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LA MODA SE VA DE RAVE 

Tendencia techno: de la ruta del bakalao a las pasarelas

La moda se inspira frecuentemente en la estética de los distintos movimientos musicales y subculturas. La última tendencia en saltar de la calle y pistas de baile a las pasarelas se inspira en la música techno y las raves de los años 90s. Chándal, colores chillones, tejidos sintéticos, plataformas, neón, felpa... el resultado es tan bizarro y lisérgico como aquellos que inspiran la tendencia

11/10/2016 - 

Estilo techno: moda para no parar de bailar

A principios de los años 90 la música techno reunía en los clubs de todo el mundo a miles de jóvenes que salían por la noche con el único objetivo de darlo todo y bailar sin parar hasta que saliera el sol y entonces, ocultar sus pupilas tras unas gafas hasta llegar a un after o rave y seguir bailando. Berlín destaca como lugar clave en el desarrollo de la música techno y, por tanto, de la estética que definía a sus seguidores. 

El uniforme de los jóvenes que sudaban en las pistas de baile se componía de prendas de colores llamativos, tejidos sintéticos, neón, camisetas con mensajes provocadores, pantalones de chándal y zapatos de plataforma y complementos como gargantillas de cuero o cadenas para ellas. 

En las discotecas había estilismos que viraban del casi disfraz con los que los ravers buscaban distinguirse del resto y transmitir el tono festivo y aquellos que combatían el calor que generaba el baile y las sustancias químicas vistiendo lo más desnudos posibles con minifaldas y tops cortísimos o camisetas de tirantes y pantalones con aberturas.

En aquellos años, la marca preferida de los amantes de la música techno era 3000, fundada por un conocido personaje de la vida nocturna berlinesa Frank Schütte y su socio, Stefan Loy. Crearon minifaldas a partir de bolsas de plástico, vestidos de noche de poliéster y camisetas con mensajes provocadores como “Rich bitch” -zorra rica- o “Porn Star", se convirtieron en una firma de referencia para los jóvenes de Berlín y, sin saberlo, en un referente para algunos de los actuales diseñadores que han tomado como referente la música techno y su estética.

 

De las raves a la pasarela

En la moda actual conviven simultáneamente tendencias muy dispares, casi antagónicas. Es complicado acotar así cuáles son las tendencias cuando parece que es cierto eso que dicen que “ahora en la moda todo vale”. De la femenidad más clásica y sofisticada al retorno del chándal, las sudaderas con capucha y looks que parecen llegados directamente de una fiesta clandestina en el extrarradio, como proponen algunos diseñadores inspirados en la época dorada de la música techno y sus clubbers. Chándal, colores chillones, tejidos sintéticos, plataformas, neón, felpa... el resultado es tan bizarro y lisérgico como aquellos que inspiran la tendencia. Las subculturas y minorías siempre han sido una gran fuente de inspiración para el mundo de la moda.

La moda actual se nutre de los jóvenes, la calle y de lo que ocurre en ella. La vuelta del streetwear, los festivales de música y el resurgir de las raves en Europa son los principales motivos que han hecho que muchos diseñadores hayan subido la estética techno a las pasarelas. Por otro lado, desde hace varias temporadas hay una continua búsqueda de salirse de los cánones estéticos establecidos, lo hemos visto en las modelos de físicos peculiares que triunfan en la actualidad y en la propia moda con el elogio al feísmo en muchas prendas y complementos. 

 

Jeremy Scott fue uno de los primeros diseñadores en apostar por esta tendencia. Sin embargo,  es la firma Vetements y Hood by Air las que más han llamado la atención por su propuesta. Ambas firmas se caracterizan por proponer looks muy arriesgados que rozan -la pasan- la delgada línea  que los separa del disfraz y el malgusto y donde lo que parece que menos importa es la propia ropa porque no aporta nada nuevo, sino cómo se lleva lo dejan muy claro utilizando en los desfiles a modelos atípicos no profesionales que desfilan sin que parezca que están desfilando pero van sobrados de actitud. Entre las firmas españolas, Roberto Piqueras, Maria Ke Fisherman o ManéMané son los que mejor han filtrado el estilo rave en sus colecciones. 

Moda poligonera a precios de lujo

Del chándal de Adidas y la sudadera básica a prendas que siendo idénticas en concepto y fabricación superan los 300 y 500€. Moda poligonera sí, pero a precios de lujo. Queda patente que al comprar algo de estas marcas estás entrando en su círculo, perteneciendo a una minoría que parece ser la única capaz de entender de qué va el tema. Visto desde fuera, todo parece una broma que gasta la moda al resto del mundo que la mira atónito, como una escena de la película Zoolander. 

 

Sita Abellán: "Princesa techno", murciana y amiga de Rihanna

Podemos encontrar muchos ejemplos de seguidores de esta tendencia en las redes sociales, pero es Sita Abellán (@sitabellan)  el mejor referente y la más conocida dentro de esta nueva moda. Puntualicemos, ella no es una “it girl”, es una “techno princess” -princesa techno-, como ella misma deja claro en su perfil de Instagram, abanderándose así como musa de la moda techno.

Esta joven modelo y Dj murciana ha convertido su peculiar físico, ausencia de cualquier leve ondulación en su anatomía y una cara que se aleja mucho de los cánones de belleza,  acompañado de su excéntrica manera de vestir, en la clave de su éxito. Su melenita recta con flequillo puede variar en poco más de un mes del verde lechuga al rosa bebé, su maquillaje es rotundo, casi gótico con labios morados y ojos perfilados en negro como pintados con rotulador permanente, piercings y pegatinas con brillos destellan a días en su cara y en su armario predominan lycras, rejillas, pantalones de chándal, zapatos de plataforma enorme o minifaldas de látex. Prendas que parecen sacadas de cualquier mercadillo, un sex shop o un outlet trasnochado pero que ahora conviven con otras de Moschino, Chanel o Dior desde que Sita alcanzó la fama. Pincha en algunas de las fiestas más destacadas de las fashion weeks y se ha convertido en amiga de gente conocida de la moda como, por ejemplo, el diseñador  Jeremy Scott. Pero si hay una amistad que ha puesto a la murciana en el punto de mira de los medios internacionales es la que le une a Rihanna desde que la modelo coprotagonizó el videoclip del hit “Bitch, better have my money”. 

 

La metamorfosis de la princesa techno cuando pase esta tendencia del feísmo de club underground -que como todas, pasará-, posiblemente sea más original que su imagen actual. 

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