LA VALENCIA QUE NO

El peor bar del 46008

Una nueva entrega del mapa psicogeográfico de los bares de llorar

| 20/05/2022 | 3 min, 30 seg

El peor bar del distrito 46008, es decir, Extramurs, tiene nombre de ciudad española con despoblación y frío. 

El peor bar del 46008 quizás no sea el peor bar del 46008, pero abre los domingos y tiene una terraza triste en una calle silenciosa. Enfrente hay una carnicería con nombre de señora carnicera. Años atrás en esa calle hubo una oficina de correos que un buen día cerró sus puertas sin avisar. Como las relaciones de pareja que se extinguen de un soplo. 

Este bar está en las inmediaciones de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal, el SEPE. El SEPE suena a enfermedad venérea o a un defecto en el habla. Los funcionarios de esta oficina no almuerzan en él, prefieren mascar rosquilletas con pipas sobre el teclado que concede las prestaciones. 

Y un café de máquina con el volumen de azúcar al máximo. 

Hay que visibilizar el llorar en bares. 

¿Sus cacahuetes? Dos puntos sobre cinco en Cacao Affinity. Están fritos en aceite ilegal, aunque son abundantes y tienen bastante cloruro de sodio como para reiterar el dolor de una herida abierta. Sal sobre carne viva. En la carta de tapas —con fotografías de banco de imágenes, obviamente. Fotografías decoloradas con ingredientes desproporcionados y brillos irreales— de carne hay gyozas, hamburguesas y costillas BBQ. Para vegetarianos no hay nada. 

En el interior del bar hay imágenes enmarcadas de pantanos. España triunfando sobre la naturaleza. España generando un chorro de empleo y hormigón. En el SEPE al que me refiero hay más hormigón que empleo. Está en un edificio brutalista sin querer, en una plaza dura como casi todas. 

Del hormigón se puede comer. El término que usamos para referirnos al material compuesto empleado en construcción proviene de los hormigos, plato de gachas de maíz típico de Andalucía en el que se mezcla harina, agua y un sofrito con su correspondiente apartado porcino (chorizo). En La Rioja tienen un dulce con este nombre, pero ahí ya me pierdo. 


Solo hay dos clientes en el interior del bar. Por cómo andan, por cómo no se miran, por la dureza de cada uno de los gestos, diría que se van a divorciar. Si tuviera que firmar los papeles del fin del contrato matrimonial que no tengo ni tendré, preferiría hacerlo aquí, en el peor bar del 46008, que en la Ciudad de la Justicia de València.

El peor bar de cualquier parte del cap i casal es mejor que un juzgado de lo civil.  

Si todo es relativo, si todo son relaciones entre objetos desde la observancia de un tercero, el peor bar del 46008 es a la vez el peor, el mejor y uno regu. El peor bar del 46008 está por descubrir. En este, para mí al menos, la cerveza aunque sea la pero cerveza, sabe bien. O quizás es la conversación. 

Nunca sabrás si estás en el peor bar del 46008, porque lo Absoluto de la metafísica no tiene lugar los domingos de este verano adelantado. Lo Absoluto no cabe en el poco espacio de tierra que le han dejado los dueños del bar a los árboles de su acera. Alrededor de sus raíces han construido un sarcófago de maderos y hormigón que le permite poner dos unidades de sillas más en un terraza que para ser la peor, no se está tan mal. 

Si la forma de concebir el absoluto en la vida real es contemplar el origen de la causalidad como causa primera, realmente no estoy diciendo nada malo sobre este bar de Extramurs. Es que no entiendo la oración. 

Otra cerveza.

Otros cacaos.

Traed repelente antimosquitos. 

Id a los peores bares. Hay que llenarlos de lloros y abrazos. Seguirán siendo regulinchis, pero al menos alguien habrá vivido en ellos.  


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