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VALENCIA (VP). Banco de Valencia (BVA) ha registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una emisión de cédulas hipotecarias por valor de 250 millones de euros a cinco años -la tercera de su historia y las tres en apenas cuatro meses-, con un valor nominal de 50.000 euros. La fecha de emisión está fijada para el próximo 8 de noviembre, mientras que el vencimiento corresponde al mismo día de 2016. 

Tal y como viene sucediendo de un tiempo a esta parte con emisiones de estas características lanzadas por bancos y cajas, el papel no va a salir al mercado sino que se la va a quedar en su activo para utilizarlo como garantía o colateral, con el fin de financiarse a través del Banco Central Europeo (BCE), según han informado fuentes financieros a este digital.

De este modo, el nuevo presidente de la entidad valenciana, Aurelio Izquierdo, continúa con la política que su antecesor Domingo Parra puso en práctica, es decir, crear colaterales para poder acudir con plenas garantías ante la institución que preside Mario Draghi y obtener así liquidez para el banco.

Precisamente hace exactamente cuatro meses hizo lo mismo con una emisión de 850 millones de euros, también del mismo activo -cédulas hipotecarias, que por cierto fue la primera de su historia-, pero en aquella ocasión fueron a un plazo de dos años. Así lo anticipo Valenciaplaza.com y posteriormente fue confirmado por la propia entidad. En aquel momento el riesgo país español superaba por primera vez en su historia la barrera de los 380 puntos básicos, lo que complicaba todavía más el acceso de las entidades españolas a la financiación mayorista en Europa.

Una circunstancia que se mantiene, pese a que la prima de riesgo ronda los 360 puntos básicos, lo que está provocando que las entidades financieras opten por emitir cédulas hipotecarias para quedársela en sus balances. Sin ir más lejos la pasada semana Cajamar, la cabecera del Grupo Cooperativo Cajamar, lanzó otra emisión a diez años por un importe de 500 millones de euros, tal y como informó este diario. Además, se da la circunstancia que fue la segunda de su historia, tal y como ha sucedido con el Banco de Valencia.

BUENA CALIDAD CREDITICIA

Sin embargo, Banco de Valencia volvió a darle a la 'máquina de cédulas' el pasado cuatro de agosto, a razón de 150 millones de euros pero con un mayor vencimiento (agosto de 2027), también con un nominal unitario de 50.000 euros. Para entonces el banco de Pintor Sorolla ya ostentaba la mayor calificación crediticia de Moody's -en función del propio rating de la entidad- para su programa de cédulas hipotecarias.

Pero no sólo ha sido Cajamar la que ha recurrido a esta 'vía de financiación'. Por ejemplo, Caja Mediterráneo (CAM) lo ha hecho en varias ocasiones este año. Como también Bancaja lo hizo a principios de ejercicio, pero con la particularidad que no las metió en su activo y sí en el del Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Asimismo, Caja Madrid hizo lo propio, pero en los tres casos (CAM, Bancaja y Caja Madrid) se trataba de emisiones a dos y tres años.

LA LLAVE QUE ABRE LA PUERTA DEL BCE

Las cédulas hipotecarias son activos financieros o títulos de renta fija, tal y como lo define el Banco de España, que se emiten con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora. Estos activos se han convertido de un tiempo a esta parte en la llave que abre las puertas de liquidez de las entidades financieras, muy especialmente de las españolas, de la autoridad monetaria.

Mientras tanto, las acciones del Banco de Valencia echaron ayer el cierre en los 0,885 euros, es decir, el mismo precio al que despidieron el mes de octubre después de liderar las ganancias de las cotizadas locales.

Los títulos del banco que preside y dirige Aurelio Izquierdo desde hace una semana acusan un descenso en lo que va de año de un 73%, mientras que su capitalización ronda los 436 millones de euros. El valor se ha movido en el Mercado Continuo en los últimos doce meses entre los 4,10 euros y los 0,68 euros.