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La mitad del Gobierno y del PP se conjuran como en la obra de Lope de Vega "todos a una" para intentar pasar página del caso del extesorero, Luis Bárcenas, y seguir haciendo reformas

MADRID (A. LASO D´LOM / MADRID PLAZA). Rajoy y Cospedal escenificaron en el hotel Ritz de Madrid uno de los tres actos de Fuenteovejuna, la famosa obra del siglo XVII de Lope de Vega. Reunieron a gran parte del partido y del Gobierno y les conjuraron contra el comendador mayor de Fuenteovejuna, Fernán Gómez de Guzmán, representado en la actualidad por el extesorero del partido, Luis Bárcenas, que les está metiendo en un montón de problemas y haciendo peligrar la acción del Gobierno.

La frase "Fuenteovejuna, todos a una" viene a explicar algo que se hace en equipo, es decir, cuando varias personas se juntan para hacer una misma cosa y lo hacen colaborando, pero también cuando se unen para que algo que han hecho quede en el anonimato, para que no se sepa nunca quien ha sido, ya que son muchas las personas conjuradas.

Pues más o menos esa fue la obra de teatro de ayer en el Ritz de Madrid. Gobierno y PP, que las han pasado canutas con Bárcenas, se han conjurado y se han rearmado. Ya saben lo que están diciendo y lo que callan, cosas que desconocían al principio de esta crisis, y también que nadie va poder probar jamás que otro ha cobrado algo en B, precisamente por ser dinero B. Y hay mucho trabajo que hacer, por ejemplo sacar a España de la crisis.

EL QUE SE MUEVA NO SALE EN LA FOTO

Por todo ello, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y los ministros de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, Industria, José Manuel Soria, Interior, Jorge Fernández, Empleo, Fátima Bánez y Agricultura, Miguel Arias Cañete, así como los tres vicesecretarios del PP, Carlos Floriano, Esteban González Pons y Javier Arenas, acudieron como una sola persona a respaldar a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al Foro de la Nueva Economía.

Además, la presentaba el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy y se pasaba lista, vaya que si se pasaba lista, y era necesaria una foto y unos discursos para dejar atrás el lío de Bárcenas, que precisamente ha tenido a todos menos a Rajoy y a Cospedal al borde del infarto en los últimos tiempos.

La estrategia, como ya avanzó este diario, era pasar página del ‘caso Bárcenas' en el que Cospedal, aunque conscientemente se ha quemado mucho, y vender la política y las reformas del Gobierno ahora que los datos macro se han estabilizado, retomando una iniciativa política que hacía meses que brillaba por su ausencia. Y así se hizo.

PRESENTES SUS MAYORES CRÍTICOS

Numerosos cargos del PP que han sido muy críticos con la estrategia, o mejor dicho el papelón que le ha tocado hacer a la secretaria general, con este asunto de los presuntos sobresueldos en el PP, hicieron acto de presencia en un Ritz hasta la bandera, en donde no cabía ni un alfiler. Críticos con Cospedal como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso o hasta la presidenta del PP madrileño y nueva cazatalentos de la firma catalana Seeliger y Conde, Esperanza Aguirre, entre otros muchos que han estado jugando con fuego.

Por cierto, Núñez Feijóo, que se retrasó a la salida de acto, terminó siendo abroncado en la calle por un grupo de preferentistas que protestaba en puerta del hotel, y que aprovechó que ya se había retirado el fuerte dispositivo policial cuando salió el político gallego, para arrinconarle y gritarle algunas consignas, pese a que Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, no se había perdido el acto de apoyo a Cospedal.

RODRIGO RATO, RITA BARBERA, MARICHALAR

Pero hubo más políticos populares, como los presidentes de Madrid, Ignacio González y de Extremadura, José Antonio Monago, el exvicepresidente y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, un poco fuera de lugar; la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella o la de Valencia, Rita Barberá, también un tanto perdida entre sus correligionarios.

Acudió también una nutrida representación del gobierno de María Dolores de Cospedal en Castilla La Mancha, con el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales y ‘hombre fuerte' del ejecutivo regional, Juan Ignacio Echániz, a la cabeza.

CONSTRUCTORAS Y ELÉCTRICAS

Sin embargo, falló y mucho la representación empresarial que tradicionalmente acude a los foros de Nueva Economía. Quizás se olían que la cosa no iba con ellos y era mayormente interna. Ningún representante ‘top' del sector financiero, ni Botín, ni Francisco González, ni Isidro Fainé. Y apenas unos cuantos empresarios de los sectores económicos más próximos al Gobierno, por ser regulados como el eléctrico, o el de la construcción, por las obras públicas.

Estuvo el presidente de Endesa, Borja Prado, el de OHL, Juan Miguel Villar Mir, el de ACS, Florentino Pérez, el vicepresidente y consejero delegado y nuevo gestor de FCC, Juan Béjar, el ex de FCC, Baldomero Falcones y el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, entre otros. También estuvieron los representantes de empresas o grupos públicos como el presidente de SEPI, Ramón Aguirre, hablando de los astilleros con Feijóo, o el de Ineco, Francisco Cal, entre otros.

Destacó por alto y por la dificultad de encuadrarle en algunas de las categorías elegidas el exmarido de la Infanta Elena y exyerno del Rey de España, Jaime de Marichalar.

ESCENIFICAR LA UNIÓN

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, quiso forzar con su presencia y su discurso la escenificación de un cierre de filas del partido y del Ejecutivo con la gestión del ‘affaire Bárcenas' por parte de la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal.

A su juicio, Cospedal es "una mujer excepcional y un ejemplo a seguir a la que muestro mi agradecimiento personal y político porqué nunca me ha dicho que no y siempre ha aceptado los retos y riesgos que le he encomendado". Riesgos, según Rajoy, tan difíciles como hacerse cargo de la presidencia de Castilla-La Mancha y luego ganar unas elecciones y ser secretaria general en un año tan complicado para el PP como 2008. Rajoy puso a Cospedal como ejemplo de la vida pública ya que nunca ha antepuesto su vida personal a sus obligaciones y dijo que contar con ella es un privilegio.

LAS CUATRO MUJERES DE RAJOY

Hay que recordar que Cospedal es junto a Soraya Sáenz de Santamaría, aunque ambas sean ‘enemigas íntimas' y quizás por eso la vicepresidenta llegó ayer tan pronto al foro, la ministra de Sanidad, Ana Mato, tocada de lleno por el caso Bárcenas, y la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, una de las cuatro personas de su equipo a las que el presidente dijo públicamente sentirse más cerca antes de las últimas elecciones.

Finalmente, Rajoy, defendió la bondad de sus reformas para salir de la crisis económica y crear empleo, objetivos que definió como los básicos de su Gobierno.

"NO APOYADA, MUY APOYADA"

Por su parte, María Dolores de Cospedal, de quien ya hemos dicho desde aquí que los tiene bien puestos.... y que sabe salir en tromba.... no se fue por las ramas en su discurso y dijo sentirse "no apoyada, sino muy muy apoyada" por su presidente y su partido en relación el ‘caso Bárcenas', pese a todas las críticas internas recibidas. Igual que también explicó que no la preocupaba nada si este asunto la pasa factura.

"La función de un secretario general es manejarse en momentos de dificultad. Si en los momentos difíciles no se está donde se tiene que estar y no se da la cara, entonces los secretarios generales no valen para nada", explicó.

La 'número dos' del PP también celebró que gran parte del ‘caso Bárcenas' esté ya judicializado, para que se investigue y poder conocer la verdad y dijo que el PP ha hecho todo lo que tenía que hacer a favor de la transparencia. Es un poco como enterrarlo y a otra cosa, lo que no será fácil por sus ramificaciones y por cómo es España. Ayer mismo, el juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, admitió parcialmente a trámite la querella de Izquierda Unida (IU) por la supuesta contabilidad B en el PP. Y ha citado ya este mes a declarar a los presuntos donantes de dinero a la formación.

Asimismo, Cospedal reconoció haber pasado momentos amargos con este asunto del ex tesorero, pero dijo que no los peores, que para ella fue mucho peor hace nueve años cuando se produjeron los atentados del 11 de marzo en Madrid.

¿ES MADRID PARA EL PP COMO EL PSC PARA EL PSOE?

Finalmente, defendió la necesidad de una regeneración política y rechazó una curiosa y periodística pregunta que le hicieron, que era si el PP de Madrid era para la sede de Génova lo mismo que el PSC para el PSOE de Rubalcaba. Cospedal explicó que no era apropiada la comparación, pero con escasa convicción.

Elogió todo lo que pudo al presidente del Gobierno por su "obsesión" con la recuperación económica de España y en respuesta a una pregunta de carácter más íntimo sobre su hijo, aseguro que "ha asumido con bastante naturalidad que su madre está dedicada a la política y no protesta demasiado. Entiende que su madre tiene una labor que no tiene horas" y extendió esta "gran comprensión y apoyo" a su marido, el empresario Ignacio López Hierro, que se encontraba entre los asistentes.