VALÈNCIA. En la vida hay que sentirse orgullosos: de lo que hacemos, del imaginario que nos rodea y de las historias que nos componen. Cuando un relato está oculto, hay que sacarlo a flote... y cuando alguien no ha podido vivir su historia propia en libertad, hay que contarla y celebrarla. Las nuevas miradas creativas de València hacen justicia con todas aquellas personas cuyas historias se quedaron por contar. Lo hacen a través de fotografías, video instalaciones y hasta una película, todo vale para sentir orgullo de lo que nos rodea. Graham Bell y Ana Maria Staiano presentan su muestra Morbo Queer/InsuMisa en La Posta, en la que mezclan fotografía y performance para hablar de la disidencia sexual.
El director valenciano Carlos Giménez presenta en Cinema Jove (el domingo 25 de junio) su documental València t’estime, en el que cuenta la historia LGBTI de la ciudad entre finales de los años 70 hasta principios de los 2000, contando con los testimonios de sus protagonistas. Virginia Sogorb inaugura el 27 de junio, en La Nau, su muestra Ligas y ligueros, en la que aprovecha la fotografía para hablar de los cuerpos disidentes y sus características que a simple vista “no se ven”. Por otra parte, en La Base Culture, el artista checo Martin Kámen muestra la historia de la mitología y el arte a través de QueerDieu, una muestra fotográfica en la que edita a protagonistas queer en varios momentos de la historia de la humanidad.
Todo ellos, con sus discursos, cuentan el relato de ellos mismos y de las personas a las que la historia se ha empeñado en ocultar. De forma exagerada, con acciones y representaciones exuberantes como la de Graham y con fotografías en las que hay que aprender a descifrar el mensaje como las de Virginia el universo queer se abre camino en València. Los responsables de estos nuevos relatos son los que luchan por los derechos de sus protagonistas durante todo el año, y no solo en el mes de junio. Con motivo de celebrar sus historias Culturplaza prepara un pequeño paseo por estos proyectos con motivo de celebrarlos.
Las “disidencias” que no se ven
El próximo 27 de junio se inaugura en La Nau la muestra Ligas y ligueros, un proyecto fotográfico de la valenciana Virginia Sogorb. En este explora las disidencias y el espacio entre resistencias y alianzas dentro de su grupo cercano de amigues. La artista, que se encontraba en un momento de bajón creativo, se motivó a tomar la cámara de nuevo gracias a la beca de Activa Cultura, que le ha llevado a poder exponer. Para este concurso debía crear un relato de expresión y crítica social, que luego se expondría en los espacios universitarios.
Con motivo de explorar los cuerpos disidentes Sogorb lo que hace es observar a las personas de su entorno e investigar sus disidencias en todos los planos: “Sus realidades siempre están desdibujadas en una sociedad que está bastante obsoleta, lo que quería era contar sus historias”. Para ello se compró una cámara nueva y empezó a capturar el relato de sus amigues con disidencias de identidad de género, cuerpos diversos y esas historias que a simple vista no se capturan: “La disidencia no es solo una parte significativa del colectivo LGBTI, los cuerpos normativos también pueden tener experiencias traumáticas que les construyen y hasta un trastorno alimenticio puede suponer una disidencia clave”.