“Yo quería ir al concierto con papá y vimos que no podía entrar. Durante una época mi padre estuvo yendo a varias reuniones a la Generalitat para ver si se podía cambiar la ley de las salas, para que yo pudiera ir, pero fue imposible”, explica Luna sobre el empeño musical de su padre, que quedó en vano. Jero tampoco pudo hacer mucho, pero decidió invitarla a un ensayo de sonido, en el que estuvo con ella desgranando algunos de sus temas y en el que además le regaló dos pequeños cuadros, que aún cuelgan en la habitación de Luna: “En uno de ellos pone “Descalza soy mucho más alta”, y es una maravilla”. Jero le dió este regalo para valorar su empeño, estaba flipado con que una niña de 11 años se supiera todas sus letras: “Más adelante pude hacer conciertos en festivales y siempre la veía en primera fila, toda chiquitita ella”, recuerda emocionado el cantante, “desde ahí estuve enviándome varios correos con su padre, porque me seguían todos los pasos”.
Quien fuera la voz cantante de The Sunday Drivers encauza desde hace más de 10 años su carrera en solitario, y poco más tarde Luna se convertiría en una de sus fans más jóvenes. Confiesa la valenciana que lo conoció a través de un programa de Radio 3: “Me acuerdo de que Rafa Carmona hacía una cosa súper divertida: el melocotonazo, que consistía en poner una canción casi todos los días, y en este caso se trataba de Fue Hoy”, un tema que según Luna "es una canción buenísima" y que es la que les hizo enviciarse a su música.
Para Jero la combinación que tendrá lugar en La Rambleta es un recordatorio de lo que le pudo pasar a él como componente de The Sunday Drivers, la ilusión de ese momento en el que eres telonero de alguien que te ha influenciado: “Nos llamaron para tocar con Paul Weller, y estábamos todos acojonados. Sentíamos que en ese momento era como si tocáramos techo, y nos obligaba a preguntarnos: “¿Qué hacemos aquí?”, era bastante increíble”, comenta sobre los cruces de ídolos.
Avanzando en su carrera en solitario fans como Luna llevaron a Jero a dar en el punto clave de estas relaciones, y le hicieron reflexionar sobre el valor de componer: “Muchas veces los que componemos temas lo hacemos para nosotros mismos, pero con cosas como estas ves cómo trasciende hasta el punto de que comienza a influir en tus canciones, es una manera de cerrar otro círculo”, explica sobre la inspiración que provoca. En el concierto, por llevar tantos años sin tocar, incluirá temas de todos sus discos, con un reparto casi idéntico pero alejado de lo acústico: “Voy con una banda nueva en la que predomina lo eléctrico, que nadie se piense que encontrará al Jero de guitarra acústica, tocaré canciones de todos los discos porque tras tantos años inactivo es algo que me apetece”, confiesa el cantante.
Todo esto lo hace en un momento en el que no se ve con ganas de componer, dice que pretende seguir girando porque en lo creativo se encuentra en una “sequía total”, en la que le faltan tiempo y fuerzas para escribir de nuevo: “Empezar a rodar requiere mucho ensayo y esfuerzo, muchas veces no tiene nada que ver con la música. Los músicos somos completos autónomos y cuesta mucho curro, además que mi mente ahora solo está en tocar”, explica el cantautor. En este momento, más de reflexión y mirar al pasado, se siente orgulloso de los discos que ha creado a lo largo del tiempo y cómo les ve crecer.
“Estoy muy orgulloso de los tres, la verdad. Con cada uno me voy atreviendo a buscar nuevas melodías, componer canciones más intimistas y hasta a ir jugando con la producción”. ¿Y en lo personal? Incluye también en esta pequeña familia de discos a la propia Luna, quien confiesa que siente esto como lo más importante que va a hacer en la música: “Toco también en el concierto, no solo es un favor de un ídolo. Es muy importante que los artistas “más grandes” valoren, cuiden y compartan la labor de los artistas emergentes”, y añade, “es de una inteligencia y de una generosidad muy especial”.