VALÈNCIA. Después de dos años de inestabilidad, el Museu de Prehistòria ya tiene una dirección estable. María Jesús de Pedro ha sido la persona elegida en un proceso de concurso que se inició el pasado mes de diciembre y en la que ella ha sido la única candidata. El puesto llevaba desierto cerca de dos años y medio, tras la jubilación de su anterior máxima responsable, Helena Bonet.
En todo caso, no ha habido sorpresas. De Pedro, de hecho, ya ejercía la dirección en funciones desde esa jubilación, por lo que este proceso ha consolidado la plaza. Este es un vuelco importante en la estabilidad del centro museístico, ya que (a diferencia de sus homólogos en otras instituciones), el contrato es indefinido; es decir, la dirección es permanente.
Igual como ha ocurrido en el Escalante (aunque en este caso, solo se ha podido resolver durante unos pocos meses), el puesto de dirección debía ser cubierto únicamente por personas de carrera funcionarial -en cualquier ámbito y sección, excepto el sanitario- limitando el acceso al concurso notablemente.
De esta manera, se completa la renovación y estabilización del proyecto del Museu, que hace tan solo unos meses presentaba la actualización de su exposición permanente, diseñada bajo la supervisión de De Pedro, y acompañada de la ex-directora Helena Bonet como directora del proyecto museístico (que empezó hace ya cinco años). La sala abrió con un nuevo hilo conductor que ponía el foco en la narración. “El objetivo es llegar a todos los públicos a través de un relato de la evolución de las sociedades cazadoras-recolectoras. La museografía se reinventa de manera mucho más comunicativa, invitando a la reflexión del público, huyendo de explicaciones complejas e incluyendo los hallazgos arqueológicos descubiertos con nuevas técnicas de investigación”, explicaba Luis Urios en este diario.
La Diputació de València afianza así uno de los centros culturales ubicados en La Beneficència, que comparten L’Etno y Prehistòria.
Unos trabajos de análisis han revelado que los restos pertenecen a un hombre de unos 30 a 40 años, apoyado sobre su lado izquierdo, del cual se conserva el cráneo, la mandíbula, el tórax y el brazo izquierdo
