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VALENCIA. A sus ‘treinta y' Jorge Pérez está a punto de enfrentarse a La Gran Prueba. Ese será el título de su tercer disco en solitario, tras Lugar nuevo (Los Enanos Gigantes, 2008) y Entusiamo (Los Enanos Gigantes/El Volcán, 2012). Precisamente, con este último recibió un espaldarazo para sumar nuevos públicos y nuevas caricias por parte de la crítica.

Sus dos primeros discos fueron grabados en casa del también músico Joaquín Pascual. Sin embargo, para La Gran Prueba ha optado por encerrarse en el estudio de Caio Bellveser (estudios Río Bravo), al que ha "explotado" como multiinstrumentista y productor. Por la sesión han pasado Xema Fuertes, Joaquín Pascual y, por supuesto, la actual formación de la banda: Pau Roca, Jordi Sapena (La Habitación Roja), Enric Alepuz (Castlevanians), Miguel Sancho y Víctor Ramírez (Chesterton).

EL NUEVO DISCO

"El otro día bromeábamos en la furgoneta con cuántos músicos habían pasado por Tórtel. Los contamos: 24. ¡Y eso que no he echado a nadie! En este disco han colaborado muchos de ellos y con su participación he vuelto un poco al origen, a Lugar Nuevo. A veces vemos a los místicos de algunas religiones rezar y rezar, siempre lo mismo, y no lo entendemos. A mí me está pasando algo parecido con las canciones porque encuentro mucha más riqueza haciendo loops sostenido en tres acordes. En el nuevo disco a veces las variaciones son sólo melódicas".

"Cuando he visto tocar a Devendra Banhart, Herman Dune o Jonathan Richman y les he visto acercarse a la música de Julio Bustamante, por ejemplo, me ha impresionado. Con Entusiasmo yo también lo hice porque es una forma de componer y de ser que llevo dentro, que surge con mucha facilidad. En el nuevo disco sigo un poco este camino, pero he sumado la producción del estudio y el ánimo por hacer que todo lo que tenía que sonar lo hiciese de la mejor forma posible. En esto Caio Belleveser ha sido clave, aunque a veces le hemos tenido que parar para que la pulcritud no se comiera a la frescura".

"En cualquier caso, yo que he compuesto y grabado siendo uno solo o con banda [se refiere a Ciudadano, el grupo en el que participó durante años] sé que esta es la forma en la que quiero trabajar. También sufro cierta inestabilidad porque la gente nunca está tan comprometida y siempre he de ir pensando en las piezas del directo. Aun así, prefiero esta libertad y ser yo el que aparezca después de todo en la foto. Me expongo porque al fin y al cabo soy el que le ha dado las vueltas a cómo han de ser todas las cosas, pero finalmente son como quiero que sean".

EL MENSAJE DE TÓRTEL

"Es verdad que mis letras no son políticas, pero la propuesta que hacemos, quiénes somos, la imagen que transmitimos deja claro cómo pensamos. Tu forma de ser y cómo entiendes la música es también cómo entiendes la vida. Yo claro que me posiciono porque es súper necesario. Estar callado ante esta tomadura de pelo en la que vivimos es ser cómplice. Por ejemplo, durante el lanzamiento de Entusiasmo me sentí absurdo porque mientras salían críticas en grandes medios sucedía lo del Lluis Vives [llamada más tarde, Primavera Valenciana]. Era algo que sucedía a mi lado y me veía incapaz de estar contando mi película, de que me habían sacado en tal o cual medio, mientras veía lo que pasaba en la calle".

"Más allá de la música, soy filólogo, tengo un master y trabajo en un bar. No se me caen los anillos. Considero que soy honesto y lo digo porque la gente limita su honestidad profesional a eso de ‘tenía que cobrar un sueldo'. No me sirve. Mucha gente que ahora está perdiendo su trabajo ha fallado a los suyos, callando y siendo cómplices con un trabajo con el que dejaban de ser honestos. Los tentáculos del sistema funcionan así: ‘haz esto o te quedas sin curro'. Yo pongo copas en un bar, no me estoy prostituyendo. Ahora mismo no hay oposiciones y estoy en esto, pero de verdad que estoy muy relajado".

"La escena independiente es remar a contracorriente. Pasa en el cine y en cualquier otra expresión. Los cines están en un centro comercial y es significativo: la cultura es ocio. No hay interés y la política cultural es la que tenemos. No hay ningún interés en apoyar la cultura. Antes nos reíamos cuando había una exposición de algún tío disparatado. Ahora valoramos esa cantidad de riesgo y las iniciativas son privadas. ¿Y Tórtel que se merece? No puedo ir por ahí diciendo 'gástate el dinero en Tórtel', así que nuestro espacio por el momento es el de la subsistencia".

 
"En Valencia hay músicos que creen que existe un complot contra nosotros los valencianos. Si este o el otro periodista o medio no habla de ti no es porque conspire contra ti; es porque no te conoce. Lo que todos [los músicos valencianos] debemos hacer es autocrítica, pensar si con la música que haces tienes lo que quieres. Si es así, está todo bien; adelante. Ahora, si lo que quieres es llegar a más gente, tendrás que preocuparte por cómo funcionan las cosas porque la rueda no se va a parar para que tú te subas".

"El escenario actual se ha dividido en dos partes muy diferenciadas: los grupos que petan en festivales, con una súper producción a todos los niveles, y el resto. Esto provoca también que las nuevas bandas quieran ser todas como Phoenix. Bueno, pues a mí también me gustan mucho Phoenix, pero no me gusta que la música que me rodea se haya convertido en algo tan mimético".

"Los vermuts son un boom y cada vez más bares y sitios se abren para tener un espacio de música en directo. Es lógico, porque cada vez es más complicado girar con la banda, pero cuando empezamos tampoco había tantos pequeños espacios que se ofrecieran así a los conciertos. En cualquier caso, sí considero que me ha influenciado un poco porque tras la experiencia de Ciudadano quería salir a tocar por mi cuenta, acompañado de alguien, pero así. La forma en la que están construidas mis canciones se acerca a esta forma de interpretarlas en directo así que, en cierto sentido, me beneficia".