Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. La alcaldesa de València, María José Catalá, firmó una resolución el pasado 10 de octubre por el que establecía un reparto de turnos entre los concejales de PP, PSPV, Compromís para que estos oficiaran las bodas civiles que se fueran a celebrar a lo largo de 2024. Un calendario en el que excluyó a Vox, dado que apenas una semana antes sus ediles advirtieron que no se encargarían de este cometido.
"Desde Vox se entiende que dado que las delegaciones de funciones de gobierno recaen sobre los miembros del PP, esta función al igual que las anteriores también la debe delegar la alcaldesa en ellos y no en los concejales de Vox", explicaron desde el grupo municipal en su día. En definitiva, se negaron a oficiar bodas civiles al entender que esta era una responsabilidad que debía recaer sobre los concejales del equipo de gobierno, que eran los que tenían competencias delegadas.
La situación desde entonces, sin embargo, ha cambiado. El pasado 20 de octubre, PP y Vox firmaron un pacto para gobernar conjuntamente en la ciudad por "operatividad", por lo que los cuatro ediles voxistas pasaron a formar parte del ejecutivo local con competencias en Empleo y Emprendimiento -sin Innovación-; Familia, Juventud, Infancia y Mayores; Sanidad y Consumo; Parques y Jardines, (donde se encuentran Playas y l'Albufera) y Fiestas y Tradiciones -sin Fallas-. Con el reparto acordado, el PP asumía, eso sí, el grueso de competencias y presupuesto.
En definitiva, desde hace algo más de un mes, Vox ya forma parte del gobierno de la ciudad y por tanto asumen, como lo ediles del PP, tienen competencias municipales. Pero a pesar de ello, y de que este fue el motivo para rehusar oficiar bodas civiles en su día, el calendario para el próximo ejercicio se mantendrá tal y como quedó definido antes de la entrada de Vox en el gobierno. El partido, además, explica que su posición sigue siendo la misma: no oficiar bodas en el consistorio, tal y como aseguraron a una pregunta escrita presentada por el concejal Joan Ribó y publicó la Cadena Ser.
El diseño aprobado, por tanto, reparte diferentes viernes y sábados entre los 29 ediles restantes: 13 del PP, incluida también la propia alcaldesa; 7 del PSPV; y 9 de Compromís. El hecho de que finalmente no vayan a haber cambios para el calendario de 2024 generó un fuerte malestar entre los partidos de la oposición este lunes, dado que ahora deberán oficiar un mayor número de matrimonios a los que les hubiera correspondido si el reparto se hubiera realizado teniendo en cuenta que el Ayuntamiento de València lo integran 33 concejales.
El concejal socialista Borja Sanjuán cuestionó este lunes que Catalá amparase "la renuncia de Vox a cumplir sus obligaciones como concejales y concejalas y oficiar bodas civiles". Así, emplazó a la primera edil a que sean los concejales del PP quienes cubran la "falta de trabajo de este grupo de vagos ultraderechistas". "Si las creencias impiden a Vox oficiar bodas civiles, a los socialistas nuestros valores nos impiden cubrir a un grupo de ultraderechistas vagos", sentenció el edil del PSOE.
La situación, no obstante, no es nueva. A principio del mandato pasado, el portavoz de Vox Pepe Gosálbez ya presentó un escrito a Alcaldía para renunciar a esta posibilidad. En aquel momento, el partido explicó que daban "libertad a los concejales en esta materia" para que hicieran lo que quisieran. Por el contrario, el otro concejal de Vox en la legislatura pasada, Vicente Montáñez, sí aceptó oficiar bodas civiles.
En este sentido, advertían que en virtud del artículo 51 del Código Civil, el alcalde era quien tenía potestad para celebrar bodas civiles, y era él -entonces Joan Ribó- quien podía delegar en los concejales, según la Ley de Bases de Régimen Local. Pero los ediles "tienen la libertad de aceptar o no" porque "es una cuestión voluntaria", añadían desde Vox.
En València, las bodas civiles oficiadas por concejales del Ayuntamiento se celebran los viernes, y algún sábado, en los Jardines de Monforte, y los ediles tienen un calendario definido con un turno rotatorio "en igualdad de condiciones", según fija el propio consistorio, por lo que desde el primer día conocen cuándo les toca casar. Esos días hay un titular y un suplente aunque, entre ellos, pueden cambiarse los turnos e incluso, pueden solicitar oficiar una boda en concreto, cuando es de alguien que se lo ha pedido especialmente a ellos y están de acuerdo.
