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VALENCIA. El fichaje de parte del equipo fiscal de Enrique Vázquez en KPMG por parte de Olleros Abogados ha evidenciado que algo se mueve en los despachos de abogados de Valencia. Aunque es habitual que los profesionales pasen a lo largo de su carrera de unos bufetes a otros, la situación del mercado ha agudizado esta situación en las últimas fechas, en beneficio de los de tamaño medianos frente a las grandes firmas.

Si hace unos años las empresas valencianas aprovechaban la presencia de las principales enseñas nacionales e internacionales en Valencia para sacar partido de su red en España y en el extranjero, la crisis ha facilitado el fortalecimiento de los despachos de 50 a 100 trabajadores, que han iniciado en algunos casos una expansión que les ha hecho ganar puntos en la percepción de sus clientes.

Éste es el caso de Broseta Abogados, Olleros Abogados o Antonia Magdaleno, que han aumentado sus efectivos y han abierto oficina en la plaza madrileña para acceder a estos mercados y ofrecer a las empresas locales un puesto de mando avanzado en la capital, además de establecer acuerdos con entidades foráneas para disponer de estructura internacional.

CERCANÍA, ESPECIALIZACIÓN Y PRECIO

La situación general de la economía española y valenciana ha hecho que los clientes miren con más detenimiento sus costes y se orienten hacia despachos con unos costes estructurales más bajos y que dispongan de equipo especializados en Valencia. "No es igual la minuta de un profesional de Madrid que de Valencia, aunque su valía profesional sea la misma", advierte un letrado valenciano.

Esta situación ha favorecido a los locales, especialmente en el cliente medio, ya que las grandes compañías han sido más fieles a las firmas nacionales como Cuatrecasas, Uría y Menéndez, Garrigues o Gómez-Acebo y Pombo, presentes desde hace décadas en Valencia.

Por otra parte, las enseñas internacionales como PwC, E&Y o KPMG están sacando partido a su condición de interlocutores globales para los fondos internacionales, que han incrementado su actividad en España desde el pasado verano, al tiempo que se han empezado a disipar las principales incertidumbres que pesaban sobre el país.

DE OPORTUNISTAS A CONSERVADORES

Los llamados fondos oportunistas, más inclinados a las operaciones de riesgo, comenzaron a tomar posiciones en España entre los meses de junio y julio de 2013. Sus principales objetivos han sido los paquetes de créditos fallidos y las plataformas de activos financieros, como las inmobiliarias de La Caixa, Santander o Bankia, pero en los últimos meses también los fondos de perfil conservador han venido de compras.

Estos últimos, procedentes principalmente de China, India o Latinoamérica han buscado inversiones para el medio y largo plazo. Igualmente, ha crecido la demanda de asesoramiento financiero y mercantil, además de para aspectos relativos a derecho laboral o para reestructuraciones de deuda.

Aunque las mayores operaciones las están realizando los bancos de inversión, por número de transacciones es KPMG quien a liderado el negocio en España. Las expectativas con las que trabajan los analistas de cara a 2014 pasan por la consolidación de la recuperación económica que beneficiaría a la actividad de todo el sector de la consultoría legal.