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VALENCIA. Los empresarios valencianos son todos unos rojos. ¿No lo sabía usted? Pues ya se lo desvela Isabel Bonig, la coordinadora general del PPCV, que en menos de una semana les ha echado en cara a los patronos que cuando mandaba José Luis Rodríguez Zapatero no se ponían tan estupendos con sus reivindicaciones. 

Este mismo martes, quien sabe si como consecuencia del calor sofocante propio de agosto, la dirigente popular tuvo un calentón. Un periodista le preguntó cómo valora la iniciativa de los empresarios de reclamar junto al presidente de la Generalitat y del PPCV, Alberto Fabra, una reunión con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para pedir más financiación e inversiones.

La pregunta era blanca nuclear. Pero Bonig se fue encendiendo con sus propias palabras: "Yo quiero una sociedad civil fuerte que exija responsabilidades a los cargos públicos, políticos y no políticos, quiero una sociedad civil que haga de lobby". Pero ojo, todo tiene un límite, debe pensar la dirigente del PPCV: "Algunos empresarios no reclamaban y no chillaban tanto cuando había un Gobierno socialista y cuando el Gobierno socialista discriminó en época de bonanza a la Comunitat Valenciana".

Insistió así Bonig en un mensaje que ya lanzó la semana pasada y que parece dispuesta a mantener. Un leit motiv en el que llama la atención el uso de la palabra 'chillar'. Para la coordinadora general del PPCV los empresarios chillan. Y lo que es peor, chillan ahora que manda Mariano Rajoy.

Parece olvidar bastantes cosas Isabel Bonig cuando hace afirmaciones como esa. Algunas tan sorprendentes como el seguidismo que, durante casi dos décadas, hizo la patronal autonómica del Consell del PP, dispuesto a inmolarse en cualquier reclamación al dictado de la calle Cavallers. Pero sin irse tan lejos, la coordinadora del PPCV olvida que fue el presidente Alberto Fabra el que trató de aprovechar el tirón reivindicativo de los empresarios, convocándolos a una reunión de urgencia y prometiéndoles una reunión con Cristobal Montoro de la que no hay noticias.

Pero claro, no es lo mismo que los empresarios reclamen contra ZP que contra Rajoy. Lo primero es bien y lo segundo es mal. Lo primero es sociedad civil y lo segundo un intento de hacer política intolerable para una Bonig que recomendó a los empresarios chillones que se presenten a las elecciones. Todo con el mar de fondo de esas reuniones que parece mantienen algunos dirigentes políticos y empresariales en las que se habla de crear un partido regionalista ante el desdén con el que trata el PP de Rajoy a la Comunitat Valenciana y a sus propios correligionarios.

La que está liando Zapatero... 

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