ELIXIR CAFÉ ARRANCAPINS

Más café, más Elixir Coffees

Arrancapins aumenta su cuota de buen café con la apertura de Elixir Café Arrancapins, la cafetería de Elixir Coffees que incluye oferta gastronómica, más bebidas y un espacio en el que tomarse las cosas con tiempo.

| 28/01/2022 | 4 min, 15 seg

Elixir Coffees es el proyecto de Isabel, María y Carlos —tres hermanos de origen colombiano— y Sergio del que ya hablamos en anteriores ocasiones. Recordémoslo: «Llegamos a los caficultores gracias a unos amigos de mis padres que se han dedicado al café toda la vida. Empezamos el proyecto vendiendo su café en verde para microtostadores, pero nos dimos cuenta que era súper difícil colocarlo. La idea de fundar Elixir nos surgió tras conocer el movimiento de la tercera ola del café, el café de especialidad. Este movimiento recoge muchos de los valores que nos representan la búsqueda de la calidad, la responsabilidad con el medio ambiente y el empoderamiento de los caficultores. Con la marca explicamos que somos 100% trazables y aseguramos que el productor vea márgenes. No es un café comercial más».

Elixir arrancó su andanza con el foco en el canal online, pero el café demanda del uso de los sentidos, por lo que el equipo cogió el alquiler una de las esquinas exteriores del Mercado de Ruzafa. «Nuestra idea no era ser una cafetería al uso, queríamos ser takeaway. En aquel momento aún no había cultura de ello. Al ver la esquina del mercado pensamos que era perfecto el local entre el paso de gente». Para los cafeteros, Elixir es «un paso en medio entre café comercial y los más locos de especialidad. Alguien nos dijo que éramos la clase media del café de especialidad. Es una forma de verlo. La idea es traer más orígenes, ir rotando. Lo que estamos haciendo diferente a otras marcas de especialidad que cambian muy rápido, somos más estables».

Tras establecerse en su rincón de Ruzafa, Elixir abre una nueva pata en el barrio de Arrancapins —vecindario del que dicen que es el destino natural de los treintañeros asentados y maduros una vez se cansan de la agitación ruzafera—. Con esta nueva etapa el proyecto crece, suma la labor en cocina de Sergio Reig, y se consolida como una de las marcas y espacios que mejoran la calidad media del café y entran a por todas en el movedizo terreno de los desayunos y meriendas en València.

La familia y el negocio crecen

¿Qué justifica el riesgo y el trabajo extra de gestionar un local con servicio de mesa, comandas más complicadas y mayor aforo? «Nos dimos cuenta con el local de Ruzafa que la gente en España para tomar el café quiere sentarse, tomarse su tiempo. Por motivos de permisos, no nos dejaron poner una barra en la cafetería de Ruzafa para que no fuera take away, por lo que acabábamos mandando a la gente a Blackbird (nota: qué bonito es cuando los negocios comprenden que son una red, y no enemigos acérrimos)».

«Empezamos a buscar un local que no fuera muy grande, también queríamos que fuera en una esquina. Además, en el equipo somos cuatro personas y una es cocinero, queríamos explotar esa parte, dar rienda suelta a la creatividad. Nos costó porque buscábamos barrio, no queríamos que fuera Colón. Pensamos en barrios como Benimaclet, El Cabanyal… Arrancapins no lo contemplamos, pero está chulísimo. Tenemos mucha gente fija del barrio, mola mucho».


El espacio y la oferta

Un local recogido y agradable, ese esencial que es la terraza y una carta básica pero eficaz: «Buscamos que sea compelmentario al café. No queríamos ser un restaurnate, en el barrio ya hay mucha oferta. Pensamos hacer bollería, tostadas frías y calientes… Además tenemos crepes. Tres o cuatro que Sergio se va inventando sobre la marcha. Un bol con granola y fruta y también una ensalada que irá variando. Hemos empezado súperbasico para ir añadiendo más opciones. Abrimos de ocho de la mañana a siete con cocina contínua».

En la carta encontramos esenciales como la tosta de pan de Mòlt con aguacate, cherrys asados, rabanitos y pipas de calabaza, brownie, galletas y una oferta de crepes adheridos a la estacionalidad.


El porqué de dar comida

¿En València pueden aguantar las cafeterías de especialidad que solo tienen café? «En el caso del local de Ruzafa, sí porque es un alquiler del Ayuntamiento, muy bajo. Pero en cuanto metes personal y pagas un alquiler más alto, tienes que complementar, ampliar la cantidad de la comanda. Salvo que sea un mercado municipal es imposible».

Elixir no acaba: hace poco adquirieron una pequeña tostadora para terminar de cerrar el proceso y poder controlar todos los puntos del mismo. «Estamos empezando con la tostadora, en cuanto podamos contratar personal nos meternos a formarnos, es que es superinteresante, también complicado».

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