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VALENCIA. ¡Oh, Silicon Valley! La meca del emprendimiento en la que puedes coincidir con Mark Zuckerberg entrando en una cafetería, asistir a fiestas de lanzamiento donde se sirve gamba líquida o pitchear al oído de vicepresidentes ejecutivos como si hubieran sido tus compañeros de pupitre en Primaria.
¡Ay, Silicon Valley! Ese campo de minas para ideas y talentos emergentes, donde el alquiler de un cuchitril supera los 2.000 dólares mensuales, parte de la población local protesta contra las grandes compañías tecnológicas porque su presencia -y la de los techies que contratan- ha elevado drásticamente los precios de todo, y en el que detrás de la comida gratis en la oficina con mesas de billar, futbolín y ping-pong se esconde un ambiente laboral más que intenso y una cultura social alejada de las costumbres españolas.
Es el epicentro del universo para quienes aspiran a transformar su idea en un negocio global, pero donde los pasos en falso se pagan muy caros. Por ello, es necesario responder algunos interrogantes antes de poner rumbo a Silicon Valley:
POR QUÉ SILICON VALLEY Y CUÁNDO ES EL MOMENTO
El Spain Tech Center, plataforma para empresas españolas de base tecnológica en Silicon Valley que está operativa desde 2011, define este ecosistema como "único" por volumen de talento, empresas líderes y eventos de networking. Estar presente en él supone "aprender de los mejores, abrir el mercado americano, conocer tendencias y contactar con profesionales que tienen una gran visión de negocio", aseguran desde el centro respaldado por el ICEX.
Pero, ¿cómo saber que me conviene estar en Silicon Valley y que es el momento oportuno? Alfonso de la Nuez, co-fundador de Userzoom, rebusca en su experiencia personal para tratar de facilitar una respuesta directa: "Ven a Silicon Valley si cumples una de estas tres premisas: tu target market está aquí y ya tienes algún cliente en la zona -o contactos muy avanzados-; tienes un gran poder de escalabilidad y puedes demostrar que con financiación o un acuerdo estratégico se dispararía el negocio; dispones de financiación propia para aguantar uno o dos años y lanzar tu idea in situ".
Este emprendedor español afincado en Silicon Valley se graduó en International Business por la San Jose State University y disfrutó de una beca para jugar al baloncesto universitario de máximo nivel (NCAA) donde incluso se enfrentó a posteriores NBA. Profundizando su respuesta, De la Nuez explica que "los inversores de este ecosistema buscan constantemente proyectos con gran potencial y están acostumbrados a asumir riesgos, si tu plan de negocio contempla facturaciones cercanas o superiores a los 50 millones de dólares anuales el sitio perfecto para desarrollar la compañía es Silicon Valley". En resumen, "no interesan proyectos pequeños, sino gente que piense a lo grande". Además, los inversores que están al día de la situación de España "saben que hay crisis y ven al emprendedor español como un talento atractivo por la relación calidad-precio".
En general, en Silicon Valley "no existe un estereotipo del emprendedor español pero sí nos consideran más creativos que otras nacionalidades quizás más técnicas y trabajadoras", considera. "A España le falta una startup referente, el Skype o Spotify de turno".
En su caso, montó junto a dos socios una consultora de experiencia de usuario allá por 2001 cuando las siglas UX/UI apenas tenían traducción y con capital propio crearon Userzoom, un software de investigación online enfocado a la usabilidad de webs y aplicaciones. Su puesta en escena en Silicon Valley llegó en 2006 tras asistir a un evento con una versión aun en beta de su producto gracias a la cual concretaron su primer partnership, nada menos que con eBay. El lanzamiento llegó en 2008 tras cerrar una ronda de financiación en España con la que escalar el negocio. Para este año esperan facturar cerca de diez millones de dólares y la idea es estar en 25 en tres o cuatro ejercicios.
"Tengo claro que si estamos aquí es para hacer crecer el negocio, ganar mucho dinero y quizás algún día vender la empresa. De lo contrario el sacrificio de trasladarme con mi mujer e hijo dejando a nuestras familias en España no tendría sentido".
ME VOY A SILICON VALLEY: PRIMEROS PROBLEMAS
Lo has decidido, el Producto Mínimo Viable está más que validado, hay una tracción estable y la startup tiene ingresos. Al fin y al cabo, estás cerca de la treintena y por aquellos lares si la experiencia resulta un absoluto fiasco eso no supone un golpe definitivo sino todo lo contrario. Aterrizas en San Francisco, alucinas con el Golden Gate y las vistas a la bahía, pero resulta que para alquilar un piso o comprar un coche -sí, lo vas a necesitar- te piden algo llamado credit score, una especie de puntuación crediticia sobre el estado de tu cuenta corriente.
Así es, todas las fuentes consultadas para elaborar el reportaje coinciden en señalar el alto nivel de vida de la ciudad como el principal problema para los emprendedores y empresas que prueban suerte en Silicon Valley.
Bien lo sabe Rosa Martín, House Manager de Startup Embassy, el techo que hace las veces de hogar y coworking space para que emprendedores recién llegados trabajen en sus proyectos desde el primer día. Esta valenciana ha visto pasar por Embassy a emprendedores de múltiples nacionalidades que tienen en común juventud, pasión y un presupuesto cogido con alfileres.
Es el caso de Lucas Gonzálvez (www.radarconline.com), quien lleva dos semanas en Startup Embassy y aconseja a quienes estén embarcando destino Silicon Valley que no viajen cortos de dinero porque aprovechar la oportunidad significa "ir a eventos e interactuar al máximo", lo que unido al alojamiento y los gastos personales dispara el dispendio.
Por su parte, De la Nuez se atreve a poner una cifra. "Para un año en Silicon Valley se necesitarían 100.000 euros de presupuesto, gastos de empresa a un lado". Con mujer e hijos, la cifra es considerablemente mayor. Y para esos gastos de empresa, su recomendación es que ya se haya cerrado una ronda de financiación en origen antes de dar el salto.
EL SHOCK CULTURAL Y LA MAGIA QUE SUBYACE
Además de las dificultades económicas y los obstáculos derivados de estar emprendiendo, no se debe menospreciar el problema social que para muchas personas supone trasladarse al otro lado del mundo, donde las personas y costumbres son diferentes.
"Una de las cosas que más me sorprendió fue el silencio en las cafeterías", destaca De la Nuez. Ese mutismo que sólo interrumpen los tecleos en el portátil lo asocia al elevado ritmo laboral. "Las comidas no son comidas, son reuniones, y a los eventos se va a trabajar", advierte a quienes tengan en mente el mito de iPad, playa y Daiquiri. "Y eso que ya venía rodado porque estudié aquí...", remata.
La familia y los amigos también están lejos, de ahí la importancia de encontrar una comunidad, destacan desde Startup Embassy. "Reunimos a emprendedores que tienen las mismas inquietudes y ganas de interactuar para recibir feedback, creamos un ambiente inspirador y de trabajo", resume Rosa Martín mientras organiza una paella multitudinaria que tiene lugar el domingo.
"Lo fundamental de Silicon Valley es que estás en un ecosistema en el que si tu producto es bueno se multiplican las posibilidades de éxito", apunta Gonzálvez. Además, el talento es tan rebosante que "enseñar tu proyecto a alguien y escuchar su opinión al respecto es ahorrar horas de trabajo y optimizar el producto".
Es parte de la magia de Silicon Valley, que se resume a la perfección en la anécdota de este emprendedor sevillano. "Entre otras cosas, vine porque quería contactar con un alto cargo de una importante empresa y lo he conseguido gracias a que conocí a un español en un evento y su módulo de trabajo está junto al despacho de este señor".
Un modelo, el de Silicon Valley, donde quién llegó arriba no olvida que en los comienzos se cometen errores y se necesita ayuda, por eso abundan las oportunidades para nuevos talentos.
Scott McKenzie - San Francisco (Be Sure To Wear Flowers In Your Hair) - Single Version
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