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VALENCIA. Al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, lo que le parece más importante en estos momentos es tener una tele que le saque mucho. Al menos lo suficiente para no perder la Alcaldía de Xàtiva, plataforma desde la que accede al sillón del organismo provincial. Y así, mientras se entretiene creando TeleRus (o La Dipu TeVe o como la bauticen, qué más da) se olvida de presentar las cuentas de su ayuntamiento  a la Sindicatura de Comptes.

Aunque el de Xàtiva no es un consistorio que tradicionalmente se haya escaqueado del control de la Sindicatura de Comptes parece que este año al equipo de gobierno de Rus ha preferido aplicar un tupido velo sobre el resultado de las cuentas de 2013. ¿Un retraso? ¿Opacidad? No se sabe, pero lo cierto es que el 31 de octubre, el día límite para entregar los papeles en el organismo fiscalizador, no los había presentado.

No parece el mejor ejemplo. Que el presidente de la Diputación de Valencia incumpla con su obligación como alcalde podría servir de modelo para muchos municipios. Si el jefe lo hace, por qué no lo voy a hacer yo.

Hay 55 ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que tienen la obligación de presentar sus cuentas a la Sindicatura de Comptes y no lo hacen. Xàtiva es uno. Gandia, otro. Sueca otro. Son los tres más grandes de la provincia de Valencia. La cuestión es que la tasa de no presentación de las cuentas se ha incrementado hasta el 10% -en la Comunitat Valenciana hay 542 municipios- cuando normalmente la tasa era del 5%.

Vaya usted a saber si los alcaldes de los pueblos están, como Rus, más preocupados por cómo van a ganar las elecciones del año que viene que en rendir cuentas de cómo se gastan el dinero público. Pero en una España en la que la corrupción es la principal preocupación de los ciudadanos, hastiados de las malas prácticas en las instituciones parecería prioritario que los cargos públicos hicieran un esfuerzo de transparencia. 

Pero Rus prefiere salir en la tele.  

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