ayuntamiento se señalan tres grandes obstáculos que podrían lastrar las opciones de futuro.

Tres conflictos

Pueblos del Norte (Benifaraig, Poble Nou, Carpesa, Cases de Bàrcena-Mauella, Massarrojos, Borbotó). “Aunque llenaras las calles con adoquines de oro, si les quitas los bous te echarán”. La gráfica descripción proviene de un miembro del equipo de gobierno municipal y resume la convicción de muchos dentro del Govern de la Nau de que la decisión de retirar el bou embolat se pagará en las urnas; la cuestión que queda pendiente es saber cuánto. La concesión de Ribó a sus concejales más ecologistas y, especialmente, a la regidora de Bienestar Animal, Glòria Tello, es posiblemente la decisión más impopular que ha adoptado el alcalde. Impopular incluso dentro de sus propias filas. El malestar es recurrente y son muchos los que hacen votos porque, cuando lleguen las elecciones, esta espada de Damocles no sea tan importante y, sobre todo, que no caiga. Porque lo que está claro es que Ribó no cederá. El bou embolat no regresará mientras él sea alcalde.

Pueblos del Oeste (Benimàmet, Beniferri). Desde hace décadas Benimàmet quiere ser, como mínimo, entidad local menorEsta ambición, que es entendida en el Govern de la Nau, se enfrenta a un problema insoslayable y es que la dinámica actual es precisamente la contraria. El objetivo de la Administración, tanto autonómica como estatal, es concentrar responsabilidades, de ahí que las peticiones de la pedanía estén cayendo en saco roto. La pedanía, una de las más afectadas por el paro, ha sido una de las grandes olvidadas por el PP durante sus dos décadas y media en el poder, de ahí que para Castillo haya sido prioritario responder a sus peticiones. Otro tanto pasa con Beniferri y su intención de ser casco urbano. Por mucho que quiera, Castillo no puede satisfacer su demanda. Así que es consciente de que va a tener que lidiar con frustraciones.

Pueblos del Sur (El Forn d’Alcedo, El Castellar-L’Oliverar, Pinedo, El Saler, El Palmar, El Perellonet, La Torre-Faitanar). Dos letras y tres números unidos por un guión resumen el malestar de los pueblos de playa y de l’Albufera: CV-500. El aparente silencio en el que se encuentran sumidos las asociaciones vecinales no significa que la imposición de los cambios sobre la vía se hayan aceptado. “Es su única vía de comunicación con la ciudad y lo que no quieren es que se les toque”, comenta un miembro del gobierno municipal. Este conflicto y otras cuestiones como la intención de demoler el Sidi Saler han hecho que haya cierta preocupación por las consecuencias electorales a corto y medio plazo.

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