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NUEVA TEMPORADA del principal y el rialto

Sol Picó, Jordi Casanovas y Eva Zapico se asoman desde el escenario a los abismos de la identidad

4/08/2018 - 

VALÈNCIA. El filósofo George H. Mead consideraba que la identidad de cada ser humano se construye mediante las relaciones que establece con los demás. Así, es la interacción con 'el otro' la que nos construye y nos transforma en quienes somos. Ahora, el Institut Valencià de Cultura propone establecer un diálogo sobre los distintos ángulos identitarios que conforman la sociedad contemporánea a través de la nueva temporada escénica del Teatre Principal y el Rialto. 

Así lo aseguraron ayer el director general del IVC, Abel Guarinos, y el director adjunto de Artes Escénicas del IVC, Roberto García durante la presentación de la programación del curso 2018-2019. “Se trata de una temporada cohesionada bajo el lema #Identidad que permitirá hacer visibles nuestros problemas desde la escena” y, al mismo tiempo, reinvindicar “todo ese potencial creativo que tenemos en el territorio valenciano”, señala Guarinos. 

“Queremos dar un paso adelante después del cambio de filosofía que ha significado el curso 17-18 respecto de los pasados. Profundizamos en la apuesta por la coherencia de la programación y por una marca pública de calidad”, añade. En este sentido, Roberto García considera que la programación que se avecina es la primera en la que ha podido reflejar en plenitud sus ideas e inquietudes. Así, tras una "temporada cero" de transición, llegaría ahora la "temporada 1", explica. Como novedad, las obras permanecerán en cartel de tres a cuatro semanas, lo cuál facilitará que tengan una mayor visibilidad y, al mismo tiempo, permitirá que el personal del IVC no se vea obligado a asumir cada pocos días los intensos procesos de montaje y desmontaje .

En cuanto al concepto de identidad, se abordará aquí desde diferentes prismas: culturales, de clase, emocionales…Otros conceptos tratados serán la identidad de barrio, la digital o la europea. En definitiva, una expedición al interior mismo de nuestra configuración individual y colectiva que busca redescubrir sobre las tablas aquello que nos define. Un intento de radiografiar el entorno desde un escenario.

El Principal y el Rialto vivirán durante los próximos meses trayectorias paralelas. Así, el primero “tendrá una programación de lujo con algunos de los nombres de referencia de las artes escénicas en el ámbito valenciano, estatal e internacional”; mientras que el segundo se convertirá en un espacio dedicado a “la programación de producciones propias”, apunta García. De hecho, la creación con cuño de la casa es una de las piedras angulares de este curso, pues el IVC pasa de firmar 4 a 9 creaciones teatrales y de 1 a 3 piezas de danza.

“Tenemos como objetivo fundamental esta temporada la captación y la fidelización del público joven que, en estos momentos, se siente alejado de la oferta cultural”, indica el director adjunto de Artes Escénicas. Para lograr este acercamiento a los ciudadanos de menor edad, se pondrán en marcha planes como Habitamos el teatro, en el que se intentará “empoderar al espectador”. “Buscamos realizar acciones proactivas y escapar del concepto de audiencia pasiva, señala García, quien recuerda, en referencia al nombre del proyecto que “habitar una casa es vivir en ella, pero también hablamos de crear un hábito: el de acudir a la sala”.

  

El Principal entre bambalinas

La temporada del Principal, que incluye 16 espectáculos, empezará con el estreno mundial de Santos, i ara què, una pieza de Ximo Solano que homenajea al pianista, compositor, pintor, escultor y performer Carles Santos. Según indica García en la preparación de la obra se ha contado con “muchas personas que fueron colaboradores estrechos” del artista de Vinaròs. 

Quienes no pudieran disfrutar de Antígona en su estreno durante Sagunt a Escena, tendrán otra oportunidad durante el mes de noviembre, pues esta coproducción del IVC y la compañía ilimitada Ferroviaria volverá a las tablas durante este otoño. Diciembre dará la bienvenida a Mundo Obrero, del actor y director Alberto San Juan. Producida por Teatro del Barrio y Teatro Español, la pieza realiza un recorrido por la lucha obrera desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. En Navidad se repondrá Tic-Tac, galardonada tanto en los Premios MAX de artes escénicas como en los Turia. Igualmente, Silvia Munt adapta en El preu el texto homónimo de Arthur Miller, una obra en la que Pere Arquillué y Ramón Madaula dan vida a dos hermanos que se reencuentran en el desván de la casa familiar tras 16 años sin hablarse.

Las artes circenses encontrarán su espacio en febrero y marzo con los espectáculos Speakeasy, de la compañía The Rat Pack y Missing, de Gecko. Por otra parte, Dagoll Dagon volverá al Principal tras 13 años de ausencia con la pieza Maremar. En marzo este coliseo acogerá la primera representación de ‘El Muro’, de la compañía La Teta Calva, una obra de Maria Cárdenas y Xavo Giménez con música de Carles Chiner. También pasará por allí el festival Dansa València. Asimismo, el escenario del Principal será el hogar de la nueva producción de danza del IVC, un estreno mundial dirigido por la coreógrafa Sol Picó que llegará en abril. En este sentido, Guarinos señala que se trata de la primera vez en la que la prestigiosa creadora alcotana tiene la  oportunidad de dirigir a un equipo completamente valenciano con el que reflexionará sobre “nuestra leyendas y nuestras tradiciones”. 

Valenciana (La realitat no és suficient) constituye una de las apuestas más ambiciosas de la programación. Se trata de una coproducción del IVC, la Diputació de València y el Festival Grec de Barcelona, escrita y dirigida por Jordi Casanovas, sobre “el cambio de ciclo que se inició el año 1992”. Así, la pieza abordará cuestiones como “el declive de la ruta del bakalao", los crímenes de Alcàsser y los nuevos modos de hace política que comenzaron a desarrollarse en esa época. “Resulta muy interesante que alguien de fuera nos ofrezca una visión de lo que es nuestra historia, de la identidad valenciana", sentencia García.

Foto: Europa Press 

Desde la platea del Rialto

La temporada en el Rialto arrancará con el espectáculo I tornarem a sopar al carrer, de Begoña Tena y Xavier Puchades. Se trata de una obra centrada en la trayectoria del Cabañal y reflexionará sobre la identidad de barrio. Como explica García, la pieza permitirá “ hablar de nuestra memoria y de la ciudad”. En noviembre llegará Alexandria, una pieza de Guadalupe Sáez y Mertxe Aguilar sobre la identidad digital que mezcla teatro, música y videomapping. En este caso, se parte de la mítica biblioteca de Alejandría para llegar a “la Alejandría actual, que es Internet”, apunta. Así, la pieza pivotará sobre nuestra huella digital, las consecuencias de que nuestros datos personales queden en manos de las grandes corporaciones y la forma en la que las redes sociales han cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás. 

Por su parte, Faust, de Arturo Sánchez Velasco y Jaume Policarpo, revisita el clásico de Goethe desde una óptica contemporánea y se centra en la identidad europea a partir de las concepciones filosóficas surgidas durante el Romanticismo. La mezcla de actores con títeres de tamaño natural se traduce, según García en “una estética seductora y una escenografía que cautiva al espectador”. La identidad emocional será el hilo conductor de Més a proa, la pieza de la coreógrafa Noelia Linaza que busca conectar con el público mas joven y así generar nuevas audiencias. 

El emblemático y universal Tirant lo Blanch, llegará a los escenarios del Rialto en febrero y marzo gracias a una coproducción del IVC con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. La dramaturgia corre a cargo de Paula Llorens, mientras que Eva Zapico se encarga de la puesta en escena. Con la identidad cultural como eje, esta adaptación de la célebre novela ideada por Joanot Martorell entremezcla palabra y teatro físico. La versión en castellano de esta pieza podrá verse en la sala Tirso de Molina de Madrid.

A continuación llegará Tot explota, de Carla Chillida. “Se trata de una creadora transversal y muy joven que realiza un teatro de corte político sin llegar a ser panfletista”, incide García. Su reflexión se estructura en torno a través de la identidad de clase y juega con el doble significado del verbo ‘explotar’: sinónimo de reventar, pero también abusos laborales sobre los trabajadores. Tras los festivales Dansa València y Ensems, el IVC hará posible el estreno de Tórtola, pieza de Begoña Tena surgida en el primer Laboratorio de Dramaturgia Insula Dramataria Josep Lluís Sirera y cuya dirección corresponde a Rafa Calatayud.


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